De la redacción
Estados Unidos enfrenta el peligro -entre otros- de dos productos químicos que se hallan ampliamente en el agua potable y en el suelo, y que están relacionados con el cáncer y otras enfermedades.
Desde la pasada administración federal la Agencia para la Protección del Medioambiente, la EPA, ha trazado un plan para hacerle frente a estos peligros químicos fabricados por la mano del hombre, que forman parte de un grupo conocido como PFAS (sustancias per y polifluoroalquílicas), reporta la Radio Pública Nacional (NPR).
Actualmente no hay regulaciones federales sobre la producción o el monitoreo de aproximadamente 5 mil productos químicos que se fabrican y utilizan en una amplia variedad de industrias y productos. Los estudios han demostrado que dichas sustancias químicas pueden permanecer en el cuerpo humano durante años, causando efectos dañinos para la salud.
El tan esperado plan prometido el año pasado por el ex administrador de la EPA, Scott Pruitt, ha sido retomado por el actual administrador interino, Andrew Wheeler: «Esta es la primera vez que utilizamos todas las oficinas de nuestros programas para lidiar con una sustancia química de preocupación emergente».
Pero los críticos de dicha agencia ambiental dicen que la medida para regular productos químicos, que entraría en vigencia para fines de este año, no es más que un plan para retrasar su comienzo.
«Le ha llevado a la EPA casi un año simplemente ‘patear la lata’ aún más lejos en el camino», dijo el senador demócrata de Delaware, Tom Carper. Y Delaware Riverkeeper Network, un grupo ambientalista de esa zona afirmó que el plan de la EPA «carece de un sentido de urgencia, pues no brinda ninguna fecha específica para ejecutarlo, ni ningún alivio para la gente expuesta a estos componentes químicos altamente tóxicos en el agua”.
Por su parte, el Consejo Estadunidense de Química (American Chemistry Council), un grupo de cabildeo de la industria productora de PFAS, expresó su apoyo al plan y dijo en un comunicado que “Continuamos apoyando un liderazgo nacional fuerte en el tratamiento de PFAS y creemos firmemente que EPA está en la mejor posición para brindar al público una estrategia integral basada en una comprensión completa de la seguridad y los beneficios de los diferentes químicos PFAS».
Después de una protesta pública sobre las pruebas que muestran peligrosos niveles de PFAS en comunidades alrededor de Estados Unidos, particularmente alrededor de bases militares y estaciones de bomberos, La EPA bajo la administración de Obama propuso en 2016 «crear una norma nacional para limitar los niveles en agua potable de dos de las variedades más prevalentes de sustancias químicas PFAS, conocidas como PFOA y PFOS, dice por su parte The New York Times.
“Mientras que la EPA actúa con la mayor urgencia para derogar regulaciones, la agencia se muestra complacida en lugar de tomar medidas reales para proteger el agua que bebemos y el aire que respiramos», declaró a la fuente el senador Tom Carper, el demócrata de mayor rango en la Comisión de Medio Ambiente del Senado.
También emitió un aviso de salud que recomienda que los servicios públicos de agua y los funcionarios de salud pública «monitoreen los niveles de los dos químicos en los suministros públicos de agua, y notifiquen al público si los niveles combinados de esos químicos alcanzaron 70 partes por billón».
Incluso un borrador del informe publicado el año pasado por el Departamento de Salud y Servicios Humanos recomendó que el «nivel de riesgo mínimo» para la exposición a esos dos productos químicos debería ser menos de la mitad de la cantidad especificada por EPA.
Los argumentos a favor de un límite más estricto también ganaron terreno después de que el año pasado saliera a la luz un informe del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, que sugirió que “los químicos PFAS pueden poner en peligro la salud humana en consumos a niveles mucho más bajos que el límite no vinculante de la EPA”.
Pero en ausencia de una acción federal, y en medio de esta creciente preocupación local, algunos estados se han comprometido a limitar el uso de estos productos químicos.
Por ejemplo, un número de compañías que se cree que son responsables de la contaminación por PFAS enfrentan juicios. El estado de Minnesota demandó a 3M por productos químicos y ganó 850 millones de dólares.
En tanto, Pensilvania ha encontrado contaminación del agua subterránea. El agua potable alrededor de Horsham es una preocupación debido al uso a largo plazo de los químicos en la espuma de extinción de incendios en las bases militares cercanas.
Los análisis de sangre en 235 residentes de Horsham y otros dos municipios realizados por el Departamento de Salud de Pensilvania el año pasado encontraron que una gran mayoría tenía niveles de cuatro químicos PFAS que excedían el promedio nacional, y que algunos de ellos tenían enfermedades como colesterol elevado, trastornos endocrinos y cáncer .