Envía el DOJ observadores oficiales a las urnas en Carolina del Norte

Fila para la votación temprana en Winston-Salem, CN. Foto: Gerry Broome.

Fila para la votación temprana en Winston-Salem, CN. Foto: Gerry Broome.

De la Redacción

Continuando con el tema de la vigilancia, observación o monitoreo de la votación en estas importantes elecciones presidenciales, así como por más de la mitad del Senado (34 escaños) y la Cámara de Representantes (435 asientos), el Departamento de Justicia (DOJ) anunció que enviará monitores electorales a cuatro condados en Carolina del Norte, luego de que la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP) demandara a ese estado por alegada discriminación contra los votantes de las minorías.

La Junta Electoral de Carolina del Norte informó a los condados de Forsyth, Wake, Cumberland y Robeson, que espera que monitores electorales federales estén en sus lugares de votación la próxima semana, reporta Prensa Asociada (AP).

Tras anunciar el DOJ que enviará observadores que monitoreen las casillas electorales de esos cuatro condados en Carolina del Norte, para proteger los derechos civiles de votantes de las minorías, el director ejecutivo de la referida Junta Estatal de Elecciones, Kim Strach dijo a AP que desconocía la razón por la cual el Departamento de Justicia pretendía enviar dichos monitores, y que tampoco sabía cuáles iban a ser los recintos específicos donde se estarían desempeñando los observadores.

Sin embargo, a través de un memorándum Strach declaró: «Los jueces en jefe en cada recinto –casilla electoral- deben permitir que estos observadores federales operen dentro del lugar de votación”.

Uno se preguntará, ¿por qué Carolina de Norte?, y la respuesta parece ser simple: porque Carolina del Norte es uno de los diez estados indecisos (“bisagra”) que podrían definir esta elección. En ese estado los candidatos demócrata y republicano se hallan en un empate virtual: Hillary Clinton 44 por ciento, y Donald Trump 44.8%, de acuerdo con el sitio Real Clear Politics.

La juez federal de Distrito, Loretta Biggs, quien preside la causa de una demanda que sustenta que votantes de las minorías han sido injustamente purgados del padrón electoral, declaró que dicho proceso de impugnación de votantes en Carolina del Norte “parece remontarse a una era pasada en la que existían menos salvaguardas” para el votante. Y agregó que «parece un proceso insano”.

No obstante, en una audiencia de emergencia sobre acusaciones de la NAACP, que derivan de una prolongada batalla sobre el acceso de votantes en ese estado, abogados de Carolina del Norte respondieron a la jueza que datos de la Junta Estatal de Elecciones muestran que solamente una mínima porción de electores ha sido removida de los registros de condados en los últimos dos años: menos de siete mil, dicen, de los 6.8 millones empadronados en el estado.

La NAACP alega que al menos tres condados purgaron a electores del padrón electoral por medio de un proceso que se centra desproporcionalmente en los afroestadunidenses.

Sin embargo, parece haber habido una reciente alza en dicha purga. Al menos 4 mil 500 desafíos se presentaron en los tres condados en agosto y septiembre pasados, según dijo en una carta la NAACP, dirigida a la Junta Estatal de Elecciones; aunque no especifica cuántos de estos desafíos fueron exitosos.

En una declaración judicial el DOJ dijo que si las acusaciones de NAACP resultan verdaderas, éstas representan claras violaciones a la Ley Nacional de Registro de Votantes. Los condados no pueden remover a los votantes sin seguir los procedimientos específicos requeridos, agregó el DOJ, ni pueden llevar a cabo «remociones sistemáticas dentro de los 90 días de una elección federal».

Y es que en el mes de julio un tribunal federal anuló gran parte de una ley electoral de 2013, diciendo que la Asamblea General, controlada por el Partido Republicano, había removido desproporcionadamente a los votantes negros. La decisión amplió por una semana la votación anticipada en persona, y eliminó un requisito de identificación con foto a la hora de votar en las urnas.

Entre tanto, en la recta final de la contienda Clinton y Trump, así como quienes hacen campaña por ellos centran sus recursos y esfuerzos en ganar los votos en estados clave, tales como La Florida, Pennsylvania, Carolina del Norte y Ohio. Buscan alcanzar los 270 votos del Colegio Electoral necesarios para alzarse con la Presidencia. Y mientras Trump necesita ganar La Florida y Carolina del Norte, Clinton aún tiene campo de maniobra debido a su clara ventaja en estados como California y Nueva York, sostiene la fuente■

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