Urnas como esta, pero en el Condado de Maricopa, AZ, hicieron historia cuando el entonces candidato presidencial, Donald Trump denunció un «fraude» electoral generalizado, entre otras cosas debido a estas urnas. Foto: dreamstime.com.
Marco Vinicio González
A dos semanas de las elecciones intermedias de 2022 el Partido Republicano sigue implementando tácticas de supresión del voto. El viernes fueron captados en cámara dos hombres ‘vigilantes’ enmascarados y fuertemente armados con equipo táctico de guerra, apostados afuera del edificio del Tribunal de Menores del Condado de Maricopa en Mesa, alrededor de un buzón para los votos anticipados.
Se trata de inhibir el voto de los electores de las minorías, principalmente de los latinos por ser el segundo bloque de votantes más grande y de más rápido crecimiento no sólo en Arizona sino en Estados Unidos.
La Junta de Elecciones de dicho condado declaró haber llamado a la policía, por lo que los individuos armados abandonaron la escena, reportó Vice News, y sostuvo que al día siguiente al menos uno de los vigilantes volvió a “monitorear” el buzón. Alguaciles locales fueron captados por la cámara tratando de intervenir en un enfrentamiento entre los individuos armados y los que acudían a observarlos”.
Nuevamente Arizona se ha convertido en “uno de los principales puntos críticos de los esfuerzos para socavar la democracia promovidos y popularizados por el expresidente Donald Trump en los últimos dos años, desde que en 2020 Maricopa se convirtió en la ‘zona cero’ de los esfuerzos para anular las elecciones cuando el Senado sancionó un recuento falso que finalmente arrojó al presidente Biden más votos que los que había ganado originalmente.
Dicho buzón es el mismo donde la semana pasada varios votantes informaron al Secretario de Estado de Arizona haber sido intimidados. Éste remitió los informes al Departamento de Justicia y al Fiscal General de Arizona.
Uno de los referidos grupos que operan en Arizona es Clean Election USA, “y su trabajo ya ha sido impulsado por Trump a través de su plataforma, Truth Social Account”.
Funcionarios del Partido Demócrata local en Arizona dijeron a la fuente haber recibido una carta del grupo anónimo, “Ben nos envió”. Ésta decía: «Todo juez que se niegue a sentenciar el fraude electoral con todo el peso de la ley será considerado traidor y tratado en consecuencia”. Los candidatos republicanos de extrema derecha continúan sin embargo fomentando la ira y aterrorizando a los electores.
Mark Finchem, el candidato republicano de extrema derecha que se postula para Secretario de Estado tuiteó: “Debemos vigilar todos los buzones porque no tienen cámaras en vivo transmitiendo al público…”. Y se vinculó a un artículo en Gateway Pundit, que afirmaba que tanto los ‘vigilantes’ como “los votantes que entregaban las boletas estaban cubriendo las matrículas de sus autos porque eran las llamadas ‘mulas de boletas’».
Finchem, concluye la fuente, «es parte de una coalición de candidatos republicanos vinculada a QAnon», que buscan convertirse en Secretarios de Estado en su localidades. Lo mismo está pasando en Nevada con Jim Marchant; y con el candidato a gobernador de Pensilvania, Doug Mastriano, y la candidata a Secretaria de Estado de Michigan, Kristina Karamo■
