Los hermanos Abraham y César Espinosa junto al candidato demócrata al Senado, Beto O’Rourke.
En Texas, dos candidatas demócratas están posicionadas para hacer historia como las primeras mujeres latinas que representen al estado en el Congreso. Además, el masivo voto por adelantado supera ya el voto total de las pasadas elecciones intermedias y esto puede ser buena noticia para Beto O’Rourke, que cifra su esperanza de desbancar a Ted Cruz del Senado federal en la salida a las urnas de los jóvenes y los nuevos votantes. Nuestra reportera Mariana Pineda habló en Houston con un joven que ha hecho de la promoción del voto un asunto de familia.
«Me trajeron a la edad de un año de la Ciudad de México, viví indocumentado como muchos de ustedes«
Un emotivo Abraham Espinosa, de 28 años y originario de la Ciudad de México comparte con su audiencia en Facebook por qué vota por primera vez:
Abraham Espinosa, porta orgulloso la insignia que alude el haber votado .
«Estoy votando por mi gente, estoy votando con coraje, estoy votando por todos ustedes”
Cuando tenía 15 años y estudiaba en la escuela preparatoria se dio cuenta de su situación migratoria.
“Traté de conseguir un ID de Texas y no me dejaron. Esa fue la primera vez en la cual yo me sentí realmente que no pertenecía”
Abraham no se desanimó y con el apoyo económico de su madre y trabajando él mismo, pagó sus estudios y se graduó en Ciencias Políticas de la Universidad de Houston. Junto con su mamá logró la residencia permanente y en noviembre de 2016 se hicieron ciudadanos. En el trayecto, Abraham se involucró en el activismo y fundó en el 2007 junto con su hermano César y su familia la organización FIEL, uno de los organismos pro inmigrante más importantes de Houston.
«Como muchos de nosotros somos dreamers y no podemos votar, pero es importante que si tenemos amigos que puedan votar que los llevemos a la urnas a votar«, dijo César.
Los hermanos Espinosa planeando su estrategia para promover el voto latino hasta la recta final.
La familia Espinosa está muy activa en estas elecciones intermedias. Es una familia mixta compuesta por ciudadanos, residentes e indocumentados. Saben lo importante que es sacar del poder a los políticos antinmigrantes que dominan Texas, donde según el Centro Pew viven más de un millón y medio de indocumentados. Un estudio del grupo cívico Jolt reveló que el cuidado médico universal, la protección para los inmigrantes y la equidad racial son muy importantes para los votantes latinos.
Estos temas son parte de la campaña de Sylvia Garcia, quien busca el distrito 29 del Congreso federal , donde más del 76 por ciento de su población es latina y está bajo control demócrata.
Verónica Escobar busca el distrito 16 que sostenía Beto O’Rourke y cuyos residentes hispanos conforman el 79%. Por lo que ambas candidatas están casi aseguradas y será un triunfo histórico, destaca Jerónimo Cortina , director del Centro de Estudios Mexicoamericanos de la Universidad de Houston:
«Son las primeras mujeres de origen latino que llegarían al Congreso de los Estados Unidos por parte de un estado donde existe una presencia significativa de latinos. Entonces, eso es histórico sin duda«
Jerónimo Cortina, Director del Centro de Estudios Mexicoamericanos de la Universidad de Houston.
Otra historia muy diferente es la de la candidata para la gubernatura de Texas, la ex alguacil Lupe Valdez, que se quedará sólo como un buen intento de la primer hispana en postularse para la gubernatura; pero también es una deuda pendiente de su candidature, por su partido demócrata, señala el analista Cortina.
«El gobernador Abbott tenía alrededor de 65 millones de dólares o un poco más, y Lupe Valdez llegó a medio millón de dólares”, afirmó .
Según cifras oficiales, de los 12 millones de personas elegibles para votar, 3.6 millones ya lo hicieron por adelantado; un poco más de 1 millón y medio de votantes, en comparación de las elecciones intermedias del 2014. El día de la elección se sabrá con más claridad si los jóvenes latinos saldrán a votar masivamente y si también lograrán que Beto O’Rourke ocupe un puesto en el Senado federal, un sueño por el que trabajan sin descanso hasta el día de la elección los hermanos Espinosa y demás voluntarios.
