En Texas, avanza intento de “reforma” a las leyes para suprimir el voto

Gobernador de Texas Greg Abbot junto al representante estatal Dan Huberty. Foto: De la página web del gobernador.

Gobernador de Texas Greg Abbot junto al representante estatal Dan Huberty. Foto: De la página web del gobernador.

Como dijimos en su oportunidad, un grupo de legisladores demócratas de Texas salieron apresuradamente del estado como una forma de protesta contra los intentos de su contraparte republicana, de aprobar en sesión especial nuevas leyes para restringir el voto.

De la redacción

El Proyecto de Ley del Senado, S1, y el Proyecto de Ley de la Cámara de Representantes, HB 3, buscan endurecer las leyes de votación de Texas. Pues la Legislatura texana, es decir, la Cámara de Representantes y el Senado estatales, controladas por los republicanos, “han revelado sus ofertas iniciales para promulgar nuevas restricciones de votación, encontrando un terreno común en las propuestas para restringir el control local de las elecciones”, dice The Texas Tribune.

Por ejemplo, ambas cámaras legislativas han revivido propuestas para restringir aún más las reglas de votación por correo en el estado, y también buscan frenar las iniciativas de los demócratas que el año pasado intentaban ampliar el acceso a la votación en el condado de Harris, el condado más grande de Texas, que incluye a Houston con una población diversa.

Además, los republicanos “trasladan medidas de la sesión regular para reforzar las protecciones para los observadores electorales partidistas –léase: intimidadores-, y para adoptar nuevos requisitos de identificación para votar por correo, que se agregaron en el último minuto al proyecto de ley de votación general, conocido como Proyecto de Ley del Senado S7”, que los demócratas condenaron en mayo cuando organizaron una huelga de 11 horas para romper el quórum aquella vez, señala la fuente.

Entre tanto, los republicanos en el Senado incluyeron una revisión mensual del padrón electoral para identificar posibles ‘no ciudadanos’, continuando con la mentira republicana impulsada por Trump sobre el ‘fraude electoral’, tantas veces desmentido y desmontado como una falsedad oportunista y perversa.

En las próximas semanas, dice el Tribune, algunas de las partes más importantes de la amplia legislación que considerarán los republicanos, pues los legisladores demócratas se hallan en Washington, D.C., intentando frenar la consumación de un estado totalitario, incluyen la prohibición de votar desde el auto. Tanto la SB 1 como la HB 3 prohíben este tipo de votación desde el automóvil (drive-thru), que ofreció el condado de Harris el año pasado por la pandemia de Covid-19, al exigir que la votación se realice dentro de un edificio.

Como se recordará, el condado de Harris probó por primera vez y con éxito el drive-thru en una segunda vuelta de las elecciones primarias del verano de 2020, en 10 lugares de votación; pero para las elecciones generales de noviembre, el drive-thru estuvo bajo el escrutinio republicano.

El gobernador de Texas, Greg Abbott y el vicegobernador, Dan Patrick, los dos hombres más poderosos de Texas “son la fuerza impulsora detrás de uno de los giros a la derecha más difíciles en la historia reciente del estado”, dice la fuente.

Ambos republicanos están unidos en un momento crucial de la política de Texas para reformar el sistema electoral del estado con proyectos de ley restrictivos del voto para ser enviados al escritorio de Abbott.

“Cualquier diferencia de política entre el gobernador y el vicegobernador se ha desvanecido frente a las realidades del Partido Republicano actual, con una base dedicada al ex presidente Donald J. Trump e insistente en una agenda conservadora intransigente”, sentencia el Tribune.

La SB 1 establece revisiones mensuales del padrón del estado para identificar a los no ciudadanos, “remontándose a la fallida revisión de las listas de votantes de 2019 del estado”. Por tanto, el proyecto de ley requeriría que la oficina del Secretario de estado de Texas compare la enorme lista de registro de votantes en todo el estado con los datos del Departamento de Seguridad Pública, “para identificar a las personas que le dijeron al Departamento que no eran ciudadanos cuando obtuvieron o renovaron su licencia de conducir o tarjeta de identificación”.

En tanto, durante la sesión legislativa regular los demócratas presionaron para agregar un lenguaje a la legislación HB 3 sobre la votación, en respuesta a la controvertida condena por el voto ilegal de Crystal Mason, una mujer del condado de Tarrant que enfrenta una sentencia de cinco años de prisión por emitir una boleta provisional en las elecciones de 2016.

Mason estaba en libertad condicional en el momento de votar, sin saber que eso la hacía inelegible. Pero la HB 3 requeriría que los jueces informen a alguien si una condena les prohíbe votar, y requeriría también pruebas, “más allá de una boleta provisional para que un intento de emitir un voto ilegal cuente como un delito”.

Ese tipo de revisión llevó al estado a un tribunal federal por preocupaciones de que se dirigiera a ciudadanos naturalizados que fueron clasificados como «posibles ciudadanos no estadunidenses”.

Por su parte, la jueza de la Suprema Corte, Sonia Sotomayor, “En una reprimenda punzante, dijo que la inacción de este tribunal continúa una tendencia de condonación en la privación de derechos”, reporta Político

Escuche Línea Abierta, en este programa oirá una ampliación del tema sobre derechos de voto:


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