Marco Vinicio González
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (Amlo) visitará mañana la capital estadunidense para sostener una conversación sobre diversos temas de la agenda bilateral con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Pero la relación entre México y Estados Unidos se halla marcada por una amplia gama de desacuerdos sobre comercio, política exterior, energía, cambio climático e migración, dicen expertos.
Como se recordará, el más reciente desacuerdo ocurrió cuando Amlo rechazó el mes pasado la invitación de su homólogo a la Cumbre de las Américas en Los Ángeles, California.
Estados Unidos quisiera que López Obrador revire su dependencia de combustibles fósiles y deje de favorecer a la empresa de Estado o Comisión Federal de Electricidad, para mantener su consumo en plantas construidas en el extranjero que surten a México con gas y energía renovable.
En virtud del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC), Estados Unidos ha presentado varias quejas para que México haga cumplir las leyes y normas ambientales del acuerdo, y para que garantice los derechos sindicales, la inseguridad en general y en particular los asesinatos de periodistas. Amlo ha rechazado estas críticas, y revirado con que su vecino del norte financia a grupos cívicos y no gubernamentales que son parte de la oposición, dice el mandatario mexicano.
Trascendió que a Amlo le interesa hablar de la inflación y las secuelas económicas de la pandemia que están provocando una migración cada vez mayor de mexicanos hacia Estados Unidos, y sobre las muertes en el cruce fronterizo, como la más reciente de 53 migrantes abandonados en un tráiler en Texas, entre otras cosas por las políticas antinmigrantes del gobernador texano, Greg Abbott. Y también sobre la seguridad alimentaria y las oportunidades económicas en México.
En tanto, hay quienes sostienen que Amlo no tiene por qué aceptar que todos los migrantes sean devueltos a su frontera, excepto los mexicanos. Sin embargo, afirman que México ha permitido que Estados Unidos continúe deportando a inmigrantes de otras nacionalidades bajo caducas regulaciones sanitarias como el Título 42.
Supuestamente Amlo buscará más visas de trabajo para mexicanos y centroamericanos a cambio de ayudar a controlar los cruces fronterizos de centroamericanos desde el sur de México.
Además, México comenzó a tomar medidas enérgicas contra cientos de laboratorios de metanfetamina y fentanilo enviados a Estados Unidos, que han causado la muerte por sobredosis, dicen, de decenas de miles de estadunidenses. Días antes de que López Obrador partiera hacia Washington las autoridades mexicanas allanaron dos grandes almacenes en la norteña ciudad de Culiacán, decomisando media tonelada o medio millón de pastillas de fentanilo■