De la redacción
Las más recientes medidas del gobierno federal para intentar combatir –a destiempo- la pandemia que atraviesa también a Estados Unidos, harían pensar en consideraciones para los que resultaran afectados no sólo en su salud física sino en la económica también. Por su parte, el gobierno de Trump anuncia más medidas para hacerle más difícil la existencia a los trabajadores y familias de escasos recursos.
Como se sabrá tal vez, los casos confirmados de coronavirus en Estados Unidos han aumentado a más de 2 mil 100, incluso con pruebas escasas, y el número de muertos ha aumentado a al menos 48. Así pues, el país se enfrenta a la posibilidad de que esos números puedan crecer exponencialmente, como lo hicieron en China, Italia, Corea del Sur y otros países.
Un factor clave y desconocido es qué tan rápido se propagará el virus, lo que podría determinar si un sistema médico con menos de un millón de camas de hospital -80 por ciento ocupadas- podría manejar la ola de pacientes.
Proyecciones calculada bajo discreción por el Centro de Control de Enfermedades, CDC, estiman que de 160 a 214 millones de personas seían infectadas en Estados Unidos, o casi la mitad a dos tercios de la población; 2.4 millones a 21 millones de personas necesitaían hospitalización; y 200 mil a 1.7 millones morirían. Los resultados no fueron publicados, pero han sido revisados por The New York Times.
Entre tanto, la administración Trump está avanzando con requisitos de trabajo más estrictos para acceder a los cupones de alimentos, que en un momento como este son un imprescindible paliativo para algunos, y hasta el momento no ha ofrecido a los estados la oportunidad de cubrir a los no asegurados en casos de emergencia bajo Medicaid.
La legislación impulsada por la líder de la cámara baja, Nancy Pelosi, y aprobada de forma más o menos bipartidista el sábado en la madrugada para establecer algunas protecciones a los trabajadores, incluía dos semanas de licencia pagada por enfermedad y hasta tres meses de licencia familiar y médica pagada, beneficios de desempleo mejorados, pruebas de virus gratuitas, incluso para aquellos que carecen de seguro, ayuda alimentaria adicional y fondos federales para Medicaid.
Para lograr dicho acuerdo Pelosi negoció con el Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin un alivio para el coronavirus después de que los demócratas llegaron a un acuerdo con la Casa Blanca. Primero rechazaron una propuesta para establecer un nuevo derecho remunerado de licencia por enfermedad para emergencias de salud pública, y agregaron créditos fiscales para las pequeñas y medianas empresas solicitados por los republicanos.
Sin embargo, algunos expertos dicen que no extenderá estos beneficios al 80 por ciento de los trabajadores, y que tampoco obliga a las grandes empresas, con más 500 trabajadores, como Walmart, Target, Facebook, Apple, etcétera, a pagar obligatoriamente estas compensaciones a sus empleados que enfermen a causa del coronavirus, sino de manera voluntaria.
De esta suerte, el coronavirus parece estar listo para cambiar el panorama económico, especialmente para los trabajadores de bajos salarios que podrían enfrentar despidos mientras los restaurantes y lugares de entretenimiento se vacían, y los sistemas escolares cierran. Pero hasta ahora la administración se ha negado a cambiar de rumbo en sus esfuerzos por reducir la red de seguridad social.
De acuerdo con The New York Times, el Departamento de Agricultura completó su regla de cupones de alimentos en diciembre, argumentando que “la economía fuerte y el mercado laboral apretado hicieron que fuera apropiado exigir que los adultos desempleados y sin hijos encuentren trabajo para continuar recibiendo asistencia pública”. El departamento estimó que casi 700 mil personas perderían sus beneficios bajo el cambio al Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, comúnmente conocido como cupones de alimentos.
Los demócratas y los grupos contra la pobreza abogaron esta semana por que el departamento suspenda la regla.
«Promover tales cambios durante este tiempo sólo exacerbará la ansiedad económica actual y aumentará innecesariamente la carga sobre las mismas personas que necesitan asistencia», escribieron los representantes Sanford D. Bishop Jr., demócrata de Georgia, y Rosa DeLauro, demócrata de Connecticut, en una carta al Secretario de Agricultura, Sonny Perdue, reproducida por el Times.
Expertos dijeron que el Secretario Perdue podría dejar en claro que debido a una emergencia de salud pública o una pandemia, los estados pueden usar exenciones generales o eximir a las personas del requisito de trabajo, y acusaron a la administración Trump de finalizar ilegalmente una medida para evitar la acción del Congreso.
El viernes, el Tribunal de Distrito de Columbia otorgó una orden judicial preliminar para evitar que la regla de cupones de alimentos entre en vigencia. La decisión se produjo después de que catorce estados, la ciudad de Nueva York y el Distrito de Columbia demandaron a la administración Trump en enero para bloquear la nueva regla.
El paquete de medidas legislativas de la cámara baja acerca del coronavirus incluía una disposición que aumentaría los beneficios de cupones de alimentos para los padres que tienen hijos que no pueden recibir comidas en la escuela debido al cierre.
Pero se teme que la medida, como muchas otras se quede varada en el Senado por tiempo indefinido, o hasta que el líder republicano de esa cámara, Mitch McConnell decida si la somete a votación en el pleno■