De la redacción
La administración Trump deberá liberar a todos los niños detenidos en tres centros de detención familiar del país antes del 17 de julio. Esto ordenó el viernes la jueza Dolly M. Gee, del Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Central de California en los Ángeles, argumentando la gravedad de la pandemia de Covid-19.
El hecho de que algunos menores dieran positivo a la prueba de coronavirus precipitó un litigio de larga data, que derivó en la orden la jueza Dolly Gee en favor de la liberación de 124 niños que han estado viviendo presos durante más de 20 días desde el 8 de junio, en dos centros de detención administrados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE): dos en Texas y uno en Pennsylvania, por su irregular cumplimiento de las recomendaciones provistas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
El fallo busca evitar que el virus se propague en dichas cárceles para menores, a cuyas autoridades se les se ordenó que sus detenidos deben guardar el distanciamiento social, el uso de máscaras y disponer de la intervención médica temprana para aquellos con síntomas del virus.
«Los centros residenciales familiares están en llamas y no hay más tiempo para andar con medias tintas», escribió la jueza Dolly Gee en su deposición, quien además criticó al gobierno por no implementar adecuadamente las recomendaciones de salud pública en sus centros de detención.
Que los niños deban contar con un patrocinador adecuado, o si los padres se niegan a permitir que sus hijos sea transferido a un patrocinador, son las razones que se consideran aceptables para que los menores sean liberados y para que permanezcan detenidos respectivamente, según el fallo la jueza Gee. Así que por lo pronto no todos los menores serán necesariamente liberados.
De acuerdo con Prensa Asociada, “los defensores han pedido que se libere a familias enteras”, especialmente porque los centros de detención «son propicios para propagar el virus».
La orden de la jueza Gee para las dos cárceles de Texas, por ejemplo, establece que “al menos 11 personas detenidas en las instalaciones de Karnes City dieron positivo, mientras que cuatro empleados en el centro de Dilley, también en Texas, tenían el virus. Entre tanto, “los resultados de las pruebas de los detenidos aún están pendientes”.
Peter Schey, el abogado que representa a los niños afirmó que él y otros abogados discutirán con el gobierno sobre “las maneras como ICE evaluará los deseos de cada padre». Y se asegurará, dice, que los niños sean entregados a los miembros de sus familias cuando sea un deseo de los padres”, reporta The Washigton Post.
«Algunos padres detenidos que enfrentan la deportación trajeron a sus hijos a este país para salvarlos de la violencia desenfrenada en sus países de origen y preferirían ver a sus hijos entregados a sus familiares aquí, en lugar de ser deportados con los padres a países donde los niños son secuestrados, golpeados de forma rutinaria, y asesinados», afirmó Schey en un comunicado.
Unos 2 mil 500 inmigrantes detenidos por ICE han dado positivo por el virus. La agencia ha dicho que ha liberado al menos a 900 personas con afecciones subyacentes, y que ha reducido la población en cada instalación para mitigar la propagación del virus■