De la redacción
Los fondos para el Programa de Seguro de Salud para Niños (CHIP), expiraron en septiembre, porque los republicanos “olvidaron” renovar su financiamiento. Habían “olvidado” también entregar los fondos federales que corresponden a CHIP desde por lo menos dos meses previos a la fecha de expiración del vital y popular programa, que por cierto nadie, ni republicanos ni demócratas critican o reprueban en público, y en privado hasta lo alaban. Según un nuevo informe del Centro para Niños y Familias, de la Universidad de Georgetown, a fines del próximo mes es probable que 25 estados se queden sin el dinero restante de CHIP, lo que pondría en riesgo la cobertura de salud de 1.9 millones de menores, principalmente niños de familias con bajos ingresos. Y si CHIP no se extiende, casi 9 millones de niños, o aproximadamente uno de cada ocho menores en Estados Unidos podrían perder su cobertura médica. Pero dentro de ¡10 días! en Alabama comenzará la pesadilla de perder el financiamiento de CHIP .
Ya ayer la Casa Blanca celebraba su triunfo legislativo, el único de algún calado en lo que va de todo un año, con la aprobación en el Congreso de la ley de salud. Ésta repele el Obamacare pero no lo reemplaza ni mucho menos propone ningún plan alternativo; de entrada, deja sin cobertura a unos 13 millones de actuales derechohabientes, al tiempo que elevará el costo de las primas considerablemente según análisis de la Oficina de Presupuesto del Congreso y de otras instituciones de investigación científica del ramo.
Incluso trascendió que el presidente Trump no firmará la referida ley, que yace ya en su poder, sino hasta enero. Porque descubrieron de último momento que en su prisa por votar una ley que casi nadie leyó, los republicanos cometieron otras “omisiones”. De firmar ahora la ley el presidente se ejecutaría el primer recorte automático al Medicare este primero de enero, y se adelantaría una disminución –en lugar de un aumento prometido- en el próximo cheque que recibirán como «regalo de Navidad» los trabajadores estadunidenses, según reporta la cadena MSNBC.
Pero lo más dramático, de acuerdo con la publicación electrónica, Vox, es que “el Congreso tiene 1o días antes de que la pesadilla de los recortes a CHIP se vuelva muy real”. Pues aunque los estados han estado cumpliendo con un presupuesto creativo para asegurar que no se elimine a los niños de las listas de CHIP, “se están quedando sin opciones”.
Ahora es probable que el Congreso salga de la ciudad hasta el nuevo año sin extender de forma permanente los fondos de este importante programa que aligera la terrible carga emocional de las familias estadunidenses trabajadoras, ante la eventualidad –¿ahora realidad?- de no contar con atención médica para sus hijos pequeños, “por un cabildero republicano y una declaración de dos senadores republicanos”, dice esta fuente.
“Una serie de informes esta semana dejó en claro que varios estados están en la cúspide de medidas más dramáticas. Esto podría significar que los niños que son elegibles para CHIP no puedan inscribirse o, en el peor de los casos, los afiliados actuales pierdan la cobertura”.
Esta sería la situación, en una apretada síntesis, de lo que ocurriría en distintos estados a punto de perder los fondos federales que por ley le corresponden a CHIP.
En Alabama por ejemplo, la cobertura médica para los niños descendería, como nunca antes en la historia “al nivel del piso”, reporta el Daily Beast.
Por su parte Vox afirma que “El 1 de enero -¡10 días a partir de hoy!- el estado de Alabama dejará de aceptar a los niños en All Kids… Y para el 1 de febrero, All Kids deberá comenzar a dar de baja a sus afiliados actuales también», dada una omisión del Congreso –léase, de los republicanos.
Connecticut anunció esta semana que terminaría su programa CHIP por completo a fines de enero, a menos que el Congreso actúe, reporta la publicación capitalina, The Hill. “Los legisladores aprobaron un parche temporal a principios de este mes. Pero no crearon ningún nuevo financiamiento, sino que le dieron a la administración de Trump más margen para mover -¿a dónde?- el dinero de CHIP”. Y según investigadores de Georgetown, “la mitad de los estados, 16 antes del llamado parche, se quedará sin fondos para CHIP a fines de enero”.
Defensores de CHIP quieren la extensión de cinco años que han acordado ambos partidos para el financiamiento de CHIP, pero se ha estancado por disputas partidistas sobre los 8 mil millones de dólares necesarios para pagar por dicha extensión, pues “la decisión de los republicanos ha sido priorizar su ley de impuestos”.
El plan ha sido finalmente extender CHIP para siempre en el proyecto de ley de gastos del gobierno que el Congreso debe aprobar para evitar el cierre. «Pero las conversaciones de gastos son un poco complicadas en este momento», con los legisladores ahora mirando esta extensión de gastos a corto plazo en enero. La fuente afirma tener “buenas razones para creer que la incertidumbre de los últimos meses ya está causando un daño real y duradero a la credibilidad de CHIP”.
Hay que tener en cuenta, dice Vox, que “CHIP ayuda a respaldar la cobertura de Medicaid para niños y financia su propio programa de seguro por separado. Los niños cubiertos por Medicaid pueden mantener su cobertura, aunque a un costo mayor para el estado. Pero los niños en un programa separado de CHIP corren más riesgo de perder inmediatamente su seguro: 1.9 millones a fines de enero y 2.9 millones a fines de febrero”.
«En algún momento, los estados alcanzarán un punto de no retorno», declaró a la fuente Tricia Brooks, de Georgetown CCF. «Estamos llegando a ese punto crítico si el Congreso se va a casa –felizmente de vacaciones- sin ocuparse de CHIP»■
En esta grafica encontrará, cómo se verán afectados, estado por estado, con la falta de financiamiento a CHIP más allá de enero o febrero (inglés).
Otras notas de interés
La Cámara de Representantes quiere inyectar menos de 3 mil millones de dólares en el programa de seguro de salud para niños y mantenerlo financiado sólo hasta marzo. El dinero se incluiría en un proyecto de ley de gastos a corto plazo, que será discutido en el Congreso próximamente para mantener operando al gobierno federal, o tendría que cerrar. Lea la Nota Completa de CNN.