Herminia Gallegos y Elvira Arellano
Después de siete años de haber sido deportada Elvira Arellano, la madre que tomó santuario en una iglesia de Chicago por un año logró regresar a Estados Unidos donde continúa su activismo. Durante su primer visita en Arizona brindó solidaridad a otra madre, Herminia Gallego, quien pasó un mes en santuario, luchando por la liberación de su hija. Valeria Fernández nos trae la historia.
Se escucha a Elvira Arellano decir:
“Yo sé que no es fácil estar aquí luchando pero estamos aquí para apoyarle…”
Elvira Arellano y Herminia Gallego se abrazaron como dos amigas de toda la vida, aunque apenas acababan de conocerse. Elvira llegó en una breve visita a Arizona y pidió conocer a Herminia.
Elvira:
“Yo entiendo lo que ella está pasando. Yo estuve en santuario. Recibí muestras de odio, de racismo, de xenofobia, pero lo más grande…, recibí muestras de cariño, de amor, de fe y de esperanza…Y eso es lo más importante lo que yo quiero transmitir a ella”
Herminia Gallego ya llevaba un mes sin salir de la Iglesia de San Agustín, en la ciudad de Tucson, Arizona, suplicando por la liberación de su hija, Rosie Rojas. Cuando recibió la visita de Elvira, estaba sentada en un rincón, a la entrada de la iglesia, donde pasa todo el tiempo.
Herminia:
“Yo como aquí, duermo en las bancas…, me lavo el pelo. Tengo un mes, tres veces me he lavado el pelo, me limpio con wipes…pero eso a mí no me tumba”
Herminia compartió con Elvira las cartas y dibujos que su hija le estuvo mandando desde el centro de detención.
– Estos son los dibujos de Rosie…
– ¿De dónde son originarios?
– De Quintana Roo.
La hija de Herminia tiene 20 años de edad y se crió en Estados Unidos desde los ocho. Hace dos años regresaron a México, pero sufrieron amenazas de parte de grupos criminales, por lo que toda la familia volvió a Estados Unidos pidiendo asilo político. Mientras que Herminia y su hija menor de 13 años fueron liberadas, su esposo fue deportado; y su hija Rosie fue detenida por 7 meses en el Centro de Detenciones de Eloy.
“Rosie es una dreamer, es una jovencita que quiere terminar la escuela…, no ha podido terminar la escuela”, deplora Herminia.
Elvira Arellano también pidió asilo político. Como parte de un grupo organizado de varias personas que impulsado por los Dreamers cruzaron la frontera por Tijuana; jóvenes que crecieron en Estados Unidos sin documentos. Elvira tiene dos hijos: Saúl, de 15 años, y Emiliano, de 6 meses.
“La violencia que está pasando en nuestros países de origen, en México y en Centroamérica… es muy difícil que las familias puedan quedarse allá”, dice Arellano.
El caso de Elvira Arellano es conocido internacionalmente. Cuando cruzó la frontera recientemente, fue liberada en cuestión de días, en comparación con la hija de Herminia. La activista criticó el record de dos millones de deportaciones que ya lleva la administración de Obama.
Elvira:
“Herminia y yo también, teníamos esperanza que con el presidente Obama, cambiaran las cosas, positivamente… más sin embargo, fue solamente deportaciones y separación de familia lo que hemos recibido”
Herminia tuvo que juntar seis mil 500 dólares para la fianza de Rosie. Un día después de la visita de Elvira, consiguió todo el dinero y su hija salió en libertad.
Herminia:
“Ya lo logré, ¡voy a volver a ver a mi hija! Tengo tres meses de no abrazarla, y de no verla…, nada más escucharla por teléfono dos minutos”
La presión de grupos pro inmigrantes continúa en todo el país, y especialmente en Arizona, donde hay varios centros de detención. Se espera que en las próximas semanas la administración de Obama anuncie cambios en sus políticas de deportación.
