El voto latino para los demócratas en el próximo ciclo electoral y el Gerrymandering

De la redacción

El país se aproxima al inicio del nuevo ciclo electoral del 2020 y las elecciones presidenciales se antojan como las más importantes quizás de la historia moderna del país, pues entre otras cosas el carácter de esta nación, si no es que el alma, está en juego. El daño infringido en los últimos tres años demanda una vigorosa participación electoral, muy particularmente entre los electores latinos, el grupo más castigado por las políticas antinmigrantes de esta administración federal. La experiencia recientemente pasada hace pensar en una participación en las urnas por parte de los latinos que podría hacer diferencia, si las tendencias registradas en 2018 continúan al alza.

Las elecciones pasadas registraron un sorprendente crecimiento electoral entre los latinos, un grupo tradicionalmente con baja participación en las urnas. A diferencia del voto general, o no latino, cuyo crecimiento en 2018 fue del 37 por ciento, los latinos registraron un aumento del 96% en el nivel nacional, en comparación con 2014. Pero en estados con alta densidad poblacional, como California, Texas y Nueva York la participación aumentó hasta en un 133% según un análisis de los recintos electorales, realizado por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), dice un despacho de America’s Voice.

Como se ha presenciado en por lo menos la última década, existe una vigorosa empresa por parte del Partido Republicano para suprimir el voto de las minorías, y los recursos utilizados son de sobra conocidos.

Por ejemplo, la manipulación de las líneas distritales, conocida comúnmente como Gerrymandering; la exigencia de un ID oficial con fotografía, y en ocasiones hasta la exigencia de actas de nacimiento; la anulación de casillas electorales, dificultando la movilización del votante; los padrones electorales rasurados; la intimidación con presencia de hombres armados, civiles y policías en las urnas; la reducción de días para emitir el voto en ausencia o por correo, y el tortuguismo de los funcionarios de casilla para desanimar al votante ante las largas colas y el tiempo exagerado de espera para poder votar, entre las más conocidas. En estas páginas hemos documentado amplia y oportunamente este fenómeno.

Los republicanos no pierden el tiempo

All On The Line, una campaña de defensa de las comunidades de base apoyada por el Fondo Nacional de Acción de Redistritación, dirigida por el exFiscal General de la Nación, Eric Holder, con la participación del expresidente Obama, informó en un comunicado sobre “un audio filtrado, de una reunión en agosto organizada por la agrupación afiliada a la familia Koch, llamada ALEC. En la reunión, los manipuladores de mapas de distrito en un panel describieron a los legisladores una estrategia elaborada para destruir evidencias, a fin de que no se puedan usar en litigios y que más bien parezcan formas no partidista para defender sus mapas manipulados en la corte”.

Entre tanto, «Los demócratas buscan construir sobre las ganancias de 2018 con los votantes latinos», dice un atículo del Wall Street Journal (WSJ)citado por America’s Voice. Los organizadores demócratas, continúa, “han luchado durante mucho tiempo para obtener una sólida participación y apoyo latino en las urnas. Y piensan que finalmente han dado con una estrategia ganadora”.

En este contexto, los estados, grupos de defensa y otras organizaciones dicen que están invirtiendo más recursos antes que antes para enviar voluntarios a vecindarios latinos e involucrar a los votantes, incluido el registro de jóvenes para votar y la celebración de eventos en español.

Esta movilización está ocurriendo en todo el país, en un momento en que las campañas presidenciales demócratas todavía se centran en gran medida en cuatro estados de votación anticipada, donde sólo uno de los cuales tiene una población latina significativa, dice la fuente.

“Los demócratas esperan replicar su éxito en las elecciones de 2018, cuando la participación de los latinos en varios estados conocidos como ‘campo de batalla’ casi duplicó la participación del previo ciclo electoral de medio término, y ayudó al partido a tomar el control de la Cámara”.

Según el Pew Research Center, los latinos están en camino de ser el mayor grupo minoritario racial y étnico en el electorado del 2020, lo que les daría una gran ventaja electoral. “Antes de las elecciones de 2016 hubo predicciones de que el presidente Trump tendría un rendimiento significativamente inferior con este grupo, en comparación con los candidatos presidenciales republicanos anteriores, como resultado de su retórica antinmigrante”. Pero como ya sabemos, “dichas expectativas no se materializaron”.

De tal manera que el apoyo de los latinos a los republicanos, sostiene el Centro de Investigación Pew, “alcanzó el 40% para George W. Bush en 2004…. Mientras que el presidente Trump y el candidato republicano de 2012, Mitt Romney ganaron un poco menos de un tercio de los votantes hispanos”.

Por su parte, All On The Line afirma que en agosto y septiembre “reclutamos a más de 5 mil miembros fundadores de ‘Redistricting U’ para financiar una iniciativa de capacitación” Lanzaron entonces el primer enamiento en 21 ciudades, y han entrenado a “cientos de activistas que trabajarán en la primera línea para asegurar mapas justos para la próxima década”.
Dicha organización está reunida con consultores, cabilderos y abogados para delinear cómo organizar la próxima campaña partidista contra el gerrymandering, “para poder presionar por la transparencia durante el próximo proceso de redistribución de distritos”■

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