Marco Vinicio González
Una de las formas extremas como se expresa el cambio climático, además de incendios e inundaciones es la sequía, que en California viene haciendo estragos durante los últimos tres años, dice la agencia gubernamental o el Sistema Nacional Integrado de Información sobre Sequías.
En el Valle central de San Joaquín más de 600 mil personas han sido afectadas por dicha sequía, cada vez peor, a pesar de que septiembre registro el mes más lluvioso en los últimos 128 años, con una acumulación de 0.21 pulgadas cuando la norma ha sido de 7.52 pulgadas en temporadas de lluvias muy intensas.
De acuerdo con el Departamento de Alimentos y Agricultura de California, el Valle de San Joaquín siembra 920 mil acres de distintos cultivos: vegetales, hortalizas, frutas y granos, y es la séptima región productora más grande del país, con un valor de 3 mil billones de dólares en 2020. La ciudad de Fresno está catalogada como la mayor productora del condado de San Joaquín, junto los condados de Kern y Ventura.
Esta región brinda trabajo a unos 167 mil campesinos durante la preparación de la siembra, pero es probable que sean mucho más durante la temporada alta de la cosecha, dic e KVPR.
De esta suerte, la sequía en California estaría motivando un éxodo de trabajadores, muchos de ellos inmigrantes que no necesariamente regresan a sus países de origen sino que tal vez emigran o otras regiones agrícolas cercanas, como a los campos del estado de Washington, Oregon o Colorado en busca de trabajo.
Según la fuente “No se vislumbra el final de la sequía prolongada de tres años en California”, por lo que es probable que esté ocurriendo “una migración impulsada por la sequía”, como ocurrió en la década de 1930 con el Dust Bowl que arrasó Oklahoma, Colorado, Nuevo México, Texas y Kansa.
Entonces, las llanuras del sur de Estados Unidos sufrieron severas tormentas de polvo y las familias campesinas se vieron obligadas a mudarse al oeste para encontrar tierras fértiles. Desde Texas hasta Nebraska murieron personas y ganado y las cosechas fracasaron en toda la región.
De acuerdo con KVPR, el presidente de la Asociación de Frutas Frescas de California, Ian LeMay ha dicho que durante el Dust Bowl miles de familias campesinas “Emigraron a California y rebotaron entre el Valle de Coachella y el Valle de Salinas durante años hasta que pudieron encontrar un trabajo sostenible a largo plazo aquí en el Valle central de San Joaquín”.
Casi un siglo después un estudio de la Universidad de California (UC) en Merced encontró que “la industria agrícola del estado eliminó más de 8 mil empleos, dejó de producir casi medio millón de acres y perdió mil millones de dólares en ingresos debido a la sequía del año pasado”.
Economistas de UC Berkeley estiman que “la situación empeorará en los próximos años, a medida que California implemente la Ley de Gestión Sostenible de Aguas Subterráneas”. Y predicen que “durante las próximas décadas es probable que el Valle central de San Joaquín vea casi un millón de acres de tierra fuera de producción, lo que resultará en la pérdida de 42 mil empleos en las 43 pequeñas comunidades rurales del valle•