A un par de meses de que cerrara el periodo de inscripción, volvemos sobre el tema de la reforma de salud. A pesar de que a muchos latinos les gustaba Obamacare, terminaron no inscribiéndose en sus planes de salud; y aquellos que se inscribieron, parecen estar recibiendo un baño de agua fría al ver las cuentas que les llegan por los servicios. En esta reseña del programa de Línea Abierta, con ayuda de un par de expertos el director de Noticias de Radio Bilingüe, Samuel Orozco echa un vistazo a la Ley de Atención Médica Costeable, para explorar ¿cómo le está yendo hoy a los recién asegurados que comienzan a usar los planes de salud? Y quienes pueden todavía, a estas alturas, conseguir seguro en este periodo de inscripción cerrada.
Muchos latinos viven por primera vez la experiencia de utilizar los servicios de los planes de salud recién comprados. Hay que recordar de entrada que a muchos latinos les gustó la idea de la reforma de salud, la llamada Obamacare. Lo cual, no es de sorprender, estando los latinos entre los más desasegurados de los desasegurados. Sin embargo, pese a eso, a final de cuentas fueron muchos los consumidores latinos que no compraron seguro bajo el mercado de intercambios. Y aquellos que lograron conseguirse una póliza ahora pasan por momentos de sorpresa, y algunos hasta de frustración al revisar sus cuentas dice Samuel Orozco.
¿Qué está pasando con estos usuarios a la hora de tratar de disponer por primera vez de los servicios del doctor después de haber pagado su plan bronce, o plata, o cualquiera que fuera el plan escogido? ¿Qué tanto se logró, o no, al intentar asegurar a los latinos?
La invitada de Línea Abierta, directora asociada de la Oficina de Salud de las Minorías, del Departamento federal de Salud en Washington, DC, Mayra Álvarez adelanta una explicación: “En los estados donde el gobierno federal controló el mercado de seguros, las personas que voluntariamente quisieron poner su información a cerca de su raza o etnicidad, fueron 400 mil latinos”.
Eso significa, asegura Álvarez, que esos 400 mil latinos ahora tienen un seguro médico de alta calidad, para poder mantenerse más saludables. “Pero lo que no sabemos, es que hay muchos más que se inscribieron en el mercado, y también por fuera del mercado; que no quisieron poner su información a cerca de su raza o etnicidad, no se sintieron a gusto. Tampoco sabemos la información de los estados, los seguros médicos donde el estado tuvo un control”. Añadió que el gobierno federal está trabajando para conseguir esta información. Pero lo que sí se sabe, dijo, “es que ahora millones de personas tienen esa seguridad que viene con un seguro médico, incluyendo a la comunidad latina”.
A cerca de cuánto se logró bajar la cantidad de desasegurados, Álvarez afirma que todavía no se sabe tampoco, porque todavía se sigue trabajando en eso. Están también los periodos de inscripción especial, “y también la inscripción en el programa federal de Medicaid y CHIP continúan. “Ahora la familia, los niños que califican para este programa todavía pueden inscribirse. También en los estados que han expandido su programa de Medicaid para inscribir a los adultos que no tienen hijos pueden inscribirse; no tienen que esperar hasta que inicie el periodo de inscripción abierta en el otoño”. Aseguró que las encuestas que se realizan van a compartir esos números en el futuro para saber cuántos todavía no tienen seguro médico.
En Texas los latinos se presentaron a comprar seguro en proporciones relativamente mayores que las de los anglos, pese a nadar contra corriente, porque el gobierno estatal que se encargó de meter zancadillas a cada paso del proceso de inscripción, apunta Orozco. ¿Cómo explicar esto?
Mayra Álvarez responde que el gobierno federal no pude con esta tarea solo. “Fueron las organizaciones basadas en la comunidad, las iglesias, los negocios pequeños, las organizaciones que conocen y tienen la confianza de la comunidad, los centros de salud que ya conoce a la gente; con su trabajo de día a día sobre este mercado de seguro médicos para poder inscribir a los miembros de su comunidad, eso la verdad fue lo que hizo la diferencia”. Esto sucedió no nada más en esos lugares donde el gobierno estatal estaba ayudando con la inscripción, como en California y Nueva York, afirma, “sino en los estados donde no había el apoyo que queríamos, como el estado de Texas. Especialmente en las áreas donde teníamos esas conexiones con las organizaciones comunitarias, ahí vimos una gran diferencia con las personas que tenían más preguntas, querían más información, cuando había las ferias de salud, cuando salió la iglesia y había personas ahí platicando sobre el mercado de seguros médicos”.
Radio Bilingüe recibe constantemente llamadas de radioescuchas que han manifestado malestar y hasta frustración. Por un lado, al ver el monto de las facturas que reciben por el cobro de los servicios de salud, deducibles, co-pagos, etcétera; y por el otro, al batallar para encontrar doctores que estén disponibles para atenderles, o que estén en la red de médicos y especialistas de los planes de su seguro. ¿Qué tan familiares resultan para el gobierno estas quejas?
Álvarez: “Lo que sí hemos escuchado es que la gente todavía tiene muchas preguntas a cerca de qué es el seguro médico y cómo funciona. Estamos pensando ahora qué podemos hacer para prepararnos con la comunidad, para que cuando abramos el mercado en el otoño, la gente esté lista, tenga la información que necesita para hacer una decisión informada sobre el seguro médico”.
La invitada dice que hay preguntas sobre copayments, deducibles, sobre cuánto va a costar, cuánto va a salir de su bolsillo, cuál es parte de la prima… “Y eso es algo que queremos comenzar hoy, a cerca de esa conversación con las familias, porque es importante estar informado de algo tan importante como el seguro médico”.
Las familias latinas, quizás las más golpeadas por la reciente recesión, se están recuperando apenas, poniéndose de pie de nuevo y se quedan con la boca abierta al ver el monto de las facturas. ¿Qué dice a éstos el gobierno?
“…Uno nunca sabe lo que pueda ocurrir en el futuro…, un accidente, o algo le va a pasar a nuestros hijos; y la seguridad que viene con el seguro médico, de que no vamos a preocuparnos cómo vamos a pagar los costos del hospital o de la medicina, es algo que… no hay cantidad de dinero que puede cubrir esa seguridad”.
Álvarez explica lo que el gobierno intentaba introducir con el concepto del mercado: “Si uno se da cuenta que este año, cuando está pagando sus primas, que este plan no era el que querían para su familia o para ellos, en el futuro, en el próximo periodo de inscripción tienen la oportunidad de conseguir un plan diferente, con diferentes precios, con diferentes servicios que se ofrecen, para tomar la decisión más apropiada a la familia”.
Los pesimistas respecto a Obamacare calculaban que para el año que entra los precios de las primas de los seguros iban a escalar un 20 o un 40 por ciento, y algunos hasta aseguraban que un 100%. Las aseguradoras han solicitado ya aumento a sus tarifas y en próximas semanas se fijarán las nuevas tarifas autorizadas para el próximo año, incide Orozco. ¿Qué tanto se espera lleguen a variar las pólizas para el próximo año?
“Esperamos que sí van a variar, porque así funcionan las compañías de seguro, pero lo que no vamos a esperar es que vayan a subir a unos precios que queden fuera del alcance de la gente”, sostiene la experta. “Lo que hemos hecho con el mercado, con esta ley, es poner en pasos la idea de que el consumidor es primero, no lo que están ganando las compañías. Cualquier aumento de las primas debe ser menor del diez por ciento. Porque hay ciertas reglas para las compañías; tienen que explicar de dónde vienen los aumentos del precio y por qué están pasando. Porque como consumidores, debemos de tener esa información, para que nosotros cuando estamos escogiendo cuál plan queremos podamos saber cómo se está portando el plan, la compañía”.
Mayra Álvarez relata que las compañías de seguro se han dado cuenta que hay ocho millones de personas que tienen seguro médico privado, “¡que antes no lo tenían!, y eso es negocio para ellos; entonces, en el futuro muchos están decidiendo entrar al mercado para también poder ofrecer sus planes a la población, por lo que esperamos tener más competencia en el mercado, para poder ofrecer a la gente mejores precios y más opciones”.
Tras haberse cerrado el periodo de inscripciones hace un par de meses, y que no se abrirá de nuevo hasta el 15 de noviembre, para ciertas personas durante este periodo de verano se puede abrir la inscripción. ¿Quiénes son ellos, quienes de los que se les pasó el tren y perdieron la inscripción todavía se podrán dar de alta en este periodo?, pregunta Samuel Orozco.
Cuando se dan ciertos eventos que pueden provocar cambios en la vida de una persona, esa persona puede ser quizás elegible para inscribirse en un seguro médico a través del mercado, y ese es por la existencia de un periodo de inscripción especial, apunta Álvarez. “Y la gente que califica para esos periodos de inscripción especiales son personas que tienen experiencias grandes. Por ejemplo, si uno se casa, si tiene un bebé o adopta un niño, o si gana la ciudadanía, o si sale de la zona geográfica de cobertura de su plan de salud del mercado…, hay varias razones para poder aplicar”. Recomienda que es más seguro informarle al mercado de esos cambios, y que el usuario puede hacerlo en línea, en cuidadodesalud.gov, o en coverdcalifornia.com, de cualquier evento que cambie su vida para saber si califica a ese periodo de inscripción especial”. La experta advierte que el usuario cuenta con 60 días, a partir de cuando ocurre el cambio o evento para ser elegible a dicho periodo de inscripción especial.
Orozco insiste a Álvarez que algunas compañías, o por lo menos una compañía de seguro privada, como eHealthInsurance (http://www.ehealthinsurance.com) anuncia que todavía se puede inscribir a un seguro de salud, aun cuando no tengan esos cambios o no puedan declarar ningún evento que les haya impactado en su vida. ¿Qué tan en serio se pueden tomar esos avisos comerciales, esas ofertas?
Mayra Álvarez dice que en primer lugar son compañías privadas, y que varias de ellas van a seguir ofreciendo seguro médico. Advierte que además la gente todavía puede conseguir seguro médico, pero fuera del mercado. “Eso fue cierto antes del periodo de inscripción, y después. Pero lo que es diferente es la ayuda financiera que uno pueda obtener a través del mercado, no va a poder obtenerla afuera del mercado. Si va a una compañía privada, no van a poder obtener esa ayuda financiera, los créditos tributarios ni reducciones…”.
Samuel Orozco apunta -justo el día en que esta Línea Abierta sale al aire (10/6/14)- que se reporta que en el banco de datos de la ley de reforma de salud se han descubierto discrepancias, por la información que dieron unos dos millones de usuarios que llenaron los formularios. Que todavía hay que verificar cierta información respecto a ingresos, seguro social, ciudadanía y otras cosas, y que esto puede afectar la cobertura médica de muchos; los pagos en caso de que haya ganado subsidios y otras cosas que puedan resultar afectadas. ¿Qué hay de cierto en esta información?
“Lo que es cierto es que nosotros a veces tenemos que tener más información a cerca de los detalles de una persona”, dice la invitada, quien sostiene además que el gobierno quiere verificar que dicha información sea correcta. “En muchos casos es porque a lo mejor una persona empezó a ganar más dinero en marzo, o cambió de trabajo, o de casa…, hay muchas cosas que afectan nuestros sueldos y nuestra información en el sistema. Y lo que queremos hacer nosotros es nada más verificar que la información es correcta”. Para los casos más complejos, que tienen que ver por ejemplo con la inmigración es igual, afirma: “Estamos verificando que la información que la persona puso en su solicitud es correcta. Porque queremos que la persona que califica para esa ayuda financiera pueda obtenerla sin problemas”, y que no esperan que las personas vayan a perder su ayuda o cobertura al cotejar la información, concluye Mayra Álvarez.
Continúa….