Maribel Hastings y David Torres
America’s Voice, Phoenix, Arizona
“Así que considero que el momento del movimiento latino ha llegado. Después de 2020 es nuestro año. ¿Por qué? Porque en el 2020 no solamente hay una elección de presidente, sino también hay un censo y obviamente luego se va a llevar a cabo la redistritación. Cuando los nuevos distritos queden rediseñados se van a dar cuenta de que el poder latino va a tener que ser escuchado. Los jóvenes que tienen ahora 12 años, en 6 años más estarán votando. De tal modo que gane quien gane las elecciones, va a tener que gobernar con los latinos dentro de Estados Unidos. Y no vamos a dejar de crecer, y eventualmente vamos a gobernar. Así va a ser».
El creciente voto latino de Arizona continúa su marcha en los esfuerzos de ciertos sectores para tornar este republicano estado en uno pendular o incluso azul demócrata. En cada elección previa ha habido progreso, y este año no será la excepción.
Las coaliciones de organizaciones que registran y movilizan votantes, incluyendo entre otras a One Arizona, de quien forma parte Mi Familia Vota, que ya sobrepasó su meta y ha registrado a 100 mil nuevos votantes latinos y espera llegar a 120 mil en los días que restan.
En este estado la comunidad inmigrante, y en consecuencia la hispana en general han sido apabulladas por figuras y políticas antinmigrantes, como las del alguacil del Condado de Maricopa, Joe Arpaio, la exgobernadora, Jan Brewer y la antinmigrante SB 1070. Y ahora el candidato presidencial republicano, Donald Trump, se suma a la lista con el apoyo de toda la batería antinmigrante del estado.
Una comunidad que es atacada se organiza y, con el paso de los años, esa se ha convertido en una realidad en Arizona. En 2010 el impacto de la SB1070 no sólo en la comunidad indocumentada sino en ciudadanos y residentes permanentes afectados por el uso de perfiles raciales, intensificó los esfuerzos de registrar y movilizar votantes.
“Es una lucha que viene de antes del 2010, pero a partir de la SB 1070 fue el momento histórico en que muchos en Arizona decidieron salir a registrar votantes latinos, porque esa ley representaba mucho odio y queríamos pararlo. Y encima de todo, tenemos un candidato a la presidencia que está hablando solamente mal de nuestra comunidad y nos está atacando», declaró Eduardo Sáenz, director estatal de Mi Familia Vota en Arizona.
“Las elecciones en este estado se han puesto más y más reñidas cada año pero los republicanos no han logrado entender que atacándonos, asustándonos, evitando que votemos, aprobando leyes para que se nos haga más difícil la votación sólo están insultando más a nuestra comunidad. Pero esta comunidad se va a dar cuenta de que es un grupo de personas y un partido en especial quienes nos han estado atacando por muchos años, en este estado y a nivel nacional», dijo por su parte, Ben Monterroso, director ejecutivo de Mi Familia Vota.
El último aspirante presidencial demócrata en ganar Arizona fue Bill Clinton durante su reelección en 1996.
En el 2008, el demócrata Barack Obama perdió Arizona por apenas nueve puntos porcentuales, pese a ser el estado del entonces contendiente presidencial republicano, el senador John McCain.
Aunque la antinmigrante SB 1070 intensificó los esfuerzos de registro y movilización de votantes, en 2012 el aspirante republicano, Mitt Romney le ganó a Obama este estado fronterizo 54 por ciento sobre 44%.
Según la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (NALEO), en Arizona hay 625 mil 464 votantes latinos registrados, 17% del total de electores registrados en ese estado.
Y hay factores que pueden ir colocando a Arizona en la lista de estados pendulares: el alza en la población latina, sobre todo de personas elegibles para votar, y un Partido Republicano empecinado en alejar a este importante sector electoral.
Pero aquí, como en otros estados en juego hay otro factor: que los demócratas inviertan y cortejen a ese voto latino. Hacerlo puede alterar el mapa electoral en algunos sectores obrando a su favor.
Si los demócratas no creen en la importancia de no dar por sentado el voto latino, que escuchen a Santiago, un ecuatoriano que trabaja en un valet parking en Phoenix:
“Poco a poco hemos visto los inmigrantes cómo han cambiado las cosas en Arizona… Cómo nuestras voces se han ido escuchando a pesar de tanto ataque. Hemos despertado, tanto que incluso ahora podemos ver las cosas de otro modo. Por ejemplo, los candidatos a la presidencia… ninguno me inspira confianza. El pasado oscuro de Hillary Clinton me frena para apoyarla totalmente, pero Donald Trump… ese tipo es un payaso. Ojalá no gane, pero ya ve cómo son los americanos. Con ellos nunca se sabe”, advirtió.
“Siempre he dicho que Arizona está a muy poco tiempo de convertirse en otro California. Yo vengo de ese estado, donde tuve la oportunidad de luchar contra la Ley –antinmigrante- 187, que hizo despertar y movilizarse a nuestra comunidad. Mucha gente dice, ‘California cambió’. No, no y no: nosotros los votantes latinos cambiamos a California», afirmó por su parte Monterroso, sobre el hecho de que California es un estado predominantemente demócrata, donde una comunidad hispana e inmigrante y votante fue crucial en ello.
Ahora ese voto latino espera lograr lo mismo en Arizona.
Maribel Hastings es asesora ejecutiva de America’s Voice y David Torres es asesor de medios en español de America’s Voice
Foto: Maribel Hasrtings
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