De La Redacción
En esa capital cubana Francisco habló de “la necesidad de superar los preconceptos”, como mencionó a su llegada en el mismo aeropuerto, dice la doctora, concepto que también retomó el Papa en la misa del domingo, reiterando que hay que dejar atrás las cosas que nos dejan avanzar. “Me imagino que se refería a la ideología… Exhortó a los cubanos a soñar, a ponerse por encima de las ideologías; de no mostrar resistencia a los cambios”.
“Como María, madre de la caridad, queremos ser una iglesia que salga de casa para tender puentes, romper muros, sembrar reconciliación”. Estas fueron parte de las palabras del Papa Francisco a su llegada a Cuba. “En estos días tendré ocasión de ir al Cobre, como hijo, y como peregrino. Para pedirle a nuestra madre, por todos sus hijos cubanos, para esta querida nación, para que transite por los caminos de justicia, paz, libertad y reconciliación”.
A su llegada a Cuba la semana pasada, Francisco dijo además que geográficamente Cuba es un archipiélago que mira hacia todos los caminos, “con un valor extraordinario como llave, entre el norte y el sur; entre el este y el oeste. Su vocación natural es la de ser punto de encuentro, para que todos los pueblos se reúnan en amistad, como soñó José Martí. Ese mismo fue el deseo de San Juan Pablo segundo, con su ardiente mandamiento a que Cuba se abra con toda su magnífica posibilidad al mundo, y que el mundo se abra a Cuba”.
Agregó: “Desde hace varios meses estamos siendo testigos de un acontecimiento, que nos llena de esperanza: el proceso de normalización de las relaciones entre dos pueblos, tras años de distanciamiento”. Es un proceso, añadió. “Es un signo de la victoria de la cultura del encuentro, del diálogo. Del sistema del acrecentamiento universal, por sobre el sistema muerto para siempre, de dinastía y de grupos, como decía José Martí. Animo a los responsables políticos a seguir avanzando por este camino. Y a desarrollar todas sus potencialidades, como prueba del alto servicio que están llamados a prestar, en favor de la paz, y el bienestar de sus pueblos, y de toda América; como ejemplo de reconciliación para el mundo entero. El mundo necesita reconciliación, en esta atmósfera de tercera guerra mundial”.
Hubo honores y abrazos durante su recibimiento, por parte del presidente de Cuba, Raúl Castro el pasado domingo 20 de septiembre. El mandatario cubano regaló al Papa un crucifijo hecho con maderos de balsas, que simbolizan la travesía del pueblo cubano, que se lanza en busca de una mejor vida allende los mares y trata de llegar a las costas de Estados Unidos. Al día siguiente, ante más de 200 mil cubanos el Papa Jorge Mario Bergoglio, hoy Francisco, realizó una emotiva misa en la famosa Plaza de la Revolución, en La Habana, ante una multitud que comenzó a llegar al lugar desde la madrugada y no cesó hasta llenar la referida plaza. Con las gigantescas figuras de dos íconos revolucionarios, Camilo Cienfuegos y el mundialmente famoso, Ernesto “Che” Guevara a sus espaldas, además de otra imagen de Jesucristo, Francisco llamó a “servir a los más frágiles y no a las ideologías”, en el servicio a los demás.
La referencia provino cuando que el líder de la iglesia católica reflexionaba sobre un pasaje bíblico en el cual los apóstoles discutían por ver quién de ellos era más importante. Entonces el Papa dijo: “Ser cristiano entraña servir la dignidad de sus hermanos, luchar por la dignidad de sus hermanos y vivir para la dignidad de sus hermanos”, porque “servir significa cuidar a los frágiles de las familias, de la sociedad, del pueblo; porque ellos son los rostros sufrientes, desprotegidos y angustiados a los que Jesús propone mirar e invita a amar”. Cuando llegó el Ángelus en su homilía, el Papa pidió por la paz en Colombia. Y alertó a la humanidad para “evitar otro fracaso en la reconciliación” de ese país que sufre un conflicto armado por más de medio siglo. Francisco se refirió entonces a los diálogos del gobierno colombiano con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, celebrados en La Habana desde octubre de 2012, y que recientemente se han reanudado positivamente.
Concluida la misa en la Plaza de la Revolución, Francisco visitó al líder de la revolución cubana, Fidel Castro, en su residencia en la Habana, donde ambos personajes platicaron durante 40 minutos, de acuerdo con informes del portavoz del Vaticano, Federico Lombardi. En la reunión también estuvo presente la esposa del líder cubano, Dalia Soto del Valle, y sus hijos y nietos. Allí, ambos personajes abordaron temas de actualidad internacional, como los daños al medio ambiente, e intercambiaron libros de regalo.
En esa isla del caribe el Papa visitó tres ciudades: La Habana, Holguín, y Santiago, en el oriente de la isla. En un programa de radio posterior a dicha visita papal, cuando Francisco llegaba a Washington, el director de Noticias de Radio Bilingüe y conductor del aclamado programa, Línea Abierta, Samuel Orozco analizó el significado de la visita del Papa a Cuba. Para ello, tuvo como invitada del programa a la Dra. María Isabel Alfonso, cubana de origen y profesora de Colegio San José, además de ser co-directora de CAFÉ (Cubanos Americanos por el Compromiso), en la ciudad de Nueva York.
Dra. María Isabel Alfonso
En el programa de Línea la Doctora María Isabel Alfonso dijo participar, además de como académica, como activista por los esfuerzos de reconciliación entre Estados Unidos y Cuba, y confesó estar también estaba ahí como practicante de la religión católica, con la que creció desde su nacimiento hasta los 23 años de edad cuando salió de Cuba. Ella dijo también que el tema le resultaba importante no sólo desde el punto de vista del análisis político y cultural, “sino que lo veo como parte de mi vida también, de mi experiencia, y humildemente pongo este conocimiento y esta experiencia de haber crecido como practicante católica de la iglesia cubana, a la disposición de los oyentes del programa”.
De esta suerte dejamos aquí que sea la propia invitada quien nos comente sobre el significado de la participación en esta visita del Papa a Cuba y de los documentos más importantes. “Creo que cada uno de los viajes tuvo un simbolismo y una fuerza tremenda”. La académica hizo notar que el Papa Francisco es el tercer pontífice que visita Cuba en 17 años, “lo cual no es un récord tan bajo para un país comunista, ¿no?” (risas). Mirando un poco en retrospectiva los tres puntos del viaje del Papa en Cuba (La Habana, Holguín y Santiago), “creo que en cada uno de estos viajes él dejo como una semilla de sabiduría y de reconciliación; creo que fue el énfasis más importante de esta visita, ¿no?, la importancia de la reconciliación”.
El Papa Francisco en La Habana
En esa capital cubana Francisco habló de “la necesidad de superar los preconceptos”, como mencionó a su llegada en el mismo aeropuerto, dice la doctora, concepto que también retomó el Papa en la misa del domingo, reiterando que hay que dejar atrás las cosas que nos dejan avanzar. “Me imagino que se refería a la ideología… Exhortó a los cubanos a soñar, a ponerse por encima de las ideologías; de no mostrar resistencia a los cambios”.
Agregó citando a José Martí, que el Papa Francisco habló de la importancia de ponerse por encima del sistema muerto de dinastías y de grupos. “Es un momento que por supuesto se presta a una lectura polisémica, de varios significados, que cada cual interpretó como quiso, o como pudo. La prensa de Miami se dedicó por supuesto a verlo como un mensaje directo a un cambio, y a la dinastía de los Castro, a pesar de que el presidente Raúl Castro ha dicho que no será presidente a partir de 2018… o sea que va a haber un cambio”.
Sin embargo la también activista dijo que ella prefiere ver estas declaraciones del Papa más en el contexto de las dinastías y del estatus quo, que ha predominado de ambos lados. “Porque si nos ponemos a ver ante los congresistas y los senadores cubanoamericanos que han sido elegidos supuestamente a través de un sistema democrático, también yo creo que han perpetuado un sistema de dinastías en cuanto a sus ideologías, que ha promovido un anquilosamiento y el estancamiento de las relaciones, así como también un estancamiento de la historia”.
Para esta analista, el Papa con su sabiduría estaba tratando de llegar un poco a todo mundo. “Él se refirió a los dirigentes políticos en general; no especificó si de aquí o de allá, pero yo prefiero pensar que fue de una manera amplia. Hay necesidad de cambios en ambas orillas”.
Olguín
“En el caso de Olguín me llamó mucho la atención el énfasis en resaltar el papel que ha tenido la iglesia cubana, en cuanto a su alcance o a su extensión hacia las comunidades pobres, marginales, e hizo una mención especial de las Casas de Misión, que son pequeños lugares en las zonas más apartadas de Cuba donde no existen iglesias, ni lugares de oración, que han surgido un poco de manera emergente, y las personas pueden ir a compartir la palabra de Dios, orar, recibir la comunión”. La invitada afirma que para ellas fue muy positivo que el Papa les diera la importancia a esos sacerdotes que llegan a esas partes más alejadas de Cuba, “donde las personas están pasando la mayor necesidad, en comparación con otros lugares más céntricos de Cuba, y bueno darle ese especial reconocimiento a los llamados verdaderos protagonistas de la evangelización”.
Santiago
En el caso de Santiago, afirma la Doctora Alfonso, es significativo que el Papa Francisco habló de romper muros, de tender puentes, de sembrar la reconciliación, “de reunir a los cubanos; de que Cuba fuera un país en el que convivieran hermanos y hermanas, cubanos y cubanas…, eso me pareció muy lindo, un mensaje lleno de esperanza, para una nación que necesita recuperarse de muchas heridas. Me pareció que fue el momento culminante, ¿no?”, del viaje del Papa Francisco a Cuba.
Posteriormente el Papa Francisco partió rumbo a Washington, DC, donde comenzaría desde su misma llegada una serie de homilías, visitas y reuniones en tres ciudades de Estados Unidos: Washington, Nueva York y Filadelfia■
El programa completo usted puede escucharlo en el audio de abajo.