El niño Jesús, el carpintero José y la Virgen María son detenidos en una jaula en la frontera

De la redacción

Con la intensión de generar una conversación sobre la compasión y los principios de la fe cristiana, ahora que comienza a reinar el espíritu navideño, una exhibición más que pertinente y también cargada de poderosos símbolos erigió una crítica demoledora a la hipocresía de la administración Trump y los republicanos, que con su silencio permitieron que los niños inmigrantes atrapados en la frontera por las autoridades de Inmigración fueran enjaulados por tiempo indefinido en las peores condiciones físicas y con sufrimiento sicológico que estudios científicos recientes han demostrado causaron en los niños daños cognitivos irreparables o permanentes.

La Iglesia Metodista Unida de Claremont, ubicada a unas 30 millas al este de Los Ángeles, California, creo una alegoría del nacimiento del niño Jesús y sus progenitores, el carpintero José y la Virgen María, separados cada uno de ellos en el interior de sus respectivas jaulas. Probablemente andaban buscando asilo o refugio en la frontera.

Hoy finalmente el periódico The New York Times comentó el suceso publicando la foto en su portada, foto que se volvió viral en las redes sociales durante el fin de semana. Sin embargo, hasta el momento ningún político republicano de filiación cristiana en esta administración, de los que suelen rasgarse las vestiduras y reclamar a cada momento su cristiandad, ha abierto la boca para comentar el singular altar y mucho menos para criticar la práctica gubernamental de enjaular a los inmigrantes y separar a sus familias.

«Esta es una familia sagrada para nosotros. Estimamos a esta familia querida. Y parte de nuestra visión es que están reemplazando a todos los demás sin nombre. Para nosotros, esto es teológico, esto no es político», dijo a la fuente este lunes la reverenda, Karen Clark Ristine, hablando frente a las jaulas.

Cuando se exhibió el singular nacimiento del niño Jesús el sábado por la noche, la reverenda Ristine publicó una foto de la escena en su página de Facebook y escribió: “En un momento en nuestro país cuando las familias de refugiados buscan asilo en nuestras fronteras y se separan involuntariamente unas de otras, consideramos que esta es la familia de refugiados más conocida del mundo».

Los líderes de la iglesia en Claremont afirman que pusieron este nacimiento de Cristo con la esperanza de generar una discusión sobre el tema de la migración, el asilo y la crueldad de las autoridades de Inmigración para tratar a las familias pobres y débiles que han atravesado países para venir a pedir asilo a este país de inmigrantes que históricamente se ha caracterizado por abrir sus fronteras a los necesitados que vienen huyendo de la pobreza y la violencia.

Algunos creen que es la manera perfecta de llamar la atención de todos sobre un problema social importante. Otros piensan que está mal politizar a Jesús y su familia, y es una forma «barata» de llamar la atención y «atacar» al actual gobierno de Estados Unidos. Un tercer grupo piensa que la metáfora no funciona porque Jesús y su familia se encontraban en una situación diferente a la de los solicitantes de asilo de hoy.

«¿Qué tal si compartes la razón por la que están siendo separados, el tráfico de niños, las drogas, las vacunas… sin mencionar que es ilegal cruzar la frontera sin una investigación adecuada», escribió una persona en Facebook en respuesta a la publicación de la reverenda Ristine, que ha atraído a más de 10 mil comentarios en las primeras horas de la publicación.

Domonique Sánchez, de 30 años, que ha pertenecido a la iglesia durante décadas, dijo que Claremont como ciudad es «muy vecina» y se dedica a la inclusión. Ella agregó que se sintió reconfortada de que la iglesia había tomado una postura contra la separación familiar, incluso si invitaba a la controversia al hacerlo.

«Mi familia ha estado en este país durante mucho tiempo, durante cinco generaciones, y somos más estadunidenses que nada», dijo a la fuente. «Pero el racismo siempre es un problema, nunca desaparece, y ahora es más descarado y en tu cara».

Los belenes con un mensaje de protesta no son nuevos. El invierno pasado, la Iglesia Congregacional Fellowship en Tulsa, Oklahoma, colocó una cerca de alambre alrededor de María, José y el niño Jesús y mostró un mensaje en su marquesina que decía «La familia santa era una familia migrante».

La reverenda Clark Ristine dijo que la iglesia tenía un historial de uso de la escena de la Natividad «como una forma de testimonio público» para atraer la atención y la compasión a asuntos importantes. La decisión de centrarse en la separación familiar, dijo, había estado en proceso desde el verano. Mientras hablaba con los periodistas, los miembros de la congregación se acercaron a la Sra. Clark Ristine para ofrecer abrazos y palabras de apoyo, concluye el Times

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