De la Redacción
Donald Trump está haciendo exactamente lo que dijo que iba a hacer desde que fue elegido como candidato presidencial. De hecho, uno de su más fuertes lemas de campaña fue y sigue siendo “deportar a los 11 millones de indocumentados” que viven en el país (luego fueron sólo tres millones), y levantar un muro fronterizo. Más o menos como lo hicieron los chinos 500 años antes de Cristo, o como lo ha hecho el Estado de Israel, sólo que el de Trump “será hermoso”.
Hasta el momento las políticas de Trump sobre la migración y los inmigrantes llevan más o menos este récord:
• Vetó a musulmanes y refugiados
• Amenazó con cortar fondos a ciudades santuario
• Criminalizó a millones de inmigrantes indocumentados
• Agentes de ICE y de la Patrulla Fronteriza están separando a padres de sus hijos
• Están deportando a personas inocentes
• Infundiendo temor en las comunidades de inmigrantes
• Recortará fondos a la red de seguridad social para construir su muro
• Aumentará su fuerza de deportación para agilizar las deportaciones
Pero defensores de los inmigrantes indocumentados han desarrollado diversas estrategias legales, civiles, municipales y estatales que se proponen frenar algunas de dichas políticas antinmigrantes de la administración Trump (ya han frenado una orden ejecutiva, atorada en tribunales), como ha sido el veto a los musulmanes. Pero otras de sus políticas están causando ansiedad y dolor en los inmigrantes, y preocupación entre sus amistades y aliados. En este espacio iremos hablando de ellas.
Una de las acciones que emerge por estos días para restar fuerza a las políticas de Trump es la de los senadores demócratas, que al parecer han decidido comportarse como partido de oposición y no como minoría, dice un comunicado de Credo Action, una organización que capacita a activistas –dice- para impulsar el cambio progresista, desde oponerse a la guerra, defender la libertad reproductiva, proteger el medio ambiente y un sistema alimentario saludable, así como proteger los derechos de los inmigrantes indocumentados, entre otros temas.
El “Hermoso” Muro de Trump
Como es sabido, los republicanos necesitan 60 votos para apropiarse de los fondos que necesitan para construir el muro (uno 20 mil millones de dólares aproximadamente según algunos expertos), porque ha quedado claro que México no pagará por él. Y está también la fuerza de deportación en la agenda de Trump.
“Ellos –los republicanos- no pueden llegar a 60 votos sin el apoyo de al menos ocho senadores demócratas”, dice el comunicado, “lo que da a los demócratas el poder de defender a los inmigrantes, bloquear a Trump y actuar como un partido de oposición en lugar de una minoría”.
Por tal razón los republicanos tratarán de empaquetar fondos para la construcción del muro y de su fuerza de deportación, extrayéndolos de los proyectos de ley que son necesarios para cubrir los gastos obligatorios del gobierno. Y aprovechando tal vez el momentum derivado de la primera gran derrota legislativa de Trump este viernes pasado, con su fallida reforma de salud, encabezando la oposición en el Senado Chuck Schumer ya está intentando revertir las propuestas del presidente.
En una carta entregada esta semana a Mitch McConnell, líder de la mayoría del Senado, Schumer amenazó con bloquear un proyecto de ley de apropiaciones que debe pasar el 28 de abril para evitar un cierre del gobierno. Si los republicanos incluyen el financiamiento para el muro, que por cierto saldría del bolsillo del contribuyente estadunidense, los demócratas se opondrán con todos los recursos políticos y legales que tienen a su disposición. Aunque “no está claro que Schumer cuente con el apoyo de todo el grupo o caucus demócrata en esa cámara”, sostiene Credo Action.
Por otro lado, en una carta dirigida al liderazgo de ambas cámaras del Congreso, 400 líderes comunitarios han pedido “que no se entregue a Trump los tres mil millones de dólares solicitados para deportaciones y el inicio de la construcción del muro, porque es un gasto “excesivo e innecesario”, dice el periódico La Opinión, de Los Ángeles, California..
Sostiene que “el gobierno de Estados Unidos ya gasta la bicoca de 19 mil millones de dólares anuales en detener, encarcelar y deportar a cientos de miles de extranjeros”. Es un gasto mayor que el que realiza en todas las demás agencias federales combinadas: FBI, ATF, CIA, Servicio Secreto, etcétera, dice la fuente, en base a una investigación del Instituto de Política Migratoria.
Eso, sin contar los tres mil millones de dólares iniciales que pide Trump para abrir más centros de detención, comenzar la construcción del muro, y contratar a unos 10 o 15 mil agentes de ICE y de la Patrulla Fronteriza. Vale anotar que esta cantidad de agentes, como ocurrió durante la primera administración de George W. Bush, no puede ser contratada con celeridad porque éstos tienen muchas dificultades para pasar la prueba del polígrafo, que detecta si dicen la verdad en sus declaraciones para la contratación.
En la administración de Bush aceleraron este proceso de contratación de agentes fronterizos y migratorios, y luego muchos de estos agentes fueron hallados culpables de trabajar en conexión con los cárteles de la droga y con traficantes de indocumentados, entre otras de sus actividades “extracurriculares”.
Las Deportaciones
La mayoría de los estadunidenses está en contra de la agenda de odio y xenofobia de Trump y del Partido Republicano. De acuerdo con La Opinión, “el 77 por ciento de las personas se opone a la deportación masiva de los inmigrantes indocumentados, y el 66% se oponen al Muro”.
Y la más reciente encuesta sobre el tema, realizada por CNN el 17 de marzo de este año, indica entreo otras coss que el 90% de los estadunidenses apoyó un plan de reforma migratoria que no deporte sino que legalice a los indocumentados, tras cumplir una serie de requisitos.
Además, el 71% señala que el gobierno no debe deportar a todos los indocumentados que están aquí «hay apoyo para deportar sólo a peligrosos delincuentes, por eso Trump los pinta a todos de esta manera», y 58% considera que las deportaciones que se están haciendo “irán demasiado lejos” y deportarán a muchos que no han cometido delitos, agrega CNN.
Volveremos con más sobre este tema en futuras entregas.