Denunciar el trato inhumano a los niños detenidos como una violación de la dignidad y los derechos humanos, y no olvidar a los niños que murieron bajo custodia de Inmigración en 2018 y 2019: Juan de León Gutiérrez, Darlyn Cristabel Cordova-Valle, Mariee Juárez, Carlos Gregorio Hernández Vásquez, Felipe Gómez Alonzo, Wilmer Josué Ramírez Vázquez y Jakelin Caal Maquin. Foto: www.ignatiansolidarity.net.
De la redacción
Contrario a lo que una mayoría -principalmente angloestadunidense- piensa sobre la inmigración, un éxodo mexicano está ayudando a reducir la población indocumentada en Estados Unidos durante los últimos años. Se trata de un fenómeno de migración inversa que ha ayudado a empujar a la población indocumentada a su nivel más bajo en más de 15 años. Pero no sólo han sido los mexicanos, sino también polacos y surcoreanos se han ido.
Nuevos datos que el Centro de Estudios de Migración publicará hoy, muestran que en 2018 había 10.6 millones de inmigrantes viviendo sin autorización en Estados Unidos, en comparación con los 11.75 millones que había en 2010.
Dichos datos muestran además que el número de inmigrantes indocumentados continúa disminuyendo, como parte de una tendencia que comenzó incluso antes de que Trump asumiera el cargo. La población mexicana por ejemlo disminuyó en una cuarta parte entre 2010 y 2018, “en medio de deportaciones aceleradas y una economía mexicana mejorada que ha alentado a muchas personas a irse voluntariamente”, dice la fuente.
Como se sabe, la más reciente crisis de la inmigración ha sido fabricada con fines electorales por el presidente Trump. Con el viejo cuento de “ahí viene el lobo” (las caravanas), se ha salido con la suya y conseguido millonarios fondos asignados por el Congreso y transferidos eventualmente de forma ilegal para los aviesos fines de la Casa Blanca, aunque Trump sólo ha logrado construir en realidad una milla de su muro fronterizo, sin rendir cuentas a nadie sobre el uso de ese dinero del contribuyente, que nadie sabe a dónde ha ido a parar.
Por su parte, la Red Nacional de Jornaleros (NDLON), con sede en Los Ángeles, California y que aglutina a unas 50 organizaciones en todo el país, dice en un comunicado que en lo que va de esta administración, “más de 55 mil inmigrantes fueron encarcelados en prisiones y campamentos en todo el país; niños en jaulas, familias, mujeres trans, madres embarazadas y cualquier otra persona que quedó atrapada por la telaraña de Inmigración” corrió con esta suerte.
Eso, sin contar a los más de más de 60 mil solicitantes de asilo que han sido enviados a México, obligados a hacinarse en campamentos improvisados en peligrosas ciudades fronterizas, donde quedan a merced de peligrosas bandas de traficantes; “sin recursos económicos ni acceso a abogados mientras esperan su día en la corte”, dice NDLON, día que quien sabe cuándo llegará, si es que acaso llega. En tanto, «seis niños han muerto bajo custodia de la Patrulla Fronteriza, y cientos más en los desiertos a lo largo de la frontera sur y de algunas otras maneras».
Este desde luego es un tema que sin embargo en general la población angloestadunidense desconoce, o simplemente omite en sus conversaciones cotidianas y prefiere asustarse con el cuento del lobo.
No obstante, hoy The New York Times reporta que “el tema de la inmigración ‘ilegal’ se ha convertido en una pieza central de la campaña presidencial de 2020, ya que el presidente Trump intensificó las deportaciones en el interior de Estados Unidos y fortaleció aún más la frontera suroeste contra la entrada no autorizada”.
Afirma que “varios candidatos demócratas han pedido despenalizar los cruces fronterizos”. Pero la realidad es que a principios de las primarias demócratas del 2020 fue el ex Secretario de vivienda bajo Obama, Julián Castro, entonces precandidato, quien detalló un plan de reforma migratoria y puso en el centro del debate la abolición de la Sección 1325 de la Ley de Inmigración, que penaliza el cruce ilegal fronterizo, principal motivo del encarcelamiento y deportación de la migración indocumentada. Luego la senadora Elizabeth Warren, también candidata a la nominación de su partido lo incorporó en su plataforma de campaña y posteriormente lo hicieron otros candidatos.
El Times sostiene sin embargo que los candidatos demócratas buscan además “establecer caminos hacia la ciudadanía” para los llamados dreamers, y “confían en tecnología y no más cercas para hacer cumplir la ley en la frontera con México”. Y agrega que dichos candidatos “también han expresado su apoyo para concentrar los recursos de deportación en la eliminación de inmigrantes que son una amenaza para la seguridad pública, es decir, los criminales condenados”.
Sin embargo, en respuesta a que los demócratas «se saltan la inmigración por cuarto debate consecutivo», el Consejero General de NDLON, Chris Newman hizo la siguiente declaración en el referido comunicado:
«No se puede evitar la conclusión de que hay una conspiración de silencio cuando se trata de la ausencia del tema de la inmigración en el debate demócrata”. ¡Gran error!, señala Newman. Porque, sostiene, “El futuro de la democracia estadunidense está en juego si una de estas personas no puede demostrar que puede vencer a Trump en este tema».
Por otro lado, un nutrido grupo de organizaciones que participan en la construcción de la Plataforma de Justicia Migrante, en una Carta Abierta a la Convención Nacional Demócrata (DNC) piden a los candidatos que “no aparten la vista de la inmigración en el debate”.
Y les plantea “serias preocupaciones” por no abordar el tema de los derechos de los inmigrantes durante dichos debates: “les solicitamos en los términos más enérgicos posibles que todos los candidatos detallen con mucho mayor énfasis cómo enfrentarán y superarán la xenofobia desenfrenada y la crisis interna de derechos humanos desatada por Donald Trump… la primera pregunta que deben hacerse es esta: ¿qué lecciones han aprendido los demócratas de su enfoque fallido de la inmigración en el pasado?
Samuel Orozco, María Eraña y Juan Arámbula, Fundador, Primera Productora y Primer Conductor de Línea Abierta, en los estudios de Radio Bilingue en Fresno, California. Foto: José Morán.
En el arranque de las celebraciones de los 25 años al aire de Línea Abierta, el programa estelar de noticias de Radio Bilingüe, se revivieron ayer segmentos de su primera edición en 1995, transmitida desde Albuquerque, Nuevo México. en ella participaron los primeros invitados, políticos latinos que formaron parte por primera vez de la administración federal de Estados Unidos; el fundador (Samuel Orozco), la primera productora (María Eraña), y Juan Arámbulay el primer moderador de Línea Abierta.
Se retransmitieron también llamadas de algunos de los fieles oyentes del ya emblemático programa de noticias, y de Radio Bilingüe, que desde los años 80 han sido familia de esta red nacional de emisoras de radio pública latina.
Y un tema en el que hubo consenso entre todas las partes que participaron ayer en Línea Abierta giró sobre la necesidad de ser los propios latinos quienes deben crear su propia narrativa; y no esperar más ser definidos por otros desde afuera, ajenos a esta comunidad y a sus intereses.
Aunque poco tal vez, se ha andado ya algún camino, se han logrado algunos cambios en este sentido, se dijo. Un radioescucha lo puso de esta manera: “Para que se vayan emparejando los caballos”■
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