De la redacción
Esta semana dos millones más de personas se sumaron a la lista de 41 millones de solicitudes del beneficio de desempleo. Y aunque hay empresas que reabriendo y que están recontratando empleados despedidos, siguen sin embargo recortando empleos de frente a una profunda recesión, dice el más reciente informe semanal del Departamento del Trabajo de Estados Unidos.
Transitar la pandemia de coronavirus sin ayuda pone en riesgo la salud física y económica, y por consiguiente mental, del trabajador que ha perdido su empleo y de su familia.
Por eso estas cifras del Departamento de Trabajo de Estados Unidos (DOL), que incluyen un recuento previo al de 21 millones de solicitantes de desempleo, alcanzaron el 15 por ciento en abril; y a finales de mayo se acercan peligrosamente al 20%, una tasa similar a la de La Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado (24.9%), según los economistas.
Un millón adicional solicitóel beneficio de desempleo este mes, en virtud de un nuevo programa para trabajadores independientes y trabajadores por encargo, que son elegibles para esta ayuda por primera vez. Y aunque el ritmo de los despidos ha disminuido durante siete semanas consecutivas, una señal de que el cráter del mercado laboral puede haber tocado fondo, las cifras pueden ser engañosas.
Se sabe por ejemplo que tras el colapso de los canales oficiales para solicitar este beneficio, por el inmenso e inesperado flujo de solicitudes simultáneo, simplemente muchos desistieron de solicitar. Sin embargo según los estándares históricos el número de solicitudes semanales sigue siendo inmenso.
Pero los cálculos para determinar los beneficios por desempleo están sujetos a una serie de complejas consideraciones específicas. Como si el trabajador fue despedido o no, temporal o permanentemente; por efecto del coronavirus; si es de tiempo completo o de medio tiempo; bajo la ley federal o estatal; de acuerdo con el costo de la vida en las distintas regiones del país, etcétera.
Para ello, DOL ha establecido distintos parámetros de ayuda, como los Programas Estatales de Seguro de Desempleo (UI); la Asistencia de Desempleo Pandémico (PUA); el Programa de Seguro de Desempleo Carta 14-20 (UIPL), que describe las disposiciones relevantes de la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica de Coronavirus (CARES).
Por ejemplo, conforme al programa federal de compensación por desempleo pandémico (FPUC), las personas elegibles que están cobrando ciertos beneficios de UI, incluida la compensación regular por desempleo, recibirán 600 dólares adicionales en beneficios de desempleo federales por semana, una ayuda que termina el 31 de julio de 2020 o tal vez antes.
Además, el PEUC permite a quienes han agotado los beneficios de la compensación por desempleo regular u otros programas, recibir hasta 13 semanas de beneficios adicionales. El DOL establece que los estados deben ofrecer flexibilidad para cumplir con los requisitos de elegibilidad de PEUC, relacionados con la «búsqueda activa de trabajo» si la capacidad de un solicitante se ve afectada por COVID-19.
Ahora bien, ¿qué documentos debe presentar el trabajador al solicitar el beneficio? Este procedimiento y sus detalles son también diversos y algo complicados. Para acceder a un panorama más amplio y detallado sobre estos requisitos se aconseja visitar esta página de DOL.
Y también, se presenta como algo problemático al reclamar la compensación por desempleo ¿cómo comprobar si el trabajador recibía su salario en efectivo, en cheque, si estaba en la nómina o si se le pagaba fuera de ella. Para eso se recomienda visitar este enlace.
Y si el trabajador está solicitando el beneficio de desempleo del nuevo paquete de ayuda o estímulo económico aprobado por el Congreso y promulgado por Trump, se recomienda visitar esta otra página.
El desempleo no implica nada más angustiarse por la falta de recursos y ayuda, del empleador o del gobierno, sino asumir una actitud activa y beligerante para sacar adelante a la familia y transitar hacia una economía para después de la pandemia■