Maribel Hastings
America’s Voice, Cleveland, Ohio
Tras año y medio de circo mediático, arranca oficialmente la Convención Nacional Republicana que esta semana nomina a Donald Trump como su candidato presidencial, contra todos los pronósticos. Como telón de fondo, hay un partido todavía fracturado que aspira a ganar la Casa Blanca con una figura controversial, divisiva y xenófoba en uno de los ciclos electorales más surrealistas de los últimos tiempos.
Trump espera que su compañero de fórmula, el gobernador de Indiana, Mike Pence, solidifique sus credenciales entre sectores conservadores, aunque no queda claro cómo lo ayudará con otros segmentos electorales. Pero esperan emerger del cónclave republicano con una colectividad más unida que pueda dar la batalla a la virtual nominada demócrata, Hillary Clinton, y a quien ésta elija para la mancuerna.
En Cleveland los grandes ausentes serán las reconocidas figuras de la élite republicana, como la dinastía Bush y los aspirantes presidenciales republicanos de 2008 y 2012, el senador de Arizona, John McCain, y Mitt Romney, respectivamente, pero también figuras hispanas que ciclo tras ciclo se dan cita en el evento para promover al nominado entre los votantes latinos.
Los grandes presentes serán las figuras republicanas que han obviado los excesos de Trump con miras a recuperar la Casa Blanca e impulsar una agenda ultraconservadora en caso de que el empresario gane y ambas cámaras del Congreso permanezcan en manos republicanas, así como afianzar el balance conservador en la Corte Suprema. Uno de esos es el presidente de la Cámara Baja, Paul Ryan, de Wisconsin, quien preside la convención, y está haciendo malabares para impulsar la candidatura de Trump, aunque no se vean cara a cara en temas como la inmigración.
Tan reciente como la semana pasada, en un foro con CNN, Ryan plasmó una visión de reforma migratoria que es el negativo de lo que propone Trump pero, de hecho, digan lo que digan Ryan y otros sobre inmigración y diversos temas, la realidad es que el presidente cameral y el séquito de Trump asumirán la agenda extremista de quien es ahora el rostro y alma del Partido Republicano: Trump.
Eso incluye a Pence, quien tiene visiones opuestas a Trump en temas comerciales, criticó la moratoria al ingreso de musulmanes que propuso inicialmente el empresario, y criticó además a Trump por cuestionar la imparcialidad del juez Gonzalo Curiel por su origen mexicano. Pence, empero, ya recita el libreto de Trump.
Alfonso Aguilar, una de las figuras hispanas republicanas más abiertamente en contra de Trump inicialmente, está en Cleveland, aunque aclara que «como observador y comentarista político».
Aguilar fue uno de los primeros en condenar las declaraciones de Trump contra mexicanos e inmigrantes y aunque la semana pasada nos indicó que sólo reconsideraría apoyar a Trump si «es capaz de moderar sus posturas; presentar posturas que incluyan una legalización», hoy lunes, junto a otros líderes hispanos conservadores, anunció su apoyo a Trump.
«Yo no puedo basar, a final de cuentas, mi decisión solamente en el tema de migración. Todo lo que ha sucedido en estos últimos meses con el ataque a Orlando, que fue a la comunidad no sólo LGBT, sino a la comunidad hispana y puertorriqueña; los ataques a los policías, con la tensión racial que existe en el país como respuesta a las políticas de esta administración, el apoyo a Hillary Cinton… esta no es una elección corriente y por eso me lleva a tomar esa decisión, una decisión que ha sido difícil. No me encanta el señor Trump, pero aquí al final de cuentas, es una decisión basada en el bienestar general del país», nos dijo Aguilar.
Pero Trump ha dicho tanta barbaridad contra los hispanos que la pregunta obligada es si ya le será imposible competir por el voto latino.
En 2012, cuando Romney propuso la autodeportación, jamás se recuperó entre los votantes latinos. Sólo consiguió 27% de ese sufragio, y eso que Romney nunca lanzó insultos como los proferidos por Trump.
«Si fuera una elección normal, te diría que ya es tarde (para un reversazo de Trump). Pero siendo Trump un candidato diferente, quizá pudiera cambiar la dinámica con la comunidad latina y ser un poco más competitivo. No quiero decir que vaya a llegar al 40% del voto latino, pero si llegara a un 30%, los números de McCain (en 2008), quizá sea suficiente, pues se está nutriendo de votantes blancos de clase trabajadora que antes no estaban participando del proceso, e incluso de algunos independientes y demócratas identificados con sindicatos que estarían dispuestos a votar por él», sostuvo Aguilar.
Pero una reciente encuesta de Univisión da una ventaja de 48 puntos a Clinton sobre Trump, 67% sobre 19%, entre los votantes hispanos. Según el mismo sondeo, 7 de cada 10 latinos cree que Trump es racista. En otro sondeo de Latino Decisions, Clinton aventaja a Trump 72% sobre 16%.
Tras el confeti y los globos en el cierre del jueves, el circo Trump-Pence se deplaza por el país. Los circos, sobre todo sin animales, entretienen. Este circo no da risa, atemoriza.
Maribel Hastings es asesora ejecutiva de America’s Voice
SIDEBAR:
Crece la fuerza latina en Ohio
CLEVELAND, Ohio – Este estado fronterizo con Canadá siempre ha sido clave para quienes pretenden ganar la presidencia de Estados Unidos. De hecho, siempre se dice que los republicanos que no ganan Ohio no ganan la Casa Blanca. Barack Obama ganó en este estado oscilante en 2008 y 2012. Y ahora diversos sondeos colocan a los virtuales nominados de ambos partidos, la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, respectivamente, en una cerrada lucha por los 18 votos electorales del llamado Buckeye State.
Por tal razón, aunque el porcentaje de votantes latinos en Ohio no sea tan grande como en otros estados, en comicios cerrados cada voto cuenta.
Algunos datos sobre los latinos de Ohio:
#Con una población de alrededor de 395,000 latinos, Ohio es hogar del 0.7% del total de esta comunidad en todo Estados Unidos.
#En el ámbito electoral hay una cifra que llama la atención: de los alrededor de 395,000 latinos de Ohio, unos 200,000 son elegibles para votar, es decir el 2% del total de votantes del estado. Esto es, más del 50% de esta comunidad puede ejercer su derecho al voto, ya sea porque nacieron en el país o porque tomaron la decisión de naturalizarse.
#Aun cuando la comunidad no es tan grande como en otros estados, con apenas el 3% de la demografía estatal de más de 11 millones de habitantes, la presencia de los latinos en Ohio va ganando terreno en diversas áreas.
#Su importancia se siente, por ejemplo, en su poder de compra, que con datos hasta 2014 superaba los $8.8 billones, abarcando como parte de la comunidad inmigrante el 4.8% de la fuerza laboral.
#Eso se traduce, además, en $1 billón en pago de impuesto federal y $553.8 millones en recaudación estatal y local.
#A ello se suma otro dato interesante: los latinos nacidos fuera de EEUU pagaron $237 millones en impuesto federal y a $141.5 millones equivalió su recaudación fiscal estatal y local.
#Por otro lado, es una comunidad muy joven, con una edad promedio de 25 años, la mayoría de los cuales son de origen mexicano, con 53%, y puertorriqueño con 14%. Otras nacionalidades latinoamericanas comprenden en conjunto el 26%.
#En lo que se refiere a los latinos nacidos en el país, constituyen el 77%, mientras que los nacidos fuera representan el 23% aproximadamente.
Fuentes:
-US Census
-Pew Research Center
-American Immigration Council