De la redacción
Dificultar ser contado puede generar una representación política desigual y un acceso desigual a recursos públicos y privados vitales para los grupos de las minorías y sus comunidades. Los hogares latinos por ejemplo, corren el riesgo de no ser contados… Los niños latinos en particular se encuentran entre las poblaciones menos contadas en Estados Unidos, pues aunque la mayoría son ciudadanos, sus padres temen que abrir la puerta a los funcionarios del censo porque, dicen, los expone a peligros como la deportación.
El censo 2020 se ha politizado, pues esta administración lo han convertido en una peligrosa arma contra las comunidades de color, léase principalmente latinos, aunque también nativo americanos y otros grupos de las minorías. Y a resultado de dichos esfuerzos gubernamentales por incluir la pregunta de ciudadanía en el censo 2020, amenaza con inhibir la voluntad de ser contados. “Muchas comunidades de inmigrantes tienen miedo”, dice por ejemplo Lizette Escobedo, directora del Programa del Censo para el Fondo Educativo de la Asociación Nacional de Oficiales Latinos Elegidos y Nombrados (Naleo), que supervisa al personal en seis estados.
Hoy sin embargo sabemos que el presidente y su administración fracasaron hasta el momento en su intento por insertar una pregunta sobre la ciudadanía en el censo del próximo año, cuando tomaron una serie de decisiones equivocadas a fin de no contar a los latinos.
Como hemos dicho ya, la precisión y evitar el subconteo son esenciales para el bienestar político, económico y social de casi 60 millones de latinos que residen en Estados Unidos. Un estudio del Instituto Urbano encontró que incluso sin la referida pregunta, un «mayor clima de miedo y vacilación para participar» podría llevar a que hasta 2.2 millones de latinos queden sin contar. “Eso privaría a los estados con muchos residentes latinos (California, Illinois, La Florida, Nueva York, Texas, entre otros), ‘legales’ e indocumentados, de apoyo financiero federal y representación política en el Congreso”.
Pero un estudio publicado esta primavera por el Centro Shorenstein de Harvard sobre Medios, Política y Políticas Públicas, sostiene que “hasta 6 millones de latinos en 2020, o alrededor del 12 por ciento de la población hispana de Estados Unidos llevarían a un subconteo” de los miembros de esta comunidad. Y la Unión Estadunidense de Libertades Civiles, ACLU eleva esta cifra a 6.5 millones de latinos.
“Los documentos descubiertos en nuestro caso han revelado que atacar a las comunidades inmigrantes es, de hecho, el objetivo de la administración, encabezado por dos de los ideólogos antinmigrantes más prominentes del presidente Trump; y que el secretario de Comercio, Wilbur Ross mintió al Congreso en un intento por encubrir este hecho”, dice ACLU en su página electrónica.
Vale recordar que cuando en marzo de 2018 el secretario Ross anunció que su oficina planeaba preguntar si los encuestados del censo eran ciudadanos estadunidenses, disparó las alarmas entre los activistas. Los funcionarios federales argumentaron entonces que los datos ayudarían al Departamento de Justicia a ubicar a los votantes minoritarios y, por lo tanto, hacer cumplir la Ley de Derechos Electorales, algo para lo que el Censo no debiera estar directamente involucrado. Pero los críticos de la administración, liderados por ACLU presentaron como se sabe una demanda, argumentando que la pregunta tenía el propósito de intimidar a los inmigrantes. La Corte Suprema finalmente encontró que la lógica de la administración era «artificial» y bloqueó la pregunta.
Entre tanto, Escobedo afirma en el sitio web de NALEO que “Toda esta distracción con la cuestión de la ciudadanía realmente obstaculizó gran parte del trabajo que podríamos haberse estado haciendo en torno a las operaciones de contratación y censo… Desvió muchos recursos y nos dejó atrás».
No obstante, la Oficina del Censo de Estados Unidos lanzó el martes un llamado para reclutar nacionalmente aproximadamente 500 mil trabajadores, preferentemente bilingües, contratados temporalmente para ayudar a llevar a cabo el conteo poblacional del Censo 2020. Y cerca de 4 mil eventos locales de reclutamiento se han programado esta semana en comunidades de todo el país, dice un comunicado de la Oficina del Censo:
«Necesitamos que las personas presenten su solicitud ahora para que puedan ser consideradas para puestos a tiempo parcial en la próxima primavera», dijo Timothy Olson, director asociado de la Oficina del Censo para Operaciones de Campo. “Se recomienda encarecidamente a los recién graduados de secundaria, veteranos, jubilados, cónyuges militares, trabajadores temporeros y solicitantes que sean bilingües, que presenten sus solicitudes. Es importante que contratemos personas que pertenezcan a cada comunidad, para tener un censo completo y preciso».
Durante una conferencia de prensa en su Centro de Captura de Datos en Papel del Centro Nacional de Procesamiento del Oeste en Phoenix, Arizona, la Oficina del Censo proporcionó una actualización sobre el estado de las operaciones del Censo 2020 y las oportunidades de trabajo disponibles en Arizona y en todo el país. Los funcionarios de la Oficina del Censo se unieron a socios nacionales y regionales, incluidos AARP, Boys & Girls Clubs of America, el Comité de conteo completo de Arizona y la Cámara de Comercio Hispana de Arizona.
Los encuestadores del censo serán contratados para trabajar en sus comunidades e irán de puerta en puerta para recoger las respuestas de aquellos que no respondan al Censo 2020 en línea, por teléfono o por correo. En ciertas áreas remotas como el norte de Maine y Alaska, los encuestadores son la única forma en que las personas pueden responder al Censo 2020 y ser contadas, dice un despacho d esta oficina■