El presidente Biden firmó esta semana la ley de reducción de la inflación, misma que incluye una histórica inversión contra el cambio climático. Durante el largo proceso para su aprobación, organizaciones comunitarias y ambientalistas latinas jugaron un papel clave en la presión pública y legislativa. Ahora esperan que la ley abra una nueva era verde en Estados Unidos, con la creación de millones de empleos y créditos fiscales para paneles solares, vehículos eléctricos y sistemas climáticos para las comunidades más vulnerables. Con los detalles desde la capital, Washington, José López Zamorano.
Con bombo y platillo, cara sonriente y una sensación de alivio el presidente Joe Biden promulgó la Ley de Reducción Inflacionaria (IRA), con el senador demócrata Joe Manchin a su derecha, a quien extendió la mano para obsequiarle la pluma usada para rubricar la ley.
“Va ofrecer miles de dólares en ahorros a las familias trabajadoras si compran electrodomésticos, acondicionan sus casas, paneles, secadoras, autos eléctricos”, dijo el mandatario.
Muchos de los beneficios de la ley fueron posibles en gran parte gracias a la presión de organizaciones ambientalistas, en especial latinas, para movilizar a electores, llamar a congresistas y crear conciencia sobre la urgencia de la ley.
Irene Burga es la Directora de Justicia Climática para Green Latinos.
“Nuestra organización se sentó con múltiples coaliciones y asociaciones en mesas redondas, y también en múltiples reuniones con gente de la Casa Blanca y agencias diferentes para empujar y garantizar disposiciones sobre el clima”
La nueva legislación muestra por ejemplo que cada contribuyente recibirá hasta 10 mil dólares al año en créditos fiscales para la compra de paneles solares, autos eléctricos o electrodomésticos eficientes, además de un ahorro de alrededor de 200 dólares anuales en promedio en la factura eléctrica.
En salud, ninguna persona bajo Medicare pagará más de dos mil dólares en medicinas al año, y los subsidios para la compra de cobertura médica se extienden 3 años más para 13 millones de personas, en particular latinos.
Pero muchos de los detalles de la ley no se conocieron sino hasta el último momento, toda vez que surgieron jaloneos para lograr el apoyo de la senadora demócrata, Kyrsten Sinema, y evitar deserciones en las filas demócratas.
“El rostro final de la negociación fue una sorpresa para todos. Al último minuto no hubo mucha consulta y eso es un fallo, siempre sale algo más potente y mejor e inclusivo cuando estás consultando con las personas que van a ser afectadas por la ley”
En efecto, algunos de los grupos y legisladores como Bernie Sanders deploran la extensión de beneficios económicos a empresas contaminantes. Pero las insuficiencias de la ley no empañaron el júbilo entre la comunidad ambientalista ni el orgullo de haber empujado una ley histórica.
Antonieta Cádiz es directora de políticas latinas en Climate Power.
“El rol de organizaciones latinas que hablan del impacto climático y la justicia medio ambiental, de alguna manera mueve corazones y mueve votos; son organizaciones que le ponen un rostro a lo que millones de latinos están viviendo”, dijo.
La Casa Blanca tiene previsto utilizar las celebraciones del Día del Trabajo el 6 de septiembre, para lanzar una gira nacional de celebraciones por la aprobación no sólo de la Ley de Reducción Inflacionaria, sino también de la ley bipartidista de control de armas, la ley de producción de microprocesadores y el apoyo a los veteranos de guerra.
El presidente Biden, cuya popularidad empezó a subir gracias a sus avances legislativos, a la contención de la inflación y el descenso de los precios de las gasolinas, quiere mostrar que los demócratas no van a llegar con las manos vacías a las cruciales elecciones de noviembre.
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, desde Washington, José López Zamorano.
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