Menos de dos días después de la filtración del borrador de opinión de la Suprema Corte sobre el inminente fin de Roe vs Wade, la ley vigente que desde 1973 garantiza el derecho al aborto y que fue ratificada en el caso de Planned Parenthood vs Casey en 1992, el tema ha generado masivas movilizaciones de defensores de este derecho y de sus detractores. Hay quienes opinan que tendrá un efecto en las urnas porque en el Congreso ya no se puede salvar este derecho hoy criminalizado como asesinato.
Marco Vinicio González
Los republicanos en la Cámara de Representantes de Luisiana presentaron un proyecto de ley que clasifica el aborto ¡como homicidio! desde “el momento de la fertilización”, que permite a los fiscales acusar tanto a las pacientes como a los proveedores con “asesinato”.
En este tenor, algunos de los estados más restrictivos como Georgia, Texas, Mississippi y Oklahoma se han dado a la tarea de pergeñar una ola de proyectos de nuevas legislaciones que tiene como objetivo el derecho al aborto.
Por si fuera poco, existe la preocupación acerca del posible uso de datos personales para castigar a quienes buscan información o acceden a los servicios de aborto en línea. Expertos en derecho digital advierten que los historiales de búsqueda, los datos de ubicación, los mensajes y otra información digital de las personas podrían ser utilizadas por las fuerzas del orden que investigan o procesan casos relacionados con el aborto.
La batalla en el campo político se abre en las elecciones de medio término para gobernador en 36 estados y tres territorios. Las elecciones para gobernador en New Hampshire y Vermont, cada uno de los cuales cumple mandatos de dos años, se llevarán a cabo al mismo tiempo que varias otras elecciones federales, estatales y locales.
El acceso al aborto ha sido durante mucho tiempo un pilar del Partido Demócrata, pero el partido también ha argumentado que su espectro incluye a quienes tienen diferentes puntos de vista, incluso sobre este tema.
Y desde el primero de enero al 15 de abril de este año los estados liderados por republicanos ya habían aprobado más de 500 restricciones al aborto.
En Texas por ejemplo, donde se aprobó la ley antiaborto SB 8 que penaliza terminar con el embarazo a las 6 semanas, los republicanos buscan derrotar al congresista Henry Cuellar, entre los últimos demócratas que se opone al aborto. Esto ha venido recibiendo especial atención en el estado y a nivel nacional. Pero desde que se filtró el referido borrador de opinión de la Suprema Corte, la segunda vuelta está siendo un tema definitorio para los demócratas en las últimas semanas.
Mientras, el exlegislador demócrata, Beto O’Rorke le sigue a corta distancia al titular del gobierno estatal, Greg Abbott para obtener o preservar la gubernatura. Sin embargo, está por verse si esta amenaza al derecho al aborto moviliza –y cómo- el voto de las mujeres en ese estado en noviembre, y también en el resto de la nación.
En tanto, en Nueva York, el senador estatal Cordelle Cleare y la asambleísta Jessica González-Rojas, ambos demócratas, presentaron una legislación que brindará acceso al aborto a los neoyorquinos de bajos ingresos. Al mismo tiempo la Procuradora estatal, Lettitia James anunció un programa que proporcionará fondos para apoyar la mayor demanda de servicios de aborto de personas que viajan a Nueva York desde otros estados que prohíben el procedimiento.
En lo jurídico el debate sobre el aborto se centra en si este derecho está escrito en la Constitución, lo que los republicanos niegan; pero el distinguido profesor de Derecho de Harvard y experto constitucionalista, Laurence H. Tribe denuncia esta movida de los republicanos como falsa y peligrosa, y argumenta que en la redacción de la Constitución se plasmaron los derechos de manera muy amplia pero siempre en defensa del derecho de las personas.
Y en el Congreso, donde los demócratas parecen haberse ‘dormido en sus laureles’ al no haber codificado Roe V. Wade como derecho constitucional, desde que han tenido las tres ramas del gobierno en su poder -es un decir porque entre sus 50 senadores tienen a dos reubícanos en sus filas disfrazados de demócratas-, esta opción queda descartada porque la existencia de la regla senatorial conocida como filibusterismo exige 60 senadores para pasar una ley de este calado, como el aborto.
Con todo, los temores que ha despertado dicha filtración del borrador se refieren a la protección de varios derechos civiles que hoy se ven amenazados, como los cuidados reproductivos de la mujer, los derechos de las comunidades LGTBQ, los matrimonios del mismo sexo y hasta la posesión y compra de armas de fuego, entre otros.
Hay quienes piensan sin embargo que dicha filtración de la Suprema podría abrir conciencias y movilizar la defensa del derecho al aborto en poco más de la mitad del electorado nacional: las mujeres.
Ya veremos¶