De La Redacción

Desde Montevideo: Eduargo Galeano (30/dic/2013)

En otra entrevista, con Samuel Orozco, en San Francisco, Ca. Foto: Natalia Orozco

“Los huérfanos de la tragedia de Ayotzinapa no están solos en la porfiada búsqueda de sus queridos perdidos en el caos de los basurales incendiados y las fosas cargadas de restos humanos… Los acompañan las voces solidarias y su cálida presencia en todo el mapa de México y más allá, incluyendo las canchas de fútbol, donde hay jugadores que festejan sus goles dibujando con los dedos, en el aire, la cifra 43, que rinde homenaje a los desaparecidos”: Eduardo Galeano.

Muere el prolijo escritor y periodista, Eduardo Galeano, a los 74 años de edad en la ciudad que lo vio nacer, Montevideo, Uruguay (3 de septiembre de 1940). Cultivó la literatura de ficción, la documental, y la historia política del Continente Americano, con especial cariño por los sucesos aparentemente pequeños, ignorados, y por los personajes de bajo perfil, los humildes, los sin voz, los olvidados por los “grandes” temas literarios. Se le conoce principalmente por su obra, Las venas abiertas de América Latina (1971), y Memorias del fuego (1986), pero su producción literaria abarcó alrededor de 50 libros de diversos géneros, y también incursionó en la poesía.

Luchador empedernido de las mejores causas sociales, batalló en silencio contra un cáncer de pulmón, que ya en 2007 había exigido al insigne personaje tratamiento médico. Dese el viernes pasado fue internado al Centro de Asistencia del Sindicato Médico del Uruguay, CASMO 2, de Montevideo, debido a una complicación en su quebrantada salud. El Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay dio a conocer al mundo la noticia, y antes la Radio Nacional de España la confirmaba con pesar, aunque la noticia era esperaba en las redacciones uruguayas desde muy temprano esta mañana.

Buscador incansable de historias donde la sociedad o los gremios se organizan de manera orgánica con La Tierra, donde la ganancia individual no ocupa un lugar central en su existencia, su postura antigobiernista y en contra del capitalismo salvaje queda plasmada en incontables palabras escritas en letra de molde. Galeano, como comúnmente se le conoce, conquistó la simpatía y ejerció influencia en jóvenes y adultos por todo el mundo; en mujeres que alzaron la voz ante las injusticias sociales, por lo que con frecuencia terminaron en la miseria o en la cárcel, si no es que en la muerte. Estas palabras quedaron reflejadas en sus libros, como Mujeres, una de sus últimas obras. Sus personajes predilectos fueron los inconformes con los gobiernos a todo lo largo y ancho de La Tierra, a la que respetó de manera ex profesa. Sus escritos y pensamientos inundan las páginas del Internet y de las redes sociales.

Galeano siempre se colocó al lado de los pobres, exaltó su indignación y su rabia, y saludó los esfuerzos de los indígenas (un mundo –el de los indígenas- que cautivó al propio escritor), como los que se alzaron en armas en Chiapas, México, en enero de 1994. En ese país, que visitó en repetidas ocasiones y en el que participó con su obra periodística como colaborador de La Jornada, donde además dio presentaciones al público para compartir su palabra, apoyó la causa de las decenas de miles de desaparecidos y en un reciente artículo titulado, Leo y comparto, se refirió a los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos hasta la fecha (a casi 7 meses).

“Los huérfanos de la tragedia de Ayotzinapa no están solos en la porfiada búsqueda de sus queridos perdidos en el caos de los basurales incendiados y las fosas cargadas de restos humanos… Los acompañan las voces solidarias y su cálida presencia en todo el mapa de México y más allá, incluyendo las canchas de fútbol, donde hay jugadores que festejan sus goles dibujando con los dedos, en el aire, la cifra 43, que rinde homenaje a los desaparecidos”, declaró Galeano en el referido artículo.

Atento siempre a los conflictos intervencionistas del imperio en el subcontinente, en días pasados firmó la carta que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, en su campaña de recolección de más de 10 millones de  firmas, entregó a Barack Obama en la pasada VII Cumbre de las Américas, en Panamá, donde presidentes del cono sur repudian el decreto de Obama en el que clasifica a Venezuela como una amenaza, actitud que rechazan y denuncian como un desplante intervencionista.

En sus viajes de estudio, o en sus visitas para recibir prestigiados premios de literatura, visitar museos y bibliotecas o ver con sus propios ojos las condiciones de vida de la comunidad latina en este país, Eduardo Galeano visitó Estados Unidos repetidamente. En una de sus visitas a su “entrañable” área de La Bahía, Eduardo Galeano fue entrevistado por Samuel Orozco, director de Noticias de Radio Bilingüe, en la Ciudad de San Francisco. Y en otra ocasión fue entrevistado en Montevideo, Uruguay, por Chelizt López, otra conductora del programa de Línea Abierta, de Radio Bilingüe, a propósito de la presentación de su libro Los hijos de los días, que según palabras del propio escritor, es un libro en el que se cuenta un historia por cada día del año, pero se topó con «un 29 de febrero que andaba buscando para hacer el año bisiesto, y el libro tuvo entonces 366 historias en vez de las 365 habituales del almanaque común». Ese día habla del racismo también, pero del racismo en Estados Unidos.

El mundo pierde una potente voz en defensa de los desposeídos y en contra del poder del dinero y del gobierno. Le sobrevive también su inmensa y amena obra. Que en paz descanse Eduardo Galeano, ya se te echa de menos■

Enlaces:

 Desde Montevideo: Eduargo Galeano (30/dic/2013)

La Muerte de Eduardo Galeano

Obras: (Wikipedia)