Dos grandes ciudades toman medidas para intentar frenar la expansión del coronavirus que golpea a EE UU

En las farmacias de la ciudad de Nueva York casi todos los estantes con productos desinfectantes están vacíos. Y la Fiscalía estatal ha anunciado que multará a los especuladores que están vendiendo mucho más caoro que de costumbre estos productos, aprovechándose de la crisis. Foto: MVG

En las farmacias de la ciudad de Nueva York casi todos los estantes con productos desinfectantes están vacíos. Y la Fiscalía estatal ha anunciado que multará a los especuladores que están vendiendo mucho más caoro que de costumbre estos productos, aprovechándose de la crisis. Foto: MVG

De la redacción

A medida que la pandemia del COVID-19 se expande en Estados Unidos -y en el mundo-, gobernadores y alcaldes de dos de las mayores metrópolis estadunidenses, Nueva York y Los Ángeles asumen medidas para contener el avance del virus. En tanto que el gobierno federal ha accedido a declarar al país en Estado de Emergencia, inyectado inmensos recursos económicos y otras medidas al sistema financiero para intentar contener la recesión, pero sigue sin proporcionar acceso a las pruebas del coronavirus, aunque en algunos lugares, como California se ha instalado casetas portátiles para realizar estos exámenes desde su propio automóvil. Estas dos ciudades son sólo ejemplo aquí de algunas medidas tomadas para enfrentar la crisis, pero el tema es de gran importancia nacional.

En la ciudad de Nueva York, el número de casos confirmados de coronavirus aumentó a 329, y la cifra local de muertes por COVID-19 aumentó a cinco. Todas las víctimas tenían problemas de salud subyacentes. Por citar sólo un dato de carácter económico, el S&P 500 cayó un 8 por ciento y la negociación de acciones se detuvo de inmediato por 15 minutos. Cuando se reanudó el comercio, las acciones cayeron aún más. El S&P 500 bajó aproximadamente un 11% alrededor de las 9:45 a.m. en Nueva York. El comercio se detendrá nuevamente si la caída alcanza el 13 por ciento. Estas detenciones del comercio ocurren sólo en las recesiones.

El gobernador, Andrew Cuomo y el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio cedieron este fin de semana ante una fuerte presión, y anunciaron el cierre de las escuelas públicas. Hablaron de planes para establecer el aprendizaje virtual desde los hogares, suscitando preocupación en los padres de estudiantes de educación especial, quienes dicen temer que sus hijos pierdan servicios cruciales; entre otros, los hijos de familias con escasos recursos perderían los almuerzos escolares y la atención especializada.

Además, se limitará la venta de alimentos en restaurantes, y se activará el servicio de comida para llevar y el reparto a domicilio. Algunas escuelas se convertirán en «centros de enriquecimiento» para estudiantes vulnerables y los hijos de trabajadores de primera línea de la ciudad, como del sector salud y el de los choferes y asistentes de transportes públicos, así como de la policía, principalmente. Y todos los clubes nocturnos, cines y locales de música cerrarán mañana martes. La ciudad ha comenzado a enviar mesajes de texto anunciando los horarios en que entrrán en vigor estas medidas.

Por otro lado, la elección especial para el presidente del condado de Queens se pospuso, y las primarias presidenciales demócratas de la ciudad podrían pasar del 28 de abril al 23 de junio, la fecha de las primarias estatales.

En un artículo de opinión en el New York Times, Cuomo pidió al presidente Trump que ordenara al Cuerpo de Ingenieros del Ejército que construya centros médicos para ayudar a liberar camas de hospital de cuidados intensivos. Y también, estaciones ambulantes para hacerse la prueba del coronavirus, como ya ocurre en algunas ciudades de California, por ejemplo. «El tiempo es corto», escribió el gobernador.

En California, donde la pandemia ha resultado en seis muertes y 335 casos confirmados de coronavirus en el estado, este domingo los Centros para el Cuidado y la Prevención de Enfermedades, CDC, recomendaron que no se realicen eventos de 50 personas o más durante ocho semanas. El gobernador, Gavin Newsom emitió nuevas directrices, y pidió a los californianos mayores de 65 años y a aquellos con condiciones de salud subyacentes que se aíslen de los demás y que los bares del vecindario deben cerrar sus puertas.

Aproximadamente el 85 por ciento de los estudiantes del estado no irán a la escuela esta mañana, ya que 24 de los 25 sistemas escolares más grandes de California, incluido el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, han cerrado. No obstante Newsom reafirmó ayer domingo que los distritos escolares pueden decidir por sí mismos si cierran o no en respuesta al brote de coronavirus en sus comunidades.

En Los Ángeles, algunas autopistas se hallan vacías. Y los mismos letreros digitales que de otro modo anunciarían el tráfico ahora instan a los conductores a lavarse las manos y evitar reuniones.

El domingo por la noche, el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti fue mucho más lejos que Newsom y emitió una orden ejecutiva que cerrará efectivamente gran parte de la ciudad más grande del estado, desde la media noche de ayer domingo hasta el 31 de marzo. Los bares, clubes nocturnos, cines y gimnasios en la ciudad deben cerrar, y los restaurantes deben detener el servicio de la cena, y limitar su negocio al servicio de comida para llevar. Aunque las tiendas de comestibles permanecerán abiertas.

A medida que la nación trabaja afanosamente para frenar la propagación de infecciones y para que el sistema de salud no se vea abrumado por los pacientes, en medio de una enorme agitación económica las perspectivas ahora son aún más sombrías para las empresas y los trabajadores.

«Nuestras decisiones determinarán el destino de nuestros seres queridos, la duración de esta crisis», dijo Garcetti a Los Angeles Times. «Necesitamos tomar estos pasos para proteger nuestra ciudad en este momento». Y anunció una moratoria sobre los desalojos para inquilinos, diciéndole a los angelinos que no perderán sus viviendas durante la crisis «porque no puede pagar el alquiler». Además pidió al abogado de la ciudad que investigue si la ciudad puede detener también los desalojos comerciales.

Por otro lado del país, los gobernadores de Ohio, Illinois, y Massachusetts también emitieron órdenes el domingo para exigir el cierre de todos los bares y restaurantes de sus estados.

Las directrices de Newsom para intentar frenar la pandemia, que se limitaban a bares y bodegas, no a restaurantes, eran recomendaciones y no pedidos. El gobernador defendió su falta de acción para cerrar restaurantes, diciendo que está eliminando a las personas más vulnerables de esos entornos y permitiendo que los restaurantes continúen proporcionando comidas.

Newsom aconseja a los clientes que practiquen un «distanciamiento social profundo» cuando salen a cenar; de hecho, ha emitido una recomendación para reducir la ocupación a la mitad. Y también anunció opciones de prueba adicionales para dos condados del Área de la Bahía afectados por el virus, y pidió un límite más estricto para los visitantes de los hospitales y las instalaciones de vivienda asistida sólo para aquellos pacientes en situaciones terminales■

Hoy Radio Bilingüe, a través de Línea Abierta y otros programas ofrece un horario extendido de 3 horas sobre el coronavirus, para abordar el acuciante asunto de esta pandemia que azota al país, ahora bajo emergencia nacional luego que el brote ha abrumado los sistemas de salud de los estados.
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