De la redacción
Este martes concluyeron elecciones primarias de 2018 en Texas. Cerca de 886 mil texanos votaron temprano en los 15 condados más poblados del estado, lo que ha sido la mayor participación de votantes por anticipado en un año electoral no presidencial en la historia del estado. Así mismo, más demócratas en todo Texas votaron a principios de este año que en 2016, cuando Trump fue elegido a la Casa Blanca. Los Demócratas allí acudieron a las urnas demostrando “una ola de energía instigada por Trump”. Escalaron al doble de su tasa de participación electoral previa, alcanzando el 40 por ciento de todos los votos del estado este año, lo que representó un salto del 29% en 2014, el 31% en 2016 y ahora casi 10 puntos porcentuales más. En tanto, los republicanos obtuvieron más votos en general, debido a “su fortaleza rural”. La sorpresa no obstante resultó ser en esta primera elección primaria de 2018, la nominación de dos precandidatas latinas, que casi es seguro serán enviadas al Congreso; porque enfrentan una oposición republicana irrelevante, dice Lydia Camarillo directora del South West Voter Registration Project, invitada de este programa de Línea Abierta que aquí se reseña.
En la primaria del martes se dio también la batalla por el Senado entre su titular, Ted Cruz, quien derrotó fácilmente a los precandidatos republicanos, y cuenta con una ventaja de cientos de miles de votos sobre su rival, el demócrata Robert Francis “Beto” O’Rourke, quien muy probablemente incluya el tema de la inmigración en su plataforma. Y aunque Cruz hoy por hoy parece a todas luces ser el favorito, hay esperanzas en que “el efecto Trump” puede incidir en esta contienda, además de que faltan unos 8 meses todavía, pero se antoja remoto.
Entre tanto, la precandidata demócrata a la gubernatura texana, Lupe Valdez irá a una segunda vuelta para ganar la candidatura oficial y desafiar en noviembre al gobernador en funciones, Greg Abbott.
En el enlace de abajo de Línea Abierta, el director de Noticias de Radio Bilingüe, Samuel Orozco desmenuza el tema con ayuda de Lidia Camarillo, directora del Proyecto de Registro del Votante del Suroeste (South West Voter Registration Project), que acompaña al programa desde San Antonio, Texas. Ponen foco la preprimaria que libra Lupe Valdez, ex Sheriffe latina del Condado de Dallas, cuya segunda vuelta finalizará el 22 de mayo, una contienda que luce fácil para Valdez, ante la otra precandidata demócrata.
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También, una jueza en San Antonio dibujó un nuevo mapa electoral para las elecciones texanas, pero el que estuvo vigente estas primarias allí fue el mapa de 2013, dice Lidia Camarillo, y por el momento “seguirá así hasta que la Corte Suprema emita un nuevo fallo”, asegura la invitada de Línea Abierta. Comenta también sobre un tema específico de la plataforma de Lupe Valdez, que en el pasado han sido un obstáculo para su acenso; señala los cambios que podría hacer para ganar, y advierte que los demócratas van a tener que invertir y trabajar muy duro para competir sin dinero contra un gobernador en funciones que cuenta con más 34 millones de dólares asegurados para su campaña.
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Sin embargo, dice Lydia Camarillo que los resultados de la elección primaria no permiten una lección muy clara todavía de la pasada primaria en Texas, porque existe hoy una dinámica especial en esta elección de noviembre, y entre otras cosas existe el referido el efecto Trump, “porque la gente está enojada”. Y ofrece algunas sugerencias para intentar asegurar el triunfo de Beto O’Rourke.
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Tradicionalmente los demócratas texanos salen poco a votar, especialmente en elecciones primarias, dice Samuel Orozco. Y sin embargo en esta ocasión salieron a las urnas en grandes números, alcanzando un récord histórico, sobre todo en las ciudades más grandes –y más urbanas- del estado. Aun así, los republicanos emitieron más votos gracias a su fortaleza rural. Donde otros candidatos compitieron con temas muy controversiales para los latinos como el aborto, dice la directora del Proyecto de registro del votante.
Vale señalar que en las elecciones primarias de 2018 hubo más candidatos latinos, y más candidatas mujeres, que en elecciones pasadas, apunta Orozco. Por su parte Camarillo advierte a los demócratas que este crecimiento de candidatos demanda un crecimiento proporcional de inversión económica en esas campañas, porque “ahí está el detalle”.
Con todo, los ojos de la nación están puestos en la elección venidera en Texas, por ser un estado protagonista en la ‘fiesta grande de noviembre’ por el Congreso de la nación, en estos tiempos cruciales, señala Samuel Orozco.
“Esta es la oportunidad de cambiar tres congresistas, y de cambiar el Senado. Entonces, hay que salir a votar, y hay que invertir”, afirma Lydia Camarillo, y aconseja aprovechar el coraje y la motivación, la energía que este proceso ha despertado en el electorado y transformarlo en poder político para la comunidad.
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