De la redacción
Unos 40 inmigrantes lanzaron nueva huelga de hambre en el Centro de Detención del Noroeste, rechazando los alimentos y demandan atención médica, al tiempo que denuncian el racismo de los guardias de seguridad del Grupo GEO, propietario de esa cárcel que renta al servicio de Inmigración y Control de Aduanas, ICE en Tacoma, Washington.
El Centro de Detención del Noroeste (NWDC), vuelve a ser escenario de una revuelta entre presos y guardias de esa cárcel de ICE en el estado de Wahington, donde 40 prisioneros que habían comenzado a rechazar las comidas iniciaron una de las tantas huelgas de hambre suscitadas recinete y recurrentemente en protesta por las “infames” condiciones que enfrentan los reclusos migrantes, particularmente los indocumentados que buscan asilo en este país, dice un comunicado de la organización defensora de los reclusos, ‘Resistencia al NWDC’.
Entre los detenidos en esa cárcel, que la poderosa transnacional, Grupo GEO le renta a ICE, un activista enumeró las demandas del grupo huelguista:
“Soy parte de un grupo de detenidos que van a hacer huelga de hambre como la única forma de protestar y arrojar luz sobre los abusos que sufrimos aquí… Y vamos a la huelga por las siguientes razones:
- El abuso del director del NWDC
- El abuso de los guardias
- La Falta de atención médica
- La mala comida
- El salario de 1 dólar por día
- Y porque roban nuestra propiedad
Eso denunció el activista preso, quien además se quejó fuertemente del castigo a los huelguistas, que con demasiada frecuencia son enviados a confinamiento solitario.
Esta huelga es la más reciente de una serie de huelgas en el referido centro de detención del noroeste, contra las condiciones dentro de la instalación carcelaria, señala el comunicado:
“La huelga de masas más reciente comenzó el 21 de agosto en conjunción con una huelga nacional de prisiones”.
Se trata de una protesta nacional en la que los presos en rebelión, encarcelados en prisiones de todo el país declararon una huelga nacional en respuesta a los disturbios ocurridos en El Centro Correccional Lee (Lee Correctional Institution), una prisión de máxima seguridad en Carolina del Sur.
“Los paros laborales, las protestas en el patio de la prisión, los boicots a comisarios y otras acciones exigían condiciones de vida humanas, acceso a la rehabilitación, reforma de la sentencia mínima (que se discutirá en próximos días según anunciamos en este espacio, y el fin de la esclavitud moderna”, dice por su parte la organización ‘Incarcerated Workers Organazin Committee’ en su sitio web.
El tema de castigo mediante la reclusión solitaria no es nuevo. Para nada. De hecho, nada más desde 2012 para acá, un subcomité del Comité Judicial del Senado de Estados Unidos celebró una serie de audiencias, y en 2014 éstas se centraron en la necesidad de reevaluar el uso del régimen de aislamiento o confinamiento solitario.
“En 2014, 10 estados anunciaron o implementaron cambios en las políticas para reducir el número de adultos o jóvenes detenidos en celdas segregadas, mejorar las condiciones en las unidades de segregación, o facilitar el retorno de personas segregadas a la población general de una prisión”, dice el referido Comité de Organización de Trabajadores Presos.
Y, más recientemente, el Departamento de Corrección de la Ciudad de Nueva York tomó la decisión histórica de prohibir el uso de celdas segregadas para todos aquellos que se encuentran bajo su custodia y tengan 21 años de edad o menos.
Pero a pesar de la mayor atención que se presta al tema, muchas personas (legisladores, funcionarios correccionales y miembros del público) “aún tienen ideas erróneas y justificaciones erróneas sobre el uso del aislamiento”, dice el Instituto de Justicia Vera (Vera Institute of Justice). Y con la idea de disipar las frecuentes concepciones equivocadas que se tienen sobre este tema, elaboró un informe para además resaltar algunas de las alternativas prometedoras que se traducen en menos personas en celdas segregadas.
De acuerdo a la organización, Defensa a Huelgas en Prisiones (Defend Prision Strikes), desde el 21 de agosto de este año hasta el 9 de septiembre, “huelguistas a lo largo del país se rehusaron a seguir manteniendo la ‘maquinaria carcelaria’, y demandaron el fin del esclavismo en las cárceles”, en referencia los trabajaos en los que fuerzan a los prisioneros a laborar jornadas completas por un salario que asciende a 1 dólar por día. Y lanzaron una huelga de hambre a nivel nacional.
Como se recordará, la muerte del migrante ruso, Amar Mergensana, quien participó en la huelga de agosto y fue hospitalizado después de 86 días de negarse a comer, dio paso a esta huelga que estalló el martes en el NWDC. Y aunque -el hoy difunto- Mergensana solicitó tratamiento médico repetidamente en los días previos a su envío a St. Joseph’s, sus solicitudes fueron ignoradas. Su muerte traza un patrón de abuso, violencia, insensibilidad y muerte de los detenidos bajo la custodia del Grupo ICE y GEO, dijo a Noticiero Latino, Maru Mora Villalpando, de Resistencia al NWDC.
Por su parte, el referido activista actualmente en huelga de hambre informa que la negación de atención médica continúa, con un compañero detenido que «rompe a llorar en su celda por dolor y vómitos». Además, afirma no saber qué le sucedió, «porque lo sacaron de la vaina y lo colocaron en [confinamiento] solitario».
Maru Mora Villalpandosostuvo que «En lugar de brindar atención médica adecuada a los inmigrantes detenidos, el Grupo GEO y el ICE los están colocando en régimen de aislamiento. Y se ha demostrado que son incapaces de brindar la atención médica más básica a las personas detenidas”. Y agrega que se han dado múltiples brotes de paperas y varicela en 2018, que denuncian pos sí mismos “las condiciones peligrosas para las personas detenidas”.
Miembros de Resistencia al NWDC pidieron al Grupo GEO que no tome represalias con el uso de confinamiento solitario, amenazas de alimentación forzada o violación de los derechos de libre expresión de los detenidos. Asimismo, el grupo renueva su llamado al gobernador Jay Inslee para que visite a las personas detenidas en su estado y escuche sus preocupaciones de primera mano.
«Si los gobiernos de la Ciudad de Tacoma y del Estado de Washington no toman medidas, tememos que los inmigrantes detenidos sigan sufriendo condiciones injustas y mortales», concluyó por su parte Andrea Marcos, miembra de Resistencia al NWDC.
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