Omara Portuondo y Eduardo Lerenas. Foto: Rafa Navarro.
Hace 30 años nació en México Discos Corasón, una pequeña empresa que se dió a la tarea de difundir obras selectas de los grandes valores de la música tradicional mexicana. En sus grabaciones figuran el violinista de Tierra Caliente, Juan Reynoso, la Negra Graciana, Chavela Vargas y muchos otros talentosos artistas que no encuentran cabida en los medios comerciales. Además, la original disquera ha impulsado la música de los cubanos Omara Portuondo, Goran Bregovic y el popular Buena Vista Social Club. En ocasión de la reciente muerte de su fundador, Eduardo Llerenas, ofrecemos este reporte sobre el importante legado musical de Discos Corasón, preparado por Raúl Silva desde Cuernavaca, en el estado mexicano de Morelos.
Dos músicos (Don Juan Reynoso y Eliades Ochoa), dos países (México y Cuba) , dos tradiciones (el son calentano y el son montuno), dos seres extraordinarios (Mary Farquarson y Eduardo Llerenas) están en el origen de Discos Corason.
“Esa noche estaba muy emocionada, porque escuchaba la grabación original, la mera cinta de carrete abierto de un hombre campesino que amaba la tierra igual que amaba la música y que con sus dedos gordos lograba crear una música fina, exquisita, como esta Tortolita”, dice Mary Farquarson.
El reconocido músico Cubano, Ibrahim Ferrer, y Eduardo Llerenas, de Discos Corasón. Foto: Cortesía de Discos Corasón.
En la historia de la música contemporánea, han existido esas compañías de discos que han tenido un papel fundamental para difundir la obra de artistas que los poderosos sellos discográficos a menudo han olvidado. Betto Arcos, periodista y crítico musical de NPR (National Public Radio), valora así esta labor imprescindible:
“Sin duda, Discos Corasón es equiparable, comparable, al trabajo que ha hecho durante muchas décadas el sello discográfico de Estados Unidos, que es el Smithsonian Folkways. En Francia está el sello asociado a Radio Francia Internacional, que es el sello Ocora. Discos Corasón ha hecho un trabajo verdaderamente extraordinario y hay que decir una cosa importante, que fue por amor, por aprecio a las músicas tradicionales de nuestro país, de México¨
El músico Cubano Eliades Ochoa y Eduardo Llerenas. Foto: Cortesía Discos Corasón.
El nacimiento de Discos Corasón, en realidad, comenzó a gestarse hace 50 años, cuando Eduardo Llerenas y sus amigos Beno Lieberman y Enriquez Ramírez de Arellano comenzaron a internarse en los pueblos mexicanos para grabar lo que ahora es un legado de la música tradicional mexicana, valorado por la UNESCO como Memoria del Mundo.
La esencia de Discos Corasón está fundada en la sencillez, como una manera plena de corresponder a ese corazón de las músicas tradicionales. Así me lo dijo Eduardo Llerenas:
“No nos interesa fabricar artistas en el estudio sino reflejar su don con la mayor naturalidad posible. Y una de nuestras satisfacciones más grandes, desde luego, ha sido cuando varios tríos huastecos nos piden nuestras tradiciones viejas para así aprender de los maestros de violín ya fallecidos. En esta forma Discos Corasón se vuelven parte de la tradición oral y eso nos da mucho orgullo”
Mary Farquarson y Eduardo Llerenas. Foto: Cortesía Discos Corasón.
Mary Farquarson y Eduardo Llerenas, sin duda, son la conjunción de dos almas afines que, han hecho de Discos Corasón una hermosa Caja de Pandora, de donde brota, en forma de música, el alma de los pueblos de México, Cuba, África, España, Haití, Europa del Este…
Para Edición Semanaria de Noticiero Latino, desde Cuernavaca, Morelos, Raúl Silva.
