De La Redacción
Sin desvanecerse aún el eufórico escándalo que ha provocado la captura del temible narcotraficante, Joaquín “El Chapo” Guzmán, salta a la vista, aunque quizás no de todos, la declaración que hizo ayer en rueda de prensa el secretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest mientras andábamos tan ocupados con los titulares que inundaron periódicos y noticiarios.
“El presidente Barack Obama está consciente de la indignación que causan las redadas”, pero «la aplicación de la estrategia y las prioridades que el gobierno ha articulado –para las deportaciones- no van a cambiar», declaró el viernes el secretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest.
¿A qué indignación y a qué indignados se refiere Earnest con las declaraciones de arriba? ¿Y a cuál estrategia y a qué prioridades?
Vamos a por partes. Durante la semana pasada fuimos testigos de una pléyade de titulares en los medios de comunicación, comunicados de prensa a través de correos electrónicos y twiters; mensajes de texto telefónicos y declaraciones a los principales noticiarios radiofónicos y televisivos de los directivos de las mayores organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes en Estados Unidos; público general en las redes sociales y el grupo de legisladores demócratas del Congreso, todos declarando airadamente su legítima indignación.
Dijeron que las redadas y deportaciones, unos 121 inmigrantes oficialmente reportados, entre adultos y niños, eran inoportunas y creaban división; pues sobre todo en una temporada tan sensible como la decembrina, esparcen el miedo entre las comunidades migrantes y separan familias.
Muy bien. La Casa Blanca –Obama-, respondió como ya vimos.
Segundo. De acuerdo con el secretario Earnest, la estrategia del gobierno federal se enfocaría según este guion, en personas con antecedentes penales capturadas durante el cruce, sin permiso, en la frontera entre México y Estados Unidos, y con orden final de deportación.
Sin embargo, esta “realidad” convertida en “verdad” oficial gracias a la magia mediática es rechazada por la organización Human Wrights Watch (HRW), entre otras de las organizaciones que monitorean las redadas y deportaciones del gobierno estadunidense, de personas francamente no caucásicas.
HRW hace un desglose de las cifras oficiales sobre la materia, provistas por el gobierno de Estados Unidos, en un documento titulado, “La verdad detrás de las cifras de deportación de EE.UU”.
En dicho texto puede leerse, entre otras muchas cosas, una lista priorizada en función de la gravedad de las faltas cometidas por los inmigrantes, que merecieron ser deportados por tal razón.
“En primer lugar está, por primera vez en la historia, la ‘inmigración’, una categoría que incluye delitos como afirmar falsamente que se es ciudadano de EE.UU. y (el más común) entrar o regresar ilegalmente al país”, dice el referido documento.
Sigue: “Veinticuatro por ciento de los denominados ‘extranjeros criminales’ tenía este tipo de delito de inmigración como su convicción más grave. La segunda categoría más frecuente de las convicciones es la representada por los ‘delitos de tráfico ilegal’, que ni siquiera aparecían entre los primeras 10 hasta 2008, pero que ahora representan 23 por ciento del total”.
Y luego agrega: “Investigaciones previas de Human Rights Watch han revelado discrepancias similares entre la descripción del gobierno sobre los deportados como criminales peligrosos y la realidad”.
Para no abrumar, y sobre todo para no distraer la atención del lector y lectora sobre la euforia que ha provocado masivamente el escándalo de la captura de El chapo Guzmán, se recomienda mejor echarle un ojo a este documento de HRW, rico en explicaciones, desgloses y sorprendentes revelaciones.
Baste decir que el Movimiento para una Reforma Migratoria Justa, una red que en poco más de 35 estados agrupa a 45 organizaciones defensoras de los inmigrantes, planea pedir un alivio migratorio temporal para los ‘deportables’ al gobierno de Obama. Afirma que «Hay una manera más efectiva y responsable para enfrentar esta crisis humanitaria», como gusta llamarse a las migraciones del Medio Oriente hacia Europa (no a EU, país responsable en buena medida de dicha crisis y que oficialmente rechazó aceptar a dichos refugiados).
Y vale la pena también ponerle foco a las declaraciones de la Casa Blanca, que insisten en divulgar que “las políticas gubernamentales siguen el debido proceso al permitir a los inmigrantes hacer solicitudes de asilo y agotar sus opciones legales”, aunque los referidos legisladores argumentan que no todos los inmigrantes han sido representados apropiadamente y que por falta de esta representación legal las cosas son como son.
Una explicación de estos mecanismos de divulgación que hacen pasar lo negro por blanco puede hallarse también en un reciente programa de Línea Abierta, de Radio Bilingüe, donde el afanado abogado de inmigración y especialista en casos de asilo político, en la relación bilateral México-Estaos Unidos, Carlos Spector Calderón pone las los puntos sobre las íes.
¿Seguirá Obama con las prioridades de su administración sin costo político para los demócratas aun en tiempos de elecciones?
La moneda está en el aire■
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