Después de semanas de trabajos en secreto de un grupo selecto de senadores republicanos y a sólo días del receso de verano, el liderazgo republicano del Senado reveló su plan de reforma de salud, al que llaman el Acta de Reconciliación de Mejor Atención. El plan contiene drásticos recortes al popular seguro de salud Medicaid, elimina el mandato individual y otorga grandes recortes fiscales a corporaciones y ricos, pero preserva ciertos subsidios; la cobertura para hijos, y son debatibles sus garantías para personas con enfermedades pre-existentes. Desde la ciudad de Washington, José López Zamorano tiene los detalles.
Se escuchan protestas…
Apenas unos minutos después de la divulgación de la nueva propuesta de ley de la salud, decenas de manifestantes protestaron frente a las oficinas del liderazgo republicano del Senado para denunciar los recortes al Medicaid.
Sigue la protesta…
Cuatro personas fueron arrestadas y no hubo incidentes mayores. Aunque de manera más tranquila, el pleno del Senado se convirtió también en campo de batalla de acusaciones mutuas entre legisladores republicanos y demócratas.
Mitch McConnell es el líder de los republicanos en el Senado:
“Obamacare no está funcionado en nada. Ha fracasado y ninguna negación de la realidad de último minuto por parte de los demócratas va a cambiar el hecho de que más estadunidenses sufrirán a menos que hagamos algo»
Molestos, los demócratas acusaron a los republicanos de redactar la ley a espaldas incluso de los conservadores moderados de su propio partido, y de pretender aprobarla precipitadamente, con mínimo debate, bajo el polémico proceso de reconciliación, que requiere una mayoría simple. Su líder es Charles Schumer:
“La propuesta de los republicanos es un lobo con piel de oveja. Sólo que este lobo tiene dientes más afilados que la versión de la Cámara de Representantes”
La propuesta republicana elimina varios de los pilares de Obamacare, incluida la obligatoriedad para comprar seguro de salud de individuos y empresas, y establece un nuevo sistema de créditos fiscales. Al tiempo que deja a los estados la decisión sobre beneficios como el de la salud mental o la maternidad.
Activistas temen que los recortes en la expansión de Medicaid afecten desproporcionalmente a los latinos. Alejandra Jepp es la directora del Instituto de Salud del Consejo Nacional de la Raza:
“Nuestra comunidad tiene todas las de perder. Solamente bajo los niños que reciben cobertura del Medicaid, representan 10.7 millones de niños que alrededor del 50 por ciento podrían perder su cobertura”
Gonzalo Salvador, portavoz de la central sindical AFL-CIO, coincide:
“Va a tener un impacto muy negativo con los trabajadores, especialmente con los latinos. Mucha gente se quedará sin cuidado de salud, mientras los más ricos pagarán menos y seguirán enriqueciéndose”
El plan de los Republicanos es debatir su propuesta la próxima semana bajo una maniobra legislativa para limitar el debate. Pero en el camino necesitan convencer a cuando menos dos de los cuatro republicanos que anunciaron que no apoya el plan: Ted Cruz, Rand Paul, Mike Lee y Ron Johnson.
Los republicanos, que tienen 52 escaños del Senado, sólo pueden darse el lujo de perder el voto de dos senadores para aprobar la ley, por lo cual su destino es incierto, toda vez que los demócratas están unidos en su rechazo a la propuesta que califican de ser una reforma fiscal disfrazada que beneficia a los ricos a costa de recortar servicios de salud a los más vulnerables■