Por Phil Galewitz
Estudiantes, profesores, familiares, están luchando por sobrellevar los terribles días posteriores a la masacre en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas, en Parkland, Florida. Y una psicóloga de Maryland dice entenderlos especialmente.
Christine Sylvest, terapeuta infantil de Rockville, Maryland, tiene una perspectiva única. Creció en Coral Springs, Florida, y fue alumna de la escuela en donde murieron 17 estudiantes y profesores. Se mudó con su familia a Ashburn, Virginia, antes de su último año, en 1995.
“Para mí, esa fue mi escuela secundaria”, dijo en una entrevista con Kaiser Health News el miércoles 21 de febrero. “Puedo imaginarme en ese pasillo, y puedo imaginarme el horror”.
Sylvest habló sobre cómo los adolescentes en Stoneman Douglas y en otros lugares pueden lidiar con sus sentimientos y cómo los padres y educadores deberían responder.
Hemos visto estudiantes de Stoneman Douglas, y otros en todo el país, marchando, participando de protestas. ¿Es algo terapéutico para ellos?
Si, absolutamente. Es realmente una forma saludable para estos adolescentes que han vivido un episodio muy traumático de hacer algo con la reacción inicial de enojo, incredulidad y conmoción. Y esta también es una forma con la que otros adolescentes pueden lidiar con sus sentimientos de enojo y desesperanza.
¿Cómo pueden los padres ayudar a sus hijos adolescentes a lidiar con sus sentimientos después del tiroteo?
Los padres no deben tener miedo de abordar el tema con sus hijos y preguntarles qué saben al respecto. Los niños han visto mucha información en los medios tradicionales y en las redes sociales sobre el tiroteo. Los padres deben simplemente escuchar y luego validar el sentimiento de su hijo diciéndoles que es comprensible sentir enojo, miedo y ansiedad.
¿Qué deberían decirle los padres a los niños que están preocupados por ir a la escuela?
Los padres deben enfatizar que las escuelas son en realidad lugares bastante seguros. El tiroteo en la escuela está recibiendo mucha cobertura porque sucede muy raramente. Hay que enfatizar las cosas específicas que la escuela de su hijo hace para mantenerlos a salvo, como simulacros de incendio o si entra un intruso. Y decirles que si ven algo [sospechoso], pueden decírselo a un profesor, administrador o consejero. Pueden decirles a los niños que todo es posible, pero que hechos como este ataque son poco probables. Hay que darle al hijo información concreta sobre lo que está haciendo su escuela para mantenerlos a salvo.
¿Cuáles son las implicaciones a largo plazo para la salud mental y el bienestar de los niños de Stoneman Douglas?
Preocupa que desarrollen síntomas de trastorno de estrés postraumático. No les pasará a todos los que vivieron esta tragedia, pero algunos pueden tener síntomas. Esto incluye pesadillas y escenas retrospectivas, y revivir del trauma. Alarmas de incendio o ruidos fuertes pueden desencadenar que recuerden los disparos. El procesamiento de esta experiencia es más como una maratón para algunas personas, y, definitivamente, podría requerir apoyo de la familia y la comunidad, y terapia.
¿Los niños de Parkland, una comunidad relativamente privilegiada, se ven afectados de manera diferente ante un tiroteo que, por ejemplo, los adolescentes que crecen en Chicago u otros lugares donde pueden estar más expuestos a la violencia por armas de fuego?
Estos eventos pueden ser aún más traumáticos en otras áreas del país donde la violencia con armas de fuego es más común y en donde los niños tienen más experiencia con estos eventos. Niños que no han pasado por un trauma antes y generalmente no temen por su seguridad: estos son factores que los protegen. Entonces, en ese sentido, los niños en Parkland están más protegidos de desarrollar síntomas de trauma que los niños que no viven en áreas seguras.
¿Cómo pueden los padres y las escuelas ayudar a los adolescentes de Parkland a recuperarse?
Las rutinas son muy importantes para ayudar a los niños a sentir normalidad, pero es importante respetar la forma en que los niños quieren lidiar con sus sentimientos, y se debe respaldar cualquier cosa dentro de lo razonable. Es importante que los niños vuelvan a la escuela, pero cada uno puede estar listo en distintos momentos. En Stoneman Douglas, los maestros y los administradores realmente van a tener que prestar atención al estado emocional de los niños y facilitar su regreso. Ningún niño puede saber cuándo sus sentimientos intensos se vayan a interponer en el camino.
Phil Galewitz: pgalewitz@kff.org, @philgalewitz