Desinversión en barrios negros y latinos, política del racismo original que favorece a los blancos

Vista aérea de la ciudad de Chicago. Foto: Wikipedia.

Vista aérea de la ciudad de Chicago. Foto: Wikipedia.

De la redacción

Las familias blancas tienen casi 10 veces más riqueza que las familias negras y latinas, y esta brecha está arraigada en la política, por lo que continúa impactando en gran medida las diferencias en el acceso a las oportunidades. Pero este cuadro no es resultado de la casualidad, sino de la gravedad que ha generado la desinversión económica en los vecindarios negros y latinos de Estados Unidos, que ejemplificamos aquí con la situación de Chicago, Illinois, de ninguna manera es exclusiva de esa ciudad.

En una reciente intervención pública ante los medios informativos la vicepresidenta de la oficina de equidad de salud comunitaria de la Universidad Rush en Chicago, Darlene Hightower declaró que la desigualdad de riqueza existe principalmente debido a políticas legales, federales y locales, que priorizan la riqueza blanca. Cuando se piensas, dijo, por qué la riqueza blanca se preserva y protege y la riqueza negra no, “creo que es sólo el origen de nuestra historia… nuestro país tiene una historia de origen y se basa en el racismo, las políticas racistas, la opresión y el privilegio blanco. Es una historia de origen que parece que no podemos superar».

Hightower cita en The Chicago Tribune una imagen de 1940, del barrio de Maywood en Chicago, que la Biblioteca del Congreso obtuvo de la Corporación de Préstamos para Propietarios de Viviendas. En el pie de foto de la imagen se describe a dicho vecindario a y su población negra de esta manera: «El área es de aspecto mixto y bastante pobre, y es poco probable que mejore mucho debido a la edad y la población de bajo grado, de la cual una porción considerable son negros… debido a las malas perspectivas y a la población indeseable».

Escuela pública en un vecindario latino. Foto: https://latinostudies.nd.edu.

Escuela pública en un vecindario latino. Foto: https://latinostudies.nd.edu.

Este es el porcentaje total de la población de Chicago: afroestadunidenses, 29%; latinos, 28.7%, y blancos 33.3%. (asiáticos 6.6% y otros 2.4%). Pero las áreas donde viven estas personas son muy diferentes.

La cofundadora del Proyecto Mapping Prejudice, de la Universidad de Minnesota, Kirsten Delegard sostiene que el racismo en la industria inmobiliaria comenzó a aparecer en los registros de propiedad privada de Mineápolis a fines del siglo XIX, “para excluir a las personas no blancas de comprar o alquilar edificios, casas y apartamentos en los vecindarios de la gente blanca… en un momento en que los agentes inmobiliarios sentían que ‘era su deber ético’ preservar la homogeneidad racial… los locales no deben ser transferidos, hipotecados o arrendados en ningún momento a ninguna persona o personas de sangre o ascendencia china, japonesa, morisca, turca, negra, mongol o africana”.

Los agentes inmobiliarios que hacen mapas describirían los vecindarios no blancos como «infiltrados por judíos, asiáticos o negros, dibujando líneas rojas a su alrededor para marcarlos como indeseables”.

El Urban Institute. Delegard atribuye las brechas en la propiedad de la vivienda a “la transferencia de riqueza intergeneracional, que sólo es posible si se le permitiera poseer una vivienda”. A lo largo de la historia estadunidense, los barrios negros y latinos han sido testigos de la desinversión. Los efectos a largo plazo de limitar la posesión de propiedades afecta su riqueza y sus ingresos. Además, los estadunidenses de raza negra o los latinos tienen menos probabilidades de obtener préstamos hipotecarios por primera vez.

Mujeres negras se organizan para cultivar huertos comunales donde sembrar alimentos frescos y de buena calidad. Foto: Food Bank.

Mujeres negras se organizan para cultivar huertos comunales donde sembrar alimentos frescos y de buena calidad. Foto: Food Bank.

Por otro lado, las experiencias históricas y contemporáneas de la segregación y la desinversión en las escuelas comunitarias han llevado a “una pronunciada discrepancia en la educación superior». En 2018, más del 60% de los blancos en Chicago tenían una licenciatura, pero los negros sólo el 20% y los latinos el 16%, según los datos del Censo.

El sistema de inversión del vecindario afecta a las empresas y la elección de alimentos para los residentes de esos vecindarios. Si se es una persona negra o latina en Chicago se tiene menos de la mitad de probabilidades de tener acceso a alimentos saludables; como resultado, es más probable que negros y latinos tengan una vida más corta, y aunque quieran cambiar las opciones disponibles para su comunidad, es menos probable que obtenga un préstamo para iniciar su propio negocio.

Dima Qato, profesora del Departamento de Sistemas, Resultados y Políticas de Farmacia de la Universidad de Illinois en Chicago afirma que “Las desigualdades en el acceso a la atención médica no sólo se han mantenido, sino que han empeorado… Donde se les dice a los pacientes de Medicaid y Medicare que soliciten servicios también podría ser parte del problema”.

Un vecindario eminentemente blanco en Chicago. Foto https://cct.org.

Una zona eminentemente blanca en Chicago. Foto https://cct.org.

Los latinos de Chicago tienen más del doble de probabilidades de no tener seguro que sus homólogos blancos, pero aquí es donde comienzan las discrepancias. La falta de incentivos para que se abran clínicas y farmacias en vecindarios mayoritariamente latinos o negros significa que obtener medicamentos o tratamiento puede ser un proceso muy diferente, dependiendo de dónde se viva. Esto ha resultado en una pérdida de años de vida, literalmente. Los negros de Chicago tienen más del doble de hospitalizaciones prevenibles que los blancos de Chicago, y mueren casi 10 años antes■

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