Migrantes deportados se presentaron en grupo esta semana en una garita fronteriza intentando regresar a Estados Unidos por una vía legal, como parte del movimiento llamado, “Tráiganlos a Casa”. Más de 30 jóvenes ‘soñadores’ que crecieron en Estados Unidos antes de ser deportados, padres de familia que tienen hijos en este país, se presentaron juntos en una garita entre California y México, y pidieron asilo y visas humanitarias. Se anuncia que en próximos días más de 100 personas tratarán de ingresar de esta manera al país. Manuel Ocaño reporta desde la frontera.

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Es la tercera vez que los jóvenes ‘soñadores’ ingresan masivamente por garitas de la frontera para regresar a Estados Unidos tras ser deportados. Esta vez los acompañan padres de familia que también solicitarán asilo político.

“Mamá, papá, los amo. Toda la fuerza que tengo ahorita ustedes me la han dado”, expresó María Peniche.

María Peniche fue integrante de los Dreamers Nine, los primeros nueve jóvenes soñadores que entraron por Arizona el verano pasado. Ahora espera a sus padres, quienes ahora cruzan de la misma forma por la garita de Otay, entre San Diego y Tijuana.

Peniche:

“Sólo sean fuertes y los espero de este lado; los amo mucho”

Junto con María, cientos de jóvenes del movimiento Bring Them Home, o Tráiganlos a Casa, apoyan a los que cruzan desde ambos lados de la frontera, entre Tijuana y San Diego.

Gritos… La reforma empieza aquí, la reforma empieza aquí… 

Luego de horas de tensión, finalmente un primer grupo de 25 jóvenes soñadores vestidos con togas y birretes de graduación ingresan a California, junto con un grupo de padres de familia que buscan reunirse con sus hijos en Estados Unidos.

Gritos de júbilo… Ni un paso atrás, ni un paso atrás… 

Santiago García, vocero de la Alianza Nacional de Jóvenes Inmigrantes, la organización que promueve Tráiganlos a Casa, dice que las personas que ingresaron fueron detenidas como parte del proceso.

García:

“Ahora todo depende de Migración, Ellos tienen el poder de detenerlos o dejarlos salir”

El movimiento de Tráiganlos a Casa es novedoso y creativo, dice Víctor Clark Alfaro, profesor de Estudios Latinoamericanos en la Universidad Estatal de California en San Diego, y experto en asuntos fronterizos.

Alfaro:

“Me parece que es un acto de justicia lo que están haciendo, porque desde niños cruzaron o los cruzaron, culturalmente son norteamericanos, y si no de la forma en que lo están haciendo, estoy seguro de que lo van a intentar de otra manera”

Los jóvenes son los únicos que han conseguido flexibilizar las leyes de migración, y con este movimiento ahora empujan también para que se haga lo mismo para los padres de jóvenes que se hallan en Estados Unidos, como Pilar Vargas y Alberto Peniche, los padres de María Peniche, quienes ya se encuentran en un centro de detención en California.

Peniche:

“Estoy muy contenta, me muero por abrazar a mi papá y a mi mamá otra vez; mi mamá me debe un pozole y mi papá me debe una tina con agua de horchata”

Enseguida los jóvenes ya planean los siguientes cruces. Alex Aldana, coordinador al lado mexicano de la frontera, informó que este fin de semana seguiría un segundo grupo masivo que entraría a solicitar asilo por la garita de Otay, y ya no eran jóvenes.

Aldana:

“Van a ser familias, familias por diferentes casos, por asilo político… hay niñas que van a reunificarse con sus padres.

Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, Texto y Foto, Manuel Ocaño