La economía de Guatemala depende en gran medida de las remesas que sus migrantes les envían de Estados Unidos, mismas que, según estudios económicos el año pasado año llegaron a 8 mil millones de dólares. El impacto de estas remesas es más que evidente en las comunidades mayas del occidente del país, que están entre las más marginadas e ignoradas y que en décadas recientes han migrado en masa al norte. Sin embargo, con el endurecimiento de la política migratoria bajo la presidencia de Trump, muchos temen que pronto el sustento que les llega del norte sea cosa del pasado. Eso pudo constatar María Martin en una comunidad maya en Guatemala.
Se escucha sonido ambiente de un lugar abierto…
La comunidad q’anjobal de San Pedro Soloma en el norte de Huehuetenango, Guatemala, ha cambiado mucho en las últimas tres décadas.
Don julio Hernández, de 78 años dice que su comunidad maya siempre ha tenido que migrar, por muchas razones:
“Éramos muy pobrecitos, sin derecho de estudiar…, vivíamos bajo presión”
Por la violencia en la guerra civil que duró casi cuarenta años y término en 1996, muchos mayas del occidente se fueron a México, y después a Estados Unidos. Así empezó la tradición de migrar hacia el norte. Ahora más de la mitad de esa población vive en este país.
Sonido ambiente de construcción…
Quizás más dramáticamente los cambios en los pueblos mayas del occidente se pueden ver en las nuevas construcciones que hay por todos lados, dice Don Gaspar:
“Si nos vamos a todas las comunidades siempre hay una casa construida ya de block, cuando en los años de los abuelitos, de los antepasados, vivieron en un techo de paja, ahora se ven las terrazas, casas de un nivel, de 2, 3 niveles…, es lo que se está viendo actualmente”
Ambiente de calle…
“Compramos oro y plata…”
Este domingo de diciembre (2017), hay mucha gente en el mercado y en la tienda más grande del pueblo, La Miscelánea del Centro. Su dueño es Don Sebastián Gaspar, un empresario maya de cincuenta años. Hace treinta años era sólo un vendedor de frutas pero actualmente es dueño de un hotel, una gasolinera, una radio emisora y esta tienda a donde miles de residentes vienen no sólo a comprar, sino a cobrar sus remesas.
Ambiente interior de una casa de cambio…
“Estamos hablando de 20 millones de quetzales al mes”, señala Don Gaspar.
“Es bastante para un pueblo que antes era uno de esos pueblos olvidados”, dice María M.
“Es bastante…, es bastante”, reitera Don Gaspar.
Tan sólo en este pueblo hay cinco remeseras, dos cooperativas de crédito, y cuatro bancos donde se cobran remesas.
“Hace tiempo ninguna industria bancaria existía en San Pedro”, sostiene Freddy López, que trabaja en la cooperativa San Pedro.
“La verdad, sí hemos visto un gran cambio, porque anteriormente no recibíamos esta cantidad de remesas a diario…”
Ambiente de una cooperativa…
López nos cuenta que con el endurecimiento de la política migratoria en Estados Unidos ha aumentado las remesas. Este fenómeno se ha visto por todo Guatemala.
Fredy López:
“Mi forma de pensar es que la gente se está preparando, en cualquier momento que la deportación sea más fuerte, mandando su dinero para cuando ellos estén acá con sus familiares no sufran de la economía”
Sonido de culto…
“Los hermanos en Estados Unidos”, así es como los de Soloma llaman a los migrantes, «también han hecho posible la construcción de una iglesia impresionante».
En total, las remesas son el motor económico principal de San Pedro Soloma, y tantas otras comunidades rurales e indígenas. Pero, ¿qué pasaría si con más deportaciones ya no llegaran estos dólares?
Se escucha un collage de opiniones…
“Pues en realidad, la gente se moría de hambre… en realidad, no hay mucho trabajo aquí, sería un caos total… y no sólo en Soloma, sino a nivel general…”
Opiniones del ex migrante Tomás Francisco y del padre Dionisio, párroco de esta iglesia…
El padre Dionisio y otros en el pueblo dicen que estas comunidades mayas siempre han tenido que buscar su vida afuera… pero irónicamente, parece que la política migratoria del presidente Trump, en vez de disminuir la migración, está creando una situación social y económica que la impulsará hasta más.
Padre Dionisio:
“Es como tapar una fuente de agua, un nacimiento de agua… se tapa el nacimiento se seca todo… y el problema que va a haber, va a haber más pobreza, y va a ser mucho más grande la conflictividad en la sociedad”■