Karen Spring (KS), dirigente de una organización de derechos humanos en Honduras esta de vista en el país. Viajó para hablar sobre cómo las políticas exteriores de Estados Unidos y Canadá exacerban la pobreza y la corrupción en ese país centroamericano, acelerando el éxodo de miles de familias hondureñas. Spring, recientemente conversó en Línea Abierta con Chelis López (CHL), y compartimos aquí un fragmento de la entrevista.
CHL: ¿Qué tanto tiene que ver la presencia militar estadunidense en Honduras, con este éxodo de ciudadanas y ciudadanos hondureños?
KS: Buen, está directamente relacionado. El problema es que cuando personas de algún país no sienten que igualmente puede cambiar su realidad, a través de las normas, o a través de las protestas, la gente busca la forma de cambiar su realidad. En este caso saliendo en caravanas. Y la presencia militar del ejército estadunidense, le dio la base militar más grande en la región a Honduras. Una maquinaria militar muy fuerte; en cada momento hay más de 600 soldados estadunidenses entrenando soldados. Por decirlo, están cometiendo las violaciones, que están reprimiendo al pueblo hondureño cuando salga a las calles para protestar. Entonces este pacto para que la presencia militar en este país, especialmente bajo este gobierno de Juan Orlando Hernández, es una de las raíces de la violación a los derechos humanos.
CHL: Hay una ley de trabajo temporal que, supuestamente apareció en respuesta a una emergencia para impulsar la economía… ¿Qué ha sucedido con esta ley de trabajo temporal?
KS: Ha tenido consecuencias muy fuetes, para las personas que forman parte del sindicato. En todos los estados del país, en los servicios públicos, en las maquilas, en estas empresas estadunidenses y canadienses, están pidiendo a las personas que han tenido un trabajo por muchos años, que tienen prestaciones, beneficios de salud…, los despiden. Y esta ley simplemente lo que implica, es que una persona tiene trabajo por tres meses, no hay trabajo fijo, con beneficios, y mucho menos para las personas que forman parte de un sindicato o que han estado trabajando por mucho tiempo con contratos colectivos. Las empresas buscan la forma de despedir a las personas, para después sólo trabajar con las personas por tres meses, luego lo despiden y contratan a otra persona. Pero no he mencionado algo muy importante: todos los precios, de la comida, del combustible, y también de los servicios públicos han subido; hasta un punto donde la gente ya no aguanta más. Las familias han visto que sus gastos para vivir han subido mientras que los salarios del trabajo temporal han bajado. Entonces la gente ya no puede pagar los precios■