La reforma migratoria sufrió un momentáneo descarrilamiento tras ser excluida del proceso de reconciliación presupuestaria por la funcionaria parlamentaria del Senado. Luego de reagruparse, la Casa Blanca y los líderes demócratas del Congreso anunciaron que acordaron de modo preliminar un plan alternativo. Entre tanto, miles marcharon en la capital para exigir al Congreso seguir adelante con el plan de incluir inmigración en el presupuesto nacional. Con los detalles desde la capital, Washington, José López Zamorano.
Se escuchan gritos…
En la Colina del Capitolio, la multitud ahogó las palabras del líder de los demócratas en el Senado, Charles Schumer, al coro de “Haz Tu Trabajo”, “Haz Tu Trabajo”.
Un día después que la experta parlamentaria del Senado excluyó la reforma migratoria del plan de reconciliación presupuestal, cientos de manifestantes marcharon hacia el Congreso para demandar de los demócratas un nuevo plan urgente.
Desde el templete de la Marcha por la Ciudadanía el representante demócrata de Chicago, ‘Chuy’ García, responsabilizó al Congreso del desenlace.
“Este es el momento de hacer lo correcto y crear un camino hacia la residencia legal y la ciudadanía para millones de personas. No podemos esperar más”
En su dictamen, la parlamentaria Elizabeth MacDonough, ex abogada de migración, sostuvo que los cambios de políticas migratorias incluidos en la propuesta demócrata rebasan por mucho el impacto presupuestal contemplado en el plan de infraestructura y que por tanto no puedn ser incluidos dentro del proceso de reconciliación.
En respuesta, el senador Bob Menéndez, quien impulsa un plan de ciudadanía en el Senado, se declaró decepcionado por la decisión de la parlamentaria pero dejó en claro que no es el final del proceso.
“Mis colegas y yo vamos a regresar con la parlamentaria, con otras opciones en los próximos días. Intentamos seguir trabajando hasta obtener un ‘Sí’. No vamos a aceptar un ‘No’ como respuesta”
El abogado de migración, Rafael Borras anticipó que una posible solución incluía reducir el número de beneficiarios de la reforma migratoria, o disminuir el impacto fiscal de los beneficios que podrían recibir, aunque también sugirió que los demócratas podrían estar jugando otro juego político.
“No sé si esperar que haya sido un intento genuino de lograr este cambio y no simplemente ponerlo ahí para decir bueno lo intentamos, no se logró pero lo intentamos”
En medio de las presiones públicas, el liderazgo demócrata anunció un acuerdo en principio sobre el monto de un plan de infraestructura física y humana, así como de los mecanismos para evitar un aumento de la deuda.
Chuck Schumer es el líder de los demócratas en el Senado:
“La Casa Blanca, la Cámara de Representantes y el Senado hemos llegado a un acuerdo para pagar por todo lo que sea incluido en un acuerdo final”
Nancy Pelosi es la presidenta de la Cámara de Representantes:
“Tenemos un abrumador consenso en nuestras filas, quizá de 10 a uno o de 20 a uno sobre cuáles deben ser las prioridades”
Pero la realidad es que en el Senado los senadores demócratas Joe Manchin y Krysten Sinema no han aceptado el monto del paquete de infraestructura y sin este voto no es posible su aprobación. En la cámara baja, la mitad de los 95 miembros del concilio progresista advirtieron que no votarían por el plan de infraestructura física, a menos que antes se apruebe el plan de infraestructura humana.
Los demócratas tienen planeado de cualquier manera realizar una primera votación este fin de semana. Aunque se espera que las negociaciones continúen a puertas cerradas sin interrupciones, el futuro final de las iniciativas, incluido el de la reforma migratoria, sigue siendo incierto.
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, desde Washington, D.C., José López Zamorano.
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