Marco Vinicio González
Cuatro importantes desafíos legales relacionados con la regulación de la Administración de Medicinas y Alimentos, FDA, al medicamento para el aborto se han abierto paso en las cortes del país a partir del fallo Dobbs en la Corte Suprema en junio de 2022. Y aunque algunos de estos litigios se hallan en etapas primarias, ponen en peligro la disponibilidad de medicamentos para el aborto a corto y largo plazo, dice la Fundación de la Familia Kaiser.
Uno de estos litigios contra la FDA por haber permitido el uso de mifepristona lo decidirá un juez conservador en Texas, quien dijo que iba a pensar en estos días si decide suspender la venta del medicamento, fallo que pudiera tener alcance nacional y paralizar la venta de la píldora antiabortiva incluso más allá de Texas, en los 50 estados, independientemente de que el aborto esté prohibido o no.
Las demandantes, cinco mujeres texanas argumentan que la FDA se precipitó al aprobar el uso de la píldora abortiva por “no ser segura”, pese a que se ha venido usando durante los últimos 22 y años con eficiencia y sin problemas, afirmó en Línea Abierta Alejandra Soto, Directora de Latina Comunication en Planned Parenthood Federation of America de Nueva York.
“Por cierto, es más segura que Tylenol, es lo que muchos médicos afirman… realmente no hay ningún motivo de salud” en esos argumentos, “sino más bien es una maniobra política en contra el aborto”.
Hay varios escenarios que podría decidir el juez, plantea Soto. Por un lado, podría retirar por completo del mercado el uso de mifepristona, generando un tremendo problema a clínicas, hospitales o usuarios que consumen o suministran la píldora… O podría decidir que el medicamento debe seguir usándose como se hacía en 2016: frente a un proveedor, en lugar de como se hace ahora, que «te dan una receta médica, recoges la medicina y te vas a tu casa» y te la tomas.
“Pero lo más peligroso de todo esto es que la decisión la está tomando un juez, no un médico experto en esta materia”.
En contraste, en Honduras la primera presidenta en la historia de ese país anula la prohibición de la pastilla abortiva.
Suyapa Portillo, Profesora de Historia y Estudios Trasnacionales en Pitzer College en Los Ángeles, California, y también invitada de Línea Abierta, dijo a Chelis López, conductora de este programa de noticias y análisis de la noticia, que no puede omitirse que en este país una ola republicana antinmigrante y antiaborto está ganando terreno en las cortes, las estructuras de gobierno y hasta en la opinión pública.
“Muy problemática la ola republicana extremadamente conservadora que ha habido contra los derechos de los inmigrantes y también contra la mujer… particularmente en el sur. Lo que es Texas, Georgia, La Florida como estamos viendo; y que no sólo está afectando a la mujer sino también a la comunidad latina, los estudios étnicos -yo estoy en un departamento de Estudio Latinos-… Hay lugares en La Florida donde no se puede enseñar sobre raza ni sobre las historias de nuestras comunidades”.
Sin embargo, acota Portillo, “una de las cosas que hace el cambo en Honduras, y que se debe de ver en Texas, o se debe de ver en Estados Unidos, es una organización constante de feministas… y la juventud que está contra el golpe de Estado”.
Con todo, en Honduras cada 3 horas una mujer es violada, se están viendo jóvenes de 10 o 12 años embarazadas; hay una violencia increíble de feminicidios, “y es de esas regiones de donde vienen las masas de migrantes que viaja en las caravanas”.
La apertura del nuevo gobierno de Xiomara Castro llega a Honduras en “un tiempo oportuno, muy importante para el país. Pero es apenas un primer paso. Porque todavía el aborto es ilegal, el matrimonio LGBT es ilegal, y esto está en la Constitución de Honduras».
Portillo sostiene además que la gente está migrando a Estados Unidos principalmente por la violencia sistémica, «de las pandillas, la violencia conyugal, de la comunidad, etcétera… la diferencia es que en Estados Unidos no estamos viendo un movimiento fuerte a nivel nacional, y creo que ese es el peligro aquí”.
López pregunta a Suyapa Portillo sobre la influencia que pudiera tener la política hondureña en favor de la píldora abortiva, en regímenes del área con posiciones conservadoras, respecto sobre todo a temas como el aborto.
Centroamérica es un área de regímenes políticos conservadores, dice Portillo. Por ejemplo, “en El Salvador hay una sobre militarización bajo este presidente. Entonces, ¿qué pasa en los gobiernos militares? No hay avances para la mujer… desde 1962 hasta los ’90 en Honduras no se ven cambios… vamos a ver un retraso en los avances de la mujer en esa región”.
Por tanto, la profesora dice no esperar mucho de esos gobiernos de Centroamérica, y que la presión para lograr un cambio favorable a las causas de las mujeres “tiene que venir de abajo y desde el exterior”•