De la redacción
Mujeres inmigrantes demandan al servicio de Inmigración y Control de Aduanas, ICE, y al Dr. Mahendra Amin, ginecólogo de planta en el centro de detención de ICE, LaSalle Corrections, una compañía penitenciaria privada que opera como centro de detención Irwin, Georgia, por haber practicado histerectomías y otros procedimientos ginecológicos intrusivos sin el consentimiento de las detenidas.
Treinta mujeres inmigrantes demandaron el lunes al servicio Inmigración y Control de Aduanas, ICE, por ser agredidas estando bajo custodia, sometidas a histerectomías innecesarias o no deseadas, una atrocidad dada a conocer a la prensa en septiembre y que reprodujimos oportunamente en este espacio informativo, luego de que una enfermera de LaSalle Corrections, en Georgia diera el ‘pitazo’.
Las mujeres alegan que fueron sometidas por ICE a “procedimientos invasivos no consensuales, incluidas histerectomías, inyecciones anticonceptivas y prácticas ginecológicas sin indicación médica”, lo que equivale a agresión sexual, a manos del Dr. Mahendra Amin, el obstetra-ginecólogo autorizado por ICE para brindar servicios médicos a las detenidas, conocido como “el colector de úteros”. Y también acusan a los empleados de ICE en LaSalle Corrections, de “tomar represalias contra ellas por hablar en contra del referido Dr. Amin.
Según The Hufpost, el abogado de Amin, que no respondió a las solicitudes del periódico para comentar la acusación contra su cliente, “ha negado anteriormente cualquier irregularidad cometida por el Dr. Amin… y no poder comentar sobre litigios pendientes”. Sin embargo, dijo que la agencia federal estaba «cooperando plenamente» con la investigación de la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional.
La denuncia de las mujeres consta de 160 páginas y fue sometida al Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito de Georgia, con la ayuda de varias organizaciones y bufetes de abogados, incluido el Proyecto Nacional de Inmigración, del Gremio Nacional de Abogados, Dreyer Sterling de Atlanta y los Servicios Legales de Morningside Heights de Nueva York.
Desde entonces, más mujeres detenidas se han pronunciado para denunciar que sufrieron negligencia médica en dicho centro de detención de ICE, y que fueron obligadas a someterse a histerectomías o extracción de sus órganos reproductivos (útero, ovarios), durante sus visitas de rutina al ginecólogo.
Además, las mujeres argumentan que “fueron objeto de abuso médico y represalias de las autoridades, mientras estaban bajo la custodia de ICE”. Y por si esto fuera poco, tras ser agredidas con dichas prácticas invasivas, “muchas de las mujeres son deportadas”, afirmaron las demandantes al Huffpost.
Azadeh Shahshahani, directora legal y de defensa del Project South, con sede en Atlanta, y co-asesor en la demanda, declaró a ala funete que «Buscamos el fin inmediato de las atroces represalias contra las mujeres que denunciaron el abuso, su liberación inmediata y una compensación por los daños que sufrieron las sobrevivientes… Ya es hora de que se cierre esta instalación plagada de violaciones de derechos humanos y de que ICE y LaSalle rindan cuentas”, dijo Shahshahani.
Las mujeres inmigrantes incluidas en la demanda del lunes provenían de una variedad de países, incluidos México, Bolivia, Senegal y Kenia. Algunas de las mujeres han sido puestas en libertad desde entonces, mientras que otras han sido deportadas.
Como se recordará, la administración Trump acordó en noviembre congelar las deportaciones de las mujeres que alegaron abusos en las instalaciones de Georgia. Pero en la denuncia, las mujeres dicen que enfrentaron una variedad de acciones de represalia después de hablar en contra de Amin, que incluyen “agresión física, confinamiento solitario, pérdida de dinero de sus cuentas de la comisaría, acceso limitado a teléfonos y retraso en la entrega de medicamentos y registros médicos”, sostiene el Huffpost.
Al respecto, el Proyecto Nacional de Inmigración del Gremio Nacional de Abogados, dijo en una conferencia de prensa virtual que “uno de los relatos de abuso provino de Elizabeth, detenida de 21 años de edad, originaria de Guadalajara, México, y quien ha vivido en Estados Unidos desde que fue traída al país a los 8 años”. Ella alegó que “no recibió un chequeo posparto a las seis semanas después de dar a luz, y que buscó ayuda médica después de experimentar dolor”.
Pero según esta historia, ICE la envió con Amin, y al llegar a su cita, estando esposada y con grilletes en los tobillos y la cintura alegó que el ginecólogo de marras «le practicó una ecografía vaginal y le dio una inyección anticonceptiva (Depo-Provera) sin explicar los procedimientos». Elizabeth sólo se enteraría de lo que implicaba la inyección después de hablar con otra inmigrante que había recibido la misma inyección y que «no consintió en recibir el método anticonceptivo. ‘Simplemente siento que ya no tengo control sobre mi cuerpo’”, dijo la detenida.
En el consultorio del médico, Elizabeth dijo que se vio obligada a firmar documentos que nunca tuvo la oportunidad de leer. Y que después de la visita sangró durante dos meses, aumentó 15 libras y estaba deprimida con frecuencia. «Las personas en las que confiamos, el personal médico que está aquí… ya no podemos confiar en ellos», sostuvo, «No sabemos qué están haciendo con nuestros cuerpos».
Elizabeth espera ser liberada de dicho centro de detención como un acto de justicia que recompense el maltrato médico mientras sigue su caso de inmigración para permanecer en Estados Unidos. “Tenemos hijos. Tenemos gente que nos ama y que nos espera”, afirmó a la fuente Elizabeth■