Datos de la Patrulla Fronteriza señalan que los cruces fronterizos no autorizados disminuyeron por tercer mes consecutivo en octubre en la frontera de Estados Unidos con México. Y que las detenciones bajaron un 14% desde septiembre. Pero funcionarios de la administración Biden afirmaron que las deportaciones eran consistentes con su política de disuasión, echando mano del Título 42, mientras que defensores de los derechos humanos condenan el trato -a veces severo- y las deportaciones fast track de los migrantes y solicitantes de asilo, devueltos por este medio a sus países de origen devastados por desastres naturales, miseria y una crisis política y de seguridad; es decir, de violencia y de muerte.
De la redacción
En medio de la celebración tras la firma del primer paquete de infraestructura física de la administración Biden, aunque con la segunda parte del plan, o el Build Back Better todavía en veremos, y con la popularidad de Biden en su nivel más bajo de aceptación, la Casa Blanca sostiene una controversial política iniciada por la pasada administración, que vulnera severamente a los migrantes y a los solicitantes de asilo.
En tanto, defensores de los inmigrantes aumentan la presión al actual gobierno federal, que hasta el momento rehúsa deshacerse del oprobioso Titulo 42 y más bien lo defiende como medida de disuasión efectiva para evitar el ingreso de migrantes y con ello la propagación del Covid-19 en Estados Unidos, cuando el virus ya se hallaba adentro de estas fronteras desde antes de la imposición de esta vieja medida sanitaria usada para prevenir el ingreso de la pandemia.
Hay quienes afirman que el Título 42 debe terminar, no sólo porque es moral y legalmente cuestionable, sino también porque la pandemia de Covid-19 está retrocediendo.
Chelis López, conductora de Línea Abierta, platicó en este programa con Adriana Jasso, Coordinadora del Programa Fronterizo EEUU-México, de la organización American Friends Service Committe, en San Diego, California, sobre esta controvertida política que ha servido a la administración Biden para expulsar por la vía rápida a los migrantes en busca de asilo.
«Desgraciadamente la administración Biden reafirmó esta política -Título 42- impuesta por la pasada administración… el Dr. (Anthony) Fauci explicaba el mes pasado que no hay razón científica para justificar que la frontera permaneciera cerrada… esperábamos que la administración Biden-Harris se guiaran más por la ciencia que por un posicionamiento político…”, dijo Jasso.
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De estga suerte, el Título 42 es una política activada por Trump, que Biden está usando abiertamente para excluir a los migrantes y solicitantes de asilo en la frontera con el pretexto de atajar el paso del covid, a pesar de que el presidente ha prometido repetidas veces que terminaría con ella.
Por su parte, Americas Voice ha citado también una historia difundida por CBS News, acerca de lo que le dijo al Congreso una alta exfuncionaria de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades, CDC, sobre el Título 42 y la pandemia en la frontera: “Anne Schuchat, la segunda funcionaria de más alto rango en los CDC hasta antes de su partida esta primavera le dijo a un comité del Congreso que la política fronteriza –Título 42- instituida en marzo de 2020 para expulsar a los migrantes y evitar que soliciten asilo, no era necesaria para contener la propagación del coronavirus”.
El Título 42 es pues “una medida sin precedentes que carecía de justificación de salud pública suficiente… y corrobora aún más que las expulsiones fronterizas fueron autorizadas a pesar de las objeciones de los principales funcionarios de salud pública de los CDC”.
Chelis López cita también la editorial del New York Times de este fin de semana, que afirma: «Es hora de poner fin a la emergencia pandémica en la frontera», pide abiertamente el fin del Título 42 ,y afirma que “Lo que se rompió en la frontera no se rompió en los últimos meses. Ha estado roto durante años. Llevará tiempo y la ayuda del Congreso para arreglarlo”.
Agrega: «El presidente Biden y su equipo deben comenzar a vivir de acuerdo con los valores que prometió como candidato. Ahora tiene la oportunidad de restaurar a Estados Unidos nuestras mejores tradiciones nacionales, y de ser el líder mundial en la protección de refugiados. El presidente y su equipo deben afrontar con entereza este desafío humanitario y de gobernabilidad»■