Decenas de miles de inmigrantes de más de cien países, casi la mitad de la devastada isla de Haití, llevan meses varados en Tapachula, cerca de la frontera mexicana con Guatemala. El gobierno mexicano ha prometido asilo y empleo en el país a los inmigrantes. Pero estos se quejan de que los trámites para solicitar asilo en México son largos y burocráticos. Además, activistas denuncian que las autoridades migratorias mexicanas han pasado a ser una máquina deportadora de migrantes. Francisco Barradas nos entrega su crónica desde Tapachula, Chiapas.
Este es el sonido de una crisis humanitaria.
Consignas ¡¡¡Documentos!!!..
Tapachula es la ciudad más al sur de México y hoy es un pueblo de múltiples naciones. Es el equivalente a la isla de Lesbos en Grecia, o Ceuta en España, donde llegan los perseguidos por el hambre, la represión política o los efectos del cambio climático, de África y Oriente Próximo.
“Yes, yes, come from China… De Venezuela, estado Aragua… Haitiano ciento por ciento… De El Salvador… Oriundo de Pinar del Río… En Honduras donde vivo no hay nada”
Tapachula está en la franja fronteriza con Guatemala. La región donde se asienta, el Soconusco en Chiapas, es un edén. Biodiversidad…., es aquí el lugar donde se toma café por las mañanas. Pero para los migrantes del mundo que llegan a Tapachula por los caminos del istmo centroamericano, este paraíso es el infierno.
“Mi nombre es Johnsy de Márqee, yo soy de Haití. Llegamos. Somos inmigrantes. Aquí no tenemos ni dinero. No podemos pagar casa. Aquí, mira estamos pasando mucho trabajo y no hay quien responda. Ni hasta el mismo presidente, no dice nada”
Hace tres años, Tapachula comenzó a sobrepoblarse. A finales de 2018, iniciaron las llamadas caravanas de migrantes. De Honduras partieron las primeras. Al cabo de un tiempo, junto con los centroamericanos, antillanos, asiáticos, de lejano y próximo oriente, y hasta africanos cruzaban también el río Suchiate, frontera fluvial entre el Soconusco y Guatemala.
En noviembre, el gobierno de México informó que tenía 130 mil solicitudes de refugio. La mayoría de éstas se han presentado en Tapachula. Los peticionarios vienen de 106 países distintos. De Haití son al menos la mitad de estos migrantes. Luis García Villagrán es un activista. Coordina el Centro de Dignificación Humana, con sede en Tapachula.
“La crisis humanitaria en esta frontera sur es muy significativa. Hay crisis para atender a las personas pero no crisis para deportarlos. No hay crisis para la contención, para la retención. Para eso no hay crisis. México se ha vuelto el país en el mundo que más deporta seres humanos”
Estos años ha pugnado, por la vía legal, para que los migrantes puedan salir de Tapachula.
Cuando no lo consigue, guía él mismo las caravanas: el 23 de octubre, y luego el 17 de noviembre se puso al frente de un par de estos éxodos.
El gobierno de México retuvo por meses a miles de migrantes en Tapachula, diciéndoles que aquí, sólo aquí podrían obtener ‘papeles’ que les permitirían residir y trabajar legalmente en el país. Más la urgencia por el trabajo, pan, vivienda, escuela para los hijos…, volvió imposible contenerlos. Se les pidió esperar. Pero las caravanas, como ha sucedido por siglos, comenzaron ya a moverse.
“Sí, lo que queremos es dar los papeles para sacarnos de aquí. Eso necesitamos ¡nada más! Si ustedes quieren que su estado crezca trabaje ustedes, no es los inmigrantes que va hacer el estado crecel”
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino desde Tapachula, Chiapas, México, Francisco Barradas.
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