Esta semana culminan en México, Distrito Federal, tres caravanas de padres y compañeros de los 43 estudiantes de una escuela rural para maestros en Guerrero, México, que desaparecieron hace ya casi dos meses. Los padres de los 43 normalistas exigen su aparición con vida. No han sabido nada de sus hijos, desde el 26 de septiembre, cuando un grupo de alumnos fue balaceado por policías municipales, dejando 6 muertos (tres de ellos estudiantes de la normal). Los padres organizaron tres caravanas: una anduvo por los estados del norte del país, y otra por los estados del sur. Andalucía Knoll acompañó a la caravana que viajó por el estado de Guerrero.
Nombrada por un estudiante asesinado, la caravana Julio Ramírez César Nava atravesó el estado de Guerrero, exigiendo la aparición con vida de los 43 estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal de Ayotzinapa.
Junto a los padres viajaban compañeros de los alumnos desaparecidos, como Juan José Vázquez Miranda:
“Queremos dejar algo bien en claro: para nosotros como normal de Ayotzinapa, y para los padres de familia, no están muertos nuestros compañeros así como dice el procurador de justicia, Jesús Murillo Karam, que ya encontraron a nuestros compañeros en fosas y quien sabe qué, y empiezan formar hipótesis”
El gobierno mexicano ha declarado que los estudiantes fueron masacrados por miembros del cartel Guerreros Unidos, quienes supuestamente quemaron todos los cuerpos, dejando sólo cenizas.
Metodia Carrillo, mamá de un estudiante desaparecido, dice que no confía en las autoridades:
“Mi hijo es Luis Ángel Abarca Carrillo, yo ando aquí porque quiero recuperar a mi hijo. El gobierno, a ver cómo lo hace, nos engaña. Me da mucho coraje, usted sabe, como una madre, cuántos días llevamos sin ver a nuestros hijos. Cómo los golpean, cómo los hacen… Le pido a Enrique Peña Nieto que por favor devuelva a los muchachos, porque él sí sabe dónde los tienen”
Los padres de Daniel Solís Gallardo, una de las seis personas asesinadas en Iguala, se integraron a la caravana en Zihuatanejo, Guerrero. Su mamá, Inés Gallardo dice que fue el Estado:
“Nosotros estamos lastimados, y mañana, ¿quiénes serán? La peor parte es que fue por parte del gobierno. No fue provocado, fue por un orden por tal persona. Esperemos que se haga justicia”
En Acapulco, la caravana fue recibida por estudiantes y activistas. El abogado Vidulfo Rosales, del Centro de Derechos Humanos Tlachinollan, representa a los familiares de Ayotzinapa y dice que este tipo de
hechos violentos no son nuevos en el estado.
“Es una historia de represiones, es una historia de violencia sociopolítica que caracteriza al estado de Guerrero desde los años 60; aquí en este estado había una seria de desaparecidos políticos, en los años 70 principalmente. También hay una serie de violaciones graves al derecho a la protesta, a la libertad de la expresión. En varias manifestaciones se ha masacrado a los estudiantes, se ha masacrado a pueblos campesinos, se ha masacrado a organizaciones sociales”
En todos los pueblos por donde pasó la caravana la gente recibió a los estudiantes y familiares con los brazos abiertos, comida preparada y víveres. En algunos puntos, la gente bloqueó la carretera con consignas y cartulinas para dar la bienvenida a los de Ayotzinapa. El estudiante Juan José Vázquez Miranda dice que la respuesta del pueblo mexicano fue emocionante:
“La verdad es como está el problema y que muchos tienen miedo, en serio que no esperábamos recibir esta respuesta tan positiva, porque fueron respuestas muy positivas y eso nos llena mucho de alegría y lo mismo nos motiva para seguir adelante y encontrar nuestros 43 compañeros, y cabe recalcar que no estamos solos”
La caravana llegó al Distrito Federal en conjunto con las caravanas del sur y del norte. Las tres fueron recibidas por más de cien mil personas, quienes marcharon por justicia para Ayotzinapa.
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, desde la Ciudad de México, DF, Texto y Fotos de Andalucia Knoll.