Niños que participan en un programa de la organización Compass Family Services. Foto de cortesía.
No tener casa es una situación muy difícil para cualquiera, pero cuando además se tiene hijos pequeños el problema es peor. La inestabilidad y la incertidumbre afectan mucho a los niños, sobre todo al iniciar su vida escolar. Para ayudar a estos padres sin casa a encontrar cuidado infantil, dos gobiernos de condados de California están ofreciendo servicios especiales. Zaidee Stavely nos cuenta el dramático cambio que tuvo la vida de una madre soltera con dos hijos pequeños al recibir dicha ayuda en San Francisco, California.
Cuando Eva Morales decidió dejar a su esposo, porque la maltrataba, se quedó sin casa. Se mudaba de un albergue a otro. A veces se quedaba con amigos. En las peores noches, dormía en el coche de un amigo.
“Es la cosa más fea dormir en un carro. Siempre estaba.., o estaba demasiado frio; era tan incómodo, era muy difícil dormir en el carro”, dice Eva.
Compass Family Services ofrece sus servicios a la comunidad.
Era difícil para Eva, pero más difícil aún para sus dos hijos pequeños; un niño de dos años y una nena de tan sólo unos meses.
“Era de estar de un lado para otro, y yo me sentía mal, me sentía culpable, porque siempre me llegaba ese pensamiento, no, mejor me hubiera quedado, mis niños no estarían de un lado para otro, no estarían teniendo que adaptarse, y llevarlos a otro lado, y otra vez a adaptarse, y quitarlos de allí”
Además, cuando Eva iba a solicitar ayuda para buscar casa o trabajo, como no tenía casa ni con quien dejar a sus pequeños, y la tenían que acompañar a las citas aumentando el estrés de toda la familia.
“Tenía muchas citas y era llevar a los niños, levantarlos súper temprano, llevármelos conmigo y andar de allá para acá, a veces ni comer porque era una cita tras otra. Entonces al tener a los niños allí, también ellos se desesperan de estar solos sentados en un solo lugar. Ya después de un rato están como que, me quiero ir, tengo hambre. Es entendible pero sí, es difícil”
La inestabilidad afectó mucho a su pequeño hijo de dos años, dice Eva.
“Porque él tuvo un cambio de personalidad. Estaba más agresivo, no me hacía caso, estaba enojado casi todo el tiempo, no quería jugar con su hermana, no quería comer”
Centro de cuidado infantil
En California, cada año unos 250 mil niños menores de 6 años viven la misma experiencia que los hijos de Eva. Algunos viven en carros o albergues. Otros en departamentos que comparten con más de una familia. Diversos estudios muestran que cuando los bebés y los niños pequeños no tienen casa estable, puede dañar su nivel de aprendizaje cuando inician su educación primaria. Por eso, además de buscar casa y trabajo, Eva buscó también cuidado para sus hijos.
Y encontró este lugar, Compass Family Services, un programa del Condado de San Francisco, que ayuda a los papás que no tienen casa a llenar solicitudes para cuidado infantil y verificar si son elegibles para alguna beca o subsidio. Una trabajadora de Compass le ayudó a Eva a conseguir un espacio para su nena en una guardería infantil, y registró a su hijo en un programa preescolar, o Head Start. Eva dice que al principio le costó trabajo jugar con los otros niños, pero el cambio fue enorme.
“Cuando empezó a ir a la escuela, estaba más enérgico, como que se había relajado, tenía un poco más paciencia con su hermana, comía mejor, regresaba feliz, regresaba cantando y brincando, y me decía ¿mañana voy a ir a la escuela? Estaba emocionado por ir a la escuela”
Niños graduados en el centro de cuidado infantil.
Estar en un preescolar le dio estabilidad al hijo de Eva. Es más, le ayudó a ella también porque pudo concentrarse en la búsqueda de una casa. Y pasó algo extraordinario: se pudo mudar a un departamento de dos recámaras en San Francisco, un programa le pagará la mitad de su renta durante tres años. Para ese entonces, sus dos hijos ya estarán asistiendo a la primaria. Y ella espera tener un trabajo estable.
Cuando entraron por primera vez al departamento, Eva dice que sus hijos no podían creerlo. Tenían muchas preguntas.
“El primer día que llegamos estaban como, ‘Ahhh, y ¿de quién es este lugar? y ¿Vamos a vivir aquí? ¿Y ya no nos vamos a ir?’”
No, dijo Eva. Ya no nos vamos a ir.
Hasta hace poco este programa en San Francisco era el único en toda California que ayudaba a los padres y madres desamparados a encontrar cuidado infantil. Ahora, el Condado de Alameda ofrece un programa similar. Se espera que en el futuro otros condados sigan el ejemplo.
