Los instrumentos de punteo y rasgueo como la guitarra, la vihuela, la jarana o la mandolina dependen mucho de la calidad de sus cuerdas, que le dan una especie de voz al instrumento. En el barrio del Este de Los Ángeles, un grupo de músicos latinos lleva cerca de una década elaborando a mano cuerdas para estos y otros instrumentos. Estas cuerdas han ganado clientela por todo el mundo y son usadas por grupos famosos como el Mariachi Vargas, Los Tucanes de Tijuana, y Los Tigres del Norte. Estos artesanos están capacitando a otros para que no se pierda el arte de la elaboración de las cuerdas. Nuestro corresponsal en Los Ángeles, Rubén Tapia, visitó al grupo durante una sesión de trabajo. Este reportaje es parte de la serie Raices: Historias sobre los artistas del pueblo.
En un pequeño taller del Este de Los Ángeles, Vaneza Calderón, de 27 años de edad, está de pie frente a una máquina para hacer cuerdas, conocida como Vinchi. Es una especie de torno giratorio donde elabora una cuerda para su propio guitarrón. Controla la energía con un pedal en el piso que acciona con el pie.
Sonido de la máquina…
Vaneza teje ocho hilos que forman el centro de la cuerda, los tensa con una palanca, y después con la punta de los dedos enreda otro hilo micro delgado y, con la ayuda del motor, lo desliza a lo largo de la cuerda. La operación es conocida como entorchado. La observa atentamente su maestro, Jacobo Hernández.
Sonido de diálogo…
Después de corregir varios errores, Vaneza termina su cuerda. El proceso duró unos 10 minutos. El maestro Hernández explica:
“El alma -como decimos- está hecha de un hilo de nailon y el sonido y el sentido de la cuerda es más parecido a las cuerdas de tripa; esas cuerdas demoran un poquito más para quedar bien afinadas pero luego aguantan mucho tiempo”
Vaneza toca el guitarrón y antes formó parte del Mariachi Divas, integrado por puras mujeres, que ganó dos veces el premio Grammy. Ahora trabaja por su cuenta, y aprende a construir las cuerdas.
Vaneza:
“Las cuerdas, cada una es única, tiene su propia vida, un orgullo saber que puedo estar aquí durante el día haciendo cuerdas y en la noche ir a trabajar, tocando las cuerdas que hice ese día”
Música de Vaneza…
Este taller de cuerdas hechas a mano, único de su clase en el país, se llama Guadalupe Custom Strings, en honor a la ‘Virgen Morena’. Fue iniciado por Francisco González, uno de los fundadores del legendario grupos “Los Lobos”. Jacobo Hernández empezó en el taller como aprendiz, y cuando su maestro se mudó a Arizona, la mamá de Jacobo le compró el negocio y lo instaló en el Éste de Los Ángeles. Rentan un local de 600 pies cuadrados en la simbólica avenida Cesar Chávez.
Jacobo:
“Y trabajamos como familia aquí cerca de mi casa donde yo crecí, y ahora estamos comprando el negocio de mi mama”
Jacobo también es músico y tiene 32 años de edad. Nació en Los Ángeles, sus raíces familiares son de California desde que el estado era parte de México. Se asoció con sus amigos músicos, Gabriel Tenorio y Alberto Grey para seguir esta aventura empresarial.
Jacobo:
“Somos tres músico, bueno somos cuatro porque Vaneza también es mariachi, y nos importa hacerlo bien, y vivimos bien y ganamos bien, y disfrutamos de lo que hacemos”
El encargado de la producción es Alberto Grey, quien desde hace siete años y sin proponérselo, se involucró en el proyecto.
Alberto:
“Lo buscábamos para salir y llegábamos al taller, y para mi trabajaba muy despacio; entonces, le dije hey, cómo te ayudo, para que nos fuéramos al party no para ganar dinero, sino para ayudarle”
Alberto es muy diestro en un oficio que requiere de tacto y donde las manos son otra herramienta.
Alberto:
“Con los guantes no se siente eso, yo puedo sentir cuando hay una falla en el material”
Gilberto:
“No hay nadie en este país que hace cuerdas para estos instrumentos con esta calidad”
Gilberto Tenorio quien administra el proyecto, dirige el grupo Domingo Siete donde también participa Jacobo.
Corte de Domingo Siete…
Guadalupe Custom Strings elabora cuerdas para los instrumentos que se tocan pulsando o punteando las cuerdas, como son la guitarra, el contrabajo, el guitarrón, la vihuela, el arpa, la jarana, y muchos más. Entre sus clientes se encuentra el Mariachi Vargas, Los Tucanes de Tijuana, Los Tigres del Norte, Quetzal, y La Santa Cecilia.
Sonido de la Santa Cecilia…
Gracias al Facebook y al Internet han logrado colocar sus cuerdas en varias partes del mundo. Los tres amigos sueñan con ampliar las instalaciones y conseguir que sus tres máquinas Vinci estén en buenas condiciones para satisfacer la creciente demanda de sus clientes. Pero además quieren mantener vivo el arte de la elaboración de cuerdas, y por eso ahora capacitan a Vaneza Calderón en esta destreza. Gabriel Tenorio resume la historia del proyecto:
“La evolución de nosotros es para ser artistas, artesanos y luego agente de negocio. Estamos aquí porque somos músicos y a nosotros nos importa como a otro músico el sentido y el sentido de una cuerda y la experiencia que van a tener en el escenario y la grabación”.
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, desde Los Ángeles, CA, Guión y Foto de Rubén Tapia.