El caso de un inmigrante indocumentado en San Francisco que fue detenido por agentes de Inmigración y Aduanas, ICE, después de denunciar el robo de su carro, atrajo la atención por dejar muy en claro un doble estándar: el acto de reportar un crimen a la policía es aplaudido cuando lo hace un ciudadano, pero cuando lo hizo este inmigrante indocumentado fue sometido a un castigo severo. Fernando Andrés Torres tiene los detalles. Este reportaje es parte de la serie «Hablando de la Raza».
Pedro Figueroa, un trabajador inmigrante salvadoreño, denunció a la policía en diciembre pasado el robo de su carro. Unas semanas más tarde, cuando la policía le informó que este había sido encontrado, Figueroa lo fue a buscar al cuartel de la Calle Tercera. Allí la policía lo detuvo por un par de horas y cuando lo dejaron en libertad, se encontró con la sorpresa de que unos agentes de ICE lo estaban esperando.
«Fui a la policía a dar un reporte de un carro que me habían robado y es algo duro, algo serio porque yo no me esperaba esto. Si uno va a una estación de policía es para pedir ayuda y lo que a mí me sucedió fue todo lo contrario, porque el perjudicado fui yo», dijo Figueroa.
Figueroa pasó dos meses en el Centro de Detención del Condado de Contra Costa. James Schwab, vocero de ICE, dijo en un comunicado que la detención de Figueroa estuvo basada en «una orden pendiente de deportación emitida por un juez de inmigración en el 2005 y una condena por manejar bajo la influencia del alcohol». Por su parte Figueroa dice que nunca recibió la orden de deportación. Saira Hussain, la abogada de Figueroa dice que bajo la ley local de San Francisco, Figueroa, quien no ha cometido un crimen violento, no debió ser entregado a ICE:
«La ordenanza para el fortalecimiento del debido proceso les dice claramente a las agencias policiales que las órdenes de deportación -que no son órdenes reales y que carecen de causa probable-, no son razones para detener a alguien o para notificar a ICE… Pero, ¿cuántas otras personas han sido transferidas a la custodia de Inmigración para ser deportadas de vuelta a sus países?»
Figueroa se encuentra en libertad bajo fianza y su caso continúa pendiente en la corte. Pero la experiencia en la cárcel de ICE, en la ciudad de Richmond, le ha resultado traumática:
«Fui a parar a Inmigración dos meses y ahora, no sé, mi vida ha cambiado mucho; tantos problemas, de deudas, de cosas de inmigración que no sé qué va a pasar conmigo…»
La detención de Figueroa no sólo tiene que ver con el debido proceso frente a la ley, sino que también tiene repercusiones en la confianza entre la comunidad y la policía.
«Contribuye al sentimiento de que la policía no ayuda. ‘Para que los voy a llamar’, y ahora van a decir no solamente eso, (también): ‘hay una probabilidad que alguien me va a echar a ICE… Esto no es bueno para la policía, no es bueno para la comunidad, y obviamente ayuda a destruir la relación que se estaba o que se está construyendo», dice el abogado de inmigración, Jorge Rodríguez-Choi.
La ley santuario de San Francisco estipula que la policía local no debe entregar automáticamente a los inmigrantes indocumentados a la agencia federal de inmigración. Esta ley fue duramente criticada hace meses por políticos de derecha cuando una mujer anglosajona murió a causa de una bala disparada por un inmigrante indocumentado. Dice Rodríguez-Choi que el caso de Figueroa deja claro que la ley es necesaria: para la seguridad pública y la protección de absolutamente todos los ciudadanos. O, como dijo Rodríguez-Choi, para reemplazar el miedo por la confianza.
«La ley santuario lo que quería hacer es crear una confianza entre la comunidad y la policía, para que los criminales no dijeran, ‘oh, mira, tiene cara de latino, cara de sin documentos’, entonces es una perfecta persona para ser víctima del crimen, porque no hablan con la policía, porque le tienen miedo», dijo Rodríguez-Choi.
David Campos fue uno de los supervisores de la ciudad que denunció públicamente el caso.
“No queremos ver en San Francisco lo que sabemos está pasando por todo el país debido a personas como Donald Trump. Queremos poner sobre aviso a nuestros funcionarios electos, a nuestro alcalde, a nuestro alguacil, al jefe de policía, que aquí en San Francisco no vamos a cooperar con Inmigración, punto. Así de simple», dijo Campos■
Para la Edición Semanaria del Noticiero Latino, desde San Francisco, California, informó Fernando Andrés Torres.