Samuel Orozco
Director de Noticias, Radio Bilingue
La sesión de la Convención Nacional Republicana (RCN) la noche del miércoles en Cleveland tuvo su momento estelar en el discurso de aceptación de la candidatura vicepresidencial del gobernador de Indiana, Mike Pence. Pero ese discurso de Pence prácticamente quedó perdido entre el montón. Difícil hallarlo en las páginas titulares de los medios. Casi nadie puede decir qué dijo Pence. En cambio, todos saben qué dijo y qué sigue diciendo Ted Cruz. Este reporte pertenece a nuestra serie, «Hacia el voto 2016.
Entre las figuras que precedieron al discurso estelar de esa noche, la tercera de la Convencion Nacional Republicana, estuvieron presentes el senador de La Florida, Marco Rubio, quien por medio de una videograbación ofreció completo apoyo a Donal Trump y mandó decir a los delegados que “el momento de pelear unos con otros se acabó…Es hora de unirnos”, dijo Rubio.
Un poco perdido entre los discursos de esa noche, trató de hacerse oír un legislador de Kentucky que en un momento se dirigió a los convencionistas en español. Fue el senador estatal Ralph Alvarado, primer latino electo a la legislatura de ese estado.
Pero el momento que se llevó todos los titulares y dejó su agria marca en esta noche de fiesta cívica fue el discurso de Ted Cruz. En un hecho sin precedente, a Cruz se le dio tiempo estelar en el podio sin haberse dignado a endosar antes al candidato presidencial. Y muchos en la convención guardaban la remota esperanza de que Cruz aprovechara los reflectores para finalmente subirse al tren de Trump, respaldarlo públicamente. Y en efecto, Cruz comenzó su discurso felicitando a Trump por ganar su nominación, y siguió presentando su propia línea o visión política para el país, en la cual no faltaron las alusiones a la tragedia (de los policías muertos)mde Dallas, Benghazi, la disputa por la Suprema Corte, los dictados de Washington en lo relativo a salud y educación, e incluso el Brexit, el voto de los británicos por dejar la Unión Europea; y, en un virtual guiño a Trump, dijo: “Y sí, construyamos un muro para seguir teniendo una nación segura”.
Pero Cruz no mencionaba a Trump hasta que en algún momento la multitud se impaciento. Y entonces vino la bomba. Cruz no sólo no dio su respaldo a Trump, sino que convocó a todos a un “voto de conciencia”. Después de ese escandaloso bombazo todo fue hacia abajo. Se oyeron furiosos abucheos por todos lados. Empujones. Gritos de “¡Sal de Aquí!”… Y así, habiendo pintado hondamente su raya, habiéndose deslindado brutalmente de la campaña de Trump, en medio de abucheos e insultos Cruz abandonó el escenario.
En dicha sesión hablaron también otras estrellas del firmamento republicano: Newt Gingrich, Scott Walker, Eric Trump Jr. Pero todos fueron opacados por el escándalo de Cruz.
Y, como ya dijimos, habló Mike Pence, quien, aunque es actual gobernador de Indiana y congresista durante diez años, pocos fuera de Washington lo conocen. Así que uso su discurso para presentar sus credenciales, su biografía ante la opinión pública del país, ensalzar las cualidades personales de Trump, y ayudar al candidato a convencer al voto evangelista a través de un mensaje de conservadurismo social; voto que el rival de Trump, Ted Cruz supo inspirar y jalar a las urnas en la temporada de primarias… Pence dijo que «el establishment de Washington DC cree que sólo un sector reducido de votantes son los que miran seriamente a Donald Trump. Pero les puedo decir: hay muchos norteamericanos que sienten que los políticos demócratas los dan por garantizados.”.
“Son los afroamericanos que recuerdan generaciones de promesas vacías de calles seguras y mejores escuelas, y saben que Donald Trump luchará por igualdad de oportunidades y ama la libertad de elegir escuelas. Son los hispanos americanos que respetan la ley, quieren trabajos y oportunidades para sus familias quienes saben que Donald Trump hará imperar la ley y pondrá esta economía en marcha para todos los ciudadanos de Estados Unidos”.
Este fue Mike Pence aceptando en este discurso su nominación a la candidatura de vicepresidente por parte de los republicanos.
Además, en este programa de Línea Abierta una analista desde Texas nos habla de un muy notable fallo judicial de horas recientes: una corte federal puso el alto a la ley de Texas que obliga a los votantes a mostrar credencial de identificación en las urnas, la ley más dura de su tipo en toda la nación.
Y comentaremos también sobre un fallo judicial emitido en horas recientes, que podría causar olas en la elección de noviembre: la Corte federal de Apelaciones del Quinto Circuito en Nueva Orleans dio un revés a Texas al fallar en contra de la ley de identificación de votantes. Esa ley discrimina ilícitamente a los ciudadanos pobres y de las minorías, y con eso viola la ley federal de derechos del voto, fue lo que concluyo el tribunal, ordenando a Texas cambiarla a tiempo para las elecciones de noviembre. El Departamento federal de Justicia impugnó la ley estatal de Texas, acusando a Texas de imponer gravosas condiciones de identificación a los votantes de color y a los pobres; entorpecerles discriminatoriamente el camino a las urnas.
La ley de ID de votantes más estricta y dura del país ha caído.
Entre lo más pernicioso de esta ley texana y lo que la hizo ser la más dura del país podemos destacar:
- Acepta la credencial de portar armas, pero no la de un estudiante universitario. ¿Cuál es la opinión de la corte?
- La corte ordenó a Texas que cambie la ley y que lo haga a tiempo para que se aplique en noviembre. ¿Cómo se verificará que esos cambios sean aceptables?
- Faltan sólo poco más de tres meses para la elección. ¿Estamos a tiempo?
- Otros estados han promulgado leyes de identificación (ID) de votantes. ¿Se aplicará esta orden a más estados?
- Todavía queda el recurso de la Suprema Cote de la nación. Tomando en cuenta el balance de fuerzas en la corte, sería improbable que tomaran partido por Texas. ¿Será improbable una apelación?
Escuche el programa completo en el enlace de abajo: