De la redacción
Mientras el foco de la atención sobre el COVID-19 se centra mayormente en lo que viene siendo el epicentro de la pandemia en Estados Unidos, o sea Nueva York, con más de 10 mil decesos como dijimos aquí, Smithfield Foods cerró sus instalaciones ese domingo en Sioux Falls, Dakota del Sur, precisamente por un brote de contagio de coronavirus que no se sabe si está siendo bien manejado.
Smithfield Foods es una planta procesadora de carne de cerdo, entre las más importantes de su género porque representa hasta el 5 por ciento de la producción de carne porcina en Estados Unidos; suministra 130 millones de porciones de alimentos a la semana y emplea a 3 mil 700 personas, muchas de ellas inmigrantes latinos, dando trabajo también a más de 550 agricultores independientes que surten la planta.
El cierre de esta planta en Sioux Falls, Dakota del Sur, ocurrió un día después de que la gobernadora republicana de ese estado, Kristi Noem le pidiera a Smithfield Foods que suspendiera la operación de la planta durante al menos 14 días. Y es que más de 240 de los empleados de esta planta contrajeron el coronavirus y fueron despedidos. Estos representan la mitad de los contagiados de COVID-19 en todo el estado de Dakota del Sur. Y por eso la planta se convirtió en el mayor foco de infección de coronavirus en la nación.
Paralelamente, y a pesar de las súplicas del alcalde también republicano de Sioux Falls, Paul TenHaken, quien le ha solicitado a la gobernadora Noem que emita una orden de residencia en la ciudad, es decir, para quedarse en casa. Pero Noem dice que está evaluando la solicitud, y que las personas siguen voluntariamente las precauciones. En otras palabras, se niega a tomar provisiones para intentar detener la propagación del contagio en el estado. Dice que no emitirá una orden estatal de quedarse en casa porque tendría que durar hasta octubre. Los investigadores de salud afirman en cambio que ésta es una lógica peligrosa.
Tras las fuertes críticas que se vertieron a través de la prensa local, la compañía dijo en un comunicado de prensa que los empleados despedidos de la planta serán compensados por las próximas dos semanas. No se sabe sin embargo el estado de la salud de los empleados contagiados, y en caso de ser hospitalizados se desconoce así mismo cuánto tiempo permanecerán hospitalizados y al ser dados de alta, si así sucede, tampoco se sabe cuánto tiempo permanecerán sin trabajo.
El director ejecutivo de Smithfield, Kenneth Sullivan advirtió en el referido comunicado sobre las repercusiones «severas» en la cadena de suministro de carne si más plantas de fabricación ven extensiones similares de Covid-19, según reporta The Guardian.
De acuerdo con esta fuente, otros fabricantes de carne también cerraron las operaciones de sus plantas después de que varios empleados contrajeron Covid-19.
“Tysons Food Inc detuvo una planta de procesamiento de carne de cerdo en Iowa después de que dos docenas de empleados contrajeron el virus, mientras que JBS USA cerró una planta de carne de res en Pensilvania durante dos semanas después de que varios gerentes de esas plantas informaron tener síntomas similares a la gripe”.
Trascendió que en todo el país los trabajadores agrícolas y de producción de alimentos se consideran esenciales y se les permite trabajar, porque además de tener los más bajos salarios si no trabajan muchos de ellos simplemente sus familias no comen. Estos trabajadores, “a menudo laboran en lugares cerrados, independientemente de las órdenes locales de refugio en el lugar”, dice la fuente.
Como hemos dicho repetida y oportunamente en estas mismas páginas, los trabajadores de las plantas de procesamiento, como otros grupos de trabajadores esenciales han exigido protecciones en el lugar de trabajo a medida que el virus continúa propagándose.
The Guardian dice por su parte que “Los trabajadores de la planta -Smithfield Foods- han solicitado a las empresas mejores beneficios, como licencia por enfermedad remunerada y más equipo de protección. En respuesta, algunas compañías han implementado aumentos salariales y han tratado de utilizar el distanciamiento social en las operaciones de la planta”.
Los expertos dicen que los consumidores estadunidenses no deberían estar necesariamente preocupados por la escasez de alimentos en el futuro cercano. “Los niveles de almacenamiento de alimentos básicos, como pollo, carne de res y soya, eran altos antes de que el virus afectara a la fuerza laboral de Estados Unidos”.
Además, según reportó ayer MSNBC, los alimentos que se dirigían a restaurantes y escuelas, por ejemplo, ya no se están repartiendo en esos lugares, lo que acrecienta el inventario de carnes avícolas, bovinas y porcinas, así como verduras y legumbres frescas, que están surtiendo a tiendas y supermercados, así como a centros de acopio de alimentos para brindar ayuda a los necesitados. Y los proveedores de alimentos están comenzando a redirigir sus inventarios que generalmente irían a restaurantes y a supermercados.
Pero las preocupaciones sobre la cadena mundial de suministro de alimentos están creciendo, en gran parte debido a la inquietud por el comercio. M el COVID-19 sigue creciendo en el país■