Escena una agresión de la policía con sus patrullas, en contra de manifestantes de las protestas pacíficas contra el racismo y el asesinato de George Floyd. Foto: https://reason.com.
De la redacción
De la redacción
Una mayoría a prueba de veto del Ayuntamiento de Minneapolis se comprometió a desmantelar el Departamento de Policía de la ciudad, prometiendo crear un nuevo sistema de seguridad pública. Al decir que el sistema policial actual de la ciudad no podía ser reformado, los miembros del Consejo firmaron una promesa para comenzar el proceso de desmantelar el Departamento de Policía tal como existe ahora. Pronto este impulso comenzó a cobrar fuerza en la nación. Aquí unos cuantos ejemplos.
El llamado por reformar el sistema policial recortando su presupuesto a los departamentos de policía cobra tracción en el nivel nacional.
En Minneapolis por ejemplo, donde fue asesinado George Floyd, funcionarios electos, líderes cívicos y residentes están exhortando a la Ciudad para que desmantele el Departamento de Policía y reimagine la forma en que se relacione la corporación policíaca con la comunidad. Durante un debate reconocieron que algo había cambiado fundamentalmente en la forma en que los residentes de esa ciudad ven a la policía.
Por lo pronto la Universidad de Minnesota, así como la Junta Escolar y el Departamento Municipal de Parques decidieron en los últimos días cortar los lazos de apoyo económico con el Departamento de Policía. En algunos lugares incluso se discute la noción de policías comunitarias.
En Texas, el Departamento de Policía de Dallas enfrenta un escrutinio público por su uso de la fuerza, gases lacrimógenos y perdigones de goma contra los manifestantes que se expresan en esa ciudad y en el norte del estado contra la brutalidad de las fuerzas del orden.
Todavía en las calles, los residentes pidieron reformas al Ayuntamiento para que reduzca el presupuesto de su Departamento de Policía y levante el toque de queda en toda la ciudad, como ya ocurrió ese fin de semana, y solicitan la renuncia del jefe de policía.
Aunque hay desde luego quienes en Estados Unidos se oponen al desmantelamiento de los departamentos de policía, y en su legítimo derecho se preguntan: «bueno y si se eliminan los departamentos de policía, entonces ¿quién va a custodiar, a velar por la seguridad de la comunidad?».
En tanto, después de estos últimos disturbios nacionales por la muerte de Floyd en otros lados del país ganan fuerza también los llamados a desfinanciar a las corporaciones policíacas,.
En Seattle, Washington, se está pensando por ejemplo que se debería adoptar un enfoque considerado por los líderes de la ciudad de Minneapolis, que desmantelaría todo el Departamento de Policía y dejaría a la ciudad para comenzar desde cero. Seattle no necesita una fuerza policial que se vea, dicen sus residentes en las protestas, que a menudo opere como una unidad militar con rifles automáticos colgados sobre sus hombros y sus identidades ocultas.
Esto es lo que Seattle necesita, dicen sus defensores:
- Desalojar y desmilitarizar la fuerza policial
- Dedicar más recursos a servicios sociales y de salud
- Liberar a los manifestantes sin presentar cargos.
Por otro lado, desde el séptimo día de protestas en Phoenix, Arizona, los manifestantes comenzaron a poner foco en el Concejo Municipal y en cómo cambiar el presupuesto del Departamento de Policía de Arizona.
Y en Los Ángeles, el alcalde Eric Garcetti anunció desde el miércoles que recortaría hasta 150 millones de dólares a un aumento planificado para el presupuesto del Departamento de Policía.
Además, en Nueva York una fracción de concejales propone recortar 6 mil millones de dólares del presupuesto del Departamento de Policía. Mientras las ciudades enfrentan un déficit presupuestario elevado debido a las consecuencias económicas del coronavirus.
Recortar o anular los fondos a una agencia “es una de las pocas palancas que los funcionarios electos tienen sobre la policía, cuyos miembros a menudo están protegidos por poderosos sindicatos y árbitros laborales que les restituyen los despidos por mala conducta”, dijo al New York Times el concejal de Queens, Daniel Dromm.
Por otro lado, después de una campaña de un grupo llamado, Durham Beyond Policing, en Carolina del Norte “el Concejo Municipal de Durham votó en contra de contratar a 18 nuevos agentes de policía y comenzó a discutir sobre la posibilidad de tener una fuerza de trabajo de seguridad y bienestar comunitario».
Minneapolis dio un paso en esa dirección cuando el año pasado redirigió fondos para contratar a ocho nuevos agentes de policía y asignarlos a una nueva oficina de prevención de la violencia. “Sólo recientemente los llamados a desmantelar la policía han sido ampliamente aceptados por los líderes blancos en la ciudad”, señaló Steve Fletcher, concejal de Minneapolis.
Alondra Cano, quien encabeza el Comité de Seguridad Pública del Ayuntamiento de Minneapolis, dijo a la fuente que muchos residentes de la ciudad, algunos de los cuales han formado ya grupos vecinales de protección mutua a raíz de los disturbios, están listos para intentar seguir por esta ruta alternativa.
“Activistas negros en la ciudad han estado pidiendo que se desmantele la policía durante años, emitiendo un informe en 2018, que argumentaba que la opresión de los pobres y los negros se convirtió en parte de la fundación del Departamento de Policía en 1867. La reforma policial ha arruinado la política en la ciudad durante años, y los políticos que han sido vistos como lentos para la reforma han sido derrotados■
