Este miércoles la Corte Suprema de la nación escuchará dos de los más importantes casos sobre el aborto en la historia de Estados Unidos, después de Roe v Wade. Uno, el relativo a una ley de Mississippi que prohíbe la mayoría de los abortos después de 15 semanas, mucho antes de la viabilidad fetal, que es considerado por los expertos del ramo como el más importante en una generación. Y el otro, relacionado con la ley antiaborto de Texas, la SB8, que entró en vigor el primero de septiembre de este año y que echa para atrás el reloj de la histórica lucha de las mujeres por la defensa de sus derechos reproductivos.
De la redacción
Como se sabe, existe una mayoría conservadora en La Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos, de la que se sospecha no tiene voluntad para mantener en su sitio a la histórica ley Roe v Wade. Más bien se piensa que el tribunal podría anularla por completo, permitiendo a los estados prohibir los abortos en cualquier momento del embarazo.
Vale saber que la Constitución política de Estados Unidos estableció en 1973 que la ley derivada del caso, Roe v Wade, es la ley que rige sobre la materia en toda la nación; y que no permite a los estados prohibir los abortos antes de que el feto pueda sobrevivir fuera del útero.
Sin embargo, hay al menos algunos jueces que pueden querer encontrar una manera de sostener la ley de Mississippi sin revocar a Roe, exigiendo a los estados que descarten la línea de viabilidad y la reemplacen por otra norma que permita una suspensión del embarazo a las 15 semanas.
También se espera que la Corte Suprema intervenga pronto acerca de otra ley, que también se disputa el falso honor de ser la más restrictiva del país, o sea la antiaborto del Senado texano, la SB8, que prohíbe el procedimiento después de que se detecta actividad cardíaca fetal, y encarga a los ciudadanos privados la vigilancia y ejecución de esa ley, ofreciéndoles una recompensa de 10 mil dólares a quien denuncie a personas que incluso nada más ayuden a planear siquiera un aborto, lo que ha incentivado una especie de ‘vigilantismo’ en la nación, de por sí polarizada políticamente.
Como hemos publicado oportuna y repetidas veces en este mismo espacio informativo, desde que entró en vigor dicha ley antiaborto en Texas el 1 de septiembre, promulgada por el gobernador republicano, Greg Abbott, los abortos en Texas disminuyeron drásticamente.
Por su parte John Seago, director legislativo de Texas Right to Life, dijo a la prensa local que el cambio en la legislación contra el derecho al aborto, consagrado por la ley nacional vigente, Roe v Wade, está destinado a crear una consecuencia financiera para los abogados y grupos que desafían sin éxito las restricciones al aborto en Texas.
Generalmente los abogados sólo enfrentan sanciones económicas por mala conducta y las partes en el caso son responsables de sus propios costos legales. Pero no bajo la SB8. Es más, “ahora cualquier entidad, abogado o bufete de abogados que presente una demanda para detener la aplicación de las restricciones al aborto en Texas, si pierde, puede verse obligado a pagar los honorarios legales de la otra parte”, dice The Dallas Morning News.
La Corte Suprema de Estados Unidos está sopesando este caso, que “podría hacer retroceder los derechos al aborto establecidos hace cinco décadas en Roe v. Wade”.
Luego de que la Corte Suprema anulara en 2016 las regulaciones de Texas, que hicieron que decenas de clínicas de aborto cerraran, un juez federal ordenó al estado pagar 2.5 millones de dólares en honorarios a los abogados que representaron a la parte demandante, Whole Women’s Health. pero ese cambio se enfrenta a un retroceso.
Ahora, una coalición de grupos pro derecho al aborto que recientemente le pidió a un juez en el condado de Travis que declarara inconstitucional la SB8, argumentó que la disposición acerca de los honorarios del abogado restringirá el acceso de las personas a los tribunales.
Jennifer Ecklund, una abogada de Dallas que representa a los demandantes, dijo que «La mayoría de los bufetes de abogados no están dispuestos a asumir ese tipo de riesgo».
Con todo, David Peeples, el juez estatal de distrito que escuchará este miércoles más de una docena de impugnaciones a la ley antiaborto de Texas, dijo a la fuente no tener una decisión todavía■