Marco Vinicio González
La Suprema Corte de Estados Unidos falló recientemente contra la agencia federal que protege el medio ambiente, EPA, en favor de abogados de Virginia Occidental que en el caso ,Virginia v. EPA defienden la demanda de las centrales eléctricas que liberan bióxido de carbono (CO2), la segunda fuente más grande de contaminación de la nación. En una votación de 6 a 3, a nombre de la mayoría el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts dijo que el Congreso no le había otorgado explícitamente a la EPA la autoridad para regular dichas emisiones, tal como las diseñó el Plan de Energía Limpia.
Con esto el máximo tribunal detiene casi por completo cualquier plan importante para combatir el cambio climático a nivel federal, con probables implicaciones de gran calado para los estados y las agencias federales que buscan proteger la salud pública bajo leyes fundamentales como la referida Ley de Aire Limpio. Y es probable que dicha corte falle de similar manera en otros casos perjudiciales para el medio ambiente que se encuentran en litigio.
En respuesta a la decisión del Supremo Tribunal, en el caso West Virginia v. EPA, la Procuraduría General de Nueva York declaró que “restringir la capacidad de la EPA para limitar las emisiones de carbono de las centrales eléctricas es peligroso e irresponsable… El cambio climático es una amenaza inminente e indiscutible, y la EPA debe poder regular la industria energética para evitar las peores consecuencias”.
La organización 350.org, «un movimiento internacional de gente común que trabaja para poner fin a la era de los combustibles fósiles», hizo un llamado al presidente Biden para que envíe una señal enérgica a los magistrados de la Suprema Corte y a las industrias de combustibles fósiles; a fin de “detener la aprobación federal de todos los nuevos proyectos de combustibles fósiles que están dañando a las comunidades y alimentando el caos climático».
La Fiscalía neoyorquina dijo en su sitio web que seguirá trabajando incansablemente “para poner fin a la dependencia de nuestra nación de las centrales eléctricas de combustibles fósiles que contaminan nuestro medio ambiente, y avanzar hacia una electricidad limpia, renovable y asequible. No es demasiado tarde para salir del camino hacia el desastre climático, pero debemos tomar medidas decisivas ahora”.
Ddurante décadas los republicanos han estado tratando de reducir la capacidad del Estado, es decir las agencias gubernamentales que tradicionalmente han tenido la tarea de defender los derechos civiles y humanos; «pues los ven como obstáculos que impiden su visión antidemocrática de país», dice una editorial de MSNBC.
En enero de 2022 la Fiscal General de Nueva York, Lettitia James lideró una coalición de 30 estados y gobiernos locales para presentar un informe ante la Corte Suprema a fin de proteger al planeta de los impactos de la contaminación y el cambio climático. Y en enero de 2021 ganó una demanda contra la administración Trump cuando la Corte de Apelaciones para el Circuito del Distrito de Columbia anuló la regla de Energía Limpia Asequible (ACE).
Ese fue el primer límite a nivel nacional, dijo, para una de las mayores fuentes de contaminación del cambio climático: las plantas de energía de combustibles fósiles existentes, que «habrían prolongado la dependencia de la nación de plantas de energía de carbón costosas y contaminantes, y obstruido el progreso de los estados hacia una generación de electricidad limpia, renovable y asequible»■