El valle central de California emerge como nuevo foco de la infección del coronavirus y las empacadoras de alimentos han pasado a la primera línea de batalla. Más de cien trabajadoras de una empacadora de pistaches y nueces se contagiaron en junio de coronavirus y una falleció, suscitando de inmediato una ola de temores y protestas. Las trabajadoras de la empresa Primex Farms denunciaron que los gerentes desestimaron y les ocultaron el brote de infección. Hoy las trabajadoras demandan se investigue a fondo a la compañía, quejándose de haber sido objeto de represalias debido a sus reclamos de protección laboral. Nuestra reportera María Esquinca ha cubierto este conflicto en el poblado de Wasco.
Hace un mes María Irma Escobedo, ya recuperada del coronavirus fue dada de alta del hospital, pero aún se siente mal.
“No me siento como antes de que me pasara, yo sé que es algo nuevo, pero ahora estoy aquí en casa sin poder trabajar”
Escobedo, de 52 años, estuvo tan grave que la conectaron a un ventilador de oxígeno, pero dice que su principal preocupación era su hija, quien también se contagió de Covid-19.
“Yo estando en el hospital mi pendiente era mi hija”
Escobedo y su hija trabajaban en la empresa Primex, una procesadora de nueces y fruta seca localizada en el poblado de Wasco, en el valle central de California. Como ellas, más de 100 trabajadoras se contagiaron. Alarmados sus compañeros detuvieron labores y demandaron mejores protecciones sanitarias.
Según Jesse Rojas, vocero de Primex, 151 trabajadores contrajeron el virus. Sin embargo, la unión de campesinos asegura que el número fue mayor y que falleció María Hortensia López.
Armando Elenes es secretario-tesorero de la unión de campesinos:
“Actualmente nosotros tenemos un total de 100 empleados que fueron infectados, 49 familiares adicionales que son adultos, más 34 niños, para un total de 183 personas infectadas de Covid 19”
María Irma y su hija esperaban regresar a trabajar después de recuperarse, pero fueron descansadas de forma abrupta e inesperada junto a muchos otros más. Los despidieron porque participaron en las protestas y así se los dijo un supervisor, afirma una trabajadora que no dio su nombre por temor a represalias y pidió que le modificáramos la voz.
“Prácticamente nos dijo directamente que ya había…, que por culpa de todo lo que nosotros estábamos haciendo, que por culpa de la Unión ya había tomado la decisión”
Los despidieron por exigir lo que recomiendan las autoridades de salud para prevenir el covid19: el uso de mascarillas, guantes, y los seis pies de distanciamiento social; precauciones que a menudo ignoró la empresa, dice Marisela Medina, ex trabajadora de Primex:
“No tomaron precauciones, nada de eso. Todos estábamos amontonados”
La mayoría de los despedidos de Primex fueron subcontratados por USA Staffing. Son falsas las acusaciones de que los despidieron por represalias, simplemente disminuyó el trabajo, afirmó mediante un comunicado Rojas, vocero de Primex. Esta explicación es rechazada por la trabajadora anónima.
“Fueron represalias. Esto no fue normal. Esto no es algo que hacen cada año. Eso es falso”
Gaspar Rivera Salgado es investigador del centro de Estudios Laborales de la Universidad de California en Los Ángeles:
“Esas empresas grandes encuentran… agujeros legales que les permite delegar esa responsabilidad a terceras personas”
Dice que es muy común que empresas agrícolas y ranchos contraten mediante agencias terciarias para evadir las protecciones laborales.
“Y parece ser que nadie se quiere hacer responsable últimamente del bienestar de los trabajadores del campo, y eso es un problema grave«
La unión de campesinos demandó por represalias a Primex y a USA Staffing ante la Mesa de Relaciones Laborales, agencia federal que protege los derechos de los trabajadores. El fiscal general de California, Xavier Becerra respondió a Radio Bilingüe con un comunicado afirmando que estarían pendientes de que se respetaran las protecciones laborales.
Mientras tanto María Irma Escobedo le echa la culpa a Primex por su enfermedad y la de los demás trabajadores, y por la muerte de su amiga Hortensia.
“Ellos nunca nos dijeron nada y son cosas que sí se pudieron…, que yo sé que si se pudieron haber evitado y a lo que yo pienso que mi compañera Hortensia estuviera con nosotros, si algo se hubiera hecho”
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, desde el Valle Central de California, María Esquinca.
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